Friday, June 29, 2007

Hoc Est Corpus Meum ( Este Es Mi Cuerpo)___Parte 3


Que la bendicion de Dios Padre, Hijo y Espriritu Santo este con ustedes hoy y siempre!

(Génesis 14:17) Cuando Abraham venia de vuelta, después de derrotar a Codorlamor y sus aliados, les salió al encuentro el rey de Sodoma, en el valle de Save (Que es ahora el valle del Rey.)

Entonces Melquisedec, rey de Salem, trajo pan y vino, pues era sacerdote del “Dios Altísimo”. Melquisedec bendijo a Abraham, diciendo: “Abraham, bendito seas del Dios Altísimo, Creador del Cielo y de la tierra. Y bendito sea el Dios Altísimo, porque puso a tus enemigos en tus manos.” Y Abraham le dio la décima parte de todo lo que llevaba.


San Pablo nos hablara mas de Melquisedec en su carta a los Hebreos en los capítulos 5, 6 y 7; sin embargo notemos como aquí, se nos presenta como un rey y sacerdote, que trae pan y vino, llega a bendecir a Abraham, el padre de la fe. Esto es como una prefiguración al pan y vino que nos dará el Señor, de la “última cena” en adelante.

(Salmo 110)
Palabra del Señor a mi Señor:
“Siéntate a mi derecha
En tanto que coloco a tus contrarios
Por piso de tus pies.”

Extenderá el Señor desde Sion
El poder de tu mando:
Haz sentir tu dominio al enemigo.

“Es tuyo el señorío, el día de tu triunfo,
Tú que vistes de gloria y santidad.
Yo te he engendrado, dice el Señor,
Como roció, antes de la aurora.”

Juró el Señor y no ha de retractarse:
“Tu eres para siempre sacerdote
Como Melquisedec”.

A tu diestra el Señor,
Aplastará a los reyes el día de su enojo.
Juzgará a las naciones,
Apilará a los muertos,
Aplastará cabezas a lo ancho de la tierra.

El bebe del torrente del camino,
Por eso levanta su cabeza.

Hay una salida a cualquier situación desesperada, que siempre se nos presenta como una puerta hacia arriba. El salmo nos habla que vendrá un hombre de Sion, que luchará victoriosamente contra fuerza hostiles, a como lo indican algunas frases del salmo.
La lucha será difícil y tendrá que beber agua del torrente, es decir que será abrumado de sufrimientos. Pero Dios lo hará sentarse a su derecha y le someterá todo.

Así se emboza la figura de Cristo, hombre en que algo viene de más allá de lo humano, tal como Melquisedec, el personaje misterioso del Génesis, “sin padre ni madre, a quien Abraham ofreció el diezmo de su bienes.” Notemos tambien, que Melquisedec es rey de Salem que quiere decir "paz", o sea que la similitud con Cristo es bastante marcada, pues Nuestro Señor es "el Príncipe de Paz", ademas es Sumo Sacerdote y el Rey de Reyes.

En este momento podría yo preguntarte querido Teofilo, ¿que podría dar un ser humano a Dios?

Pues yo diría que absolutamente nada, excepto adorarlo, respetarlo y honrarlo siempre.

Sin embargo, hay algo que El Señor, nos pidió hacer por El, y por cierto que es lo único que nos ha pedido. Por favor lee:

(Lucas 22:15) “En verdad, he deseado muchísimo comer esta Pascua con ustedes antes de padecer; porque les aseguro, ya no la volveré a celebrar hasta que sea la nueva y Perfecta Pascua en el Reino de Dios.”

Jesús recibió una copa, dio gracias y les dijo: “Tómenla y repártanla entre ustedes, porque les aseguro que ya no volveré a beber del jugo de la uva hasta que llegue el Reino de Dios.”

Después, tomo el pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: “Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía.” Después de la Cena, hizo lo mismo con la copa. Dijo: “Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que va a ser derramada por ustedes.”


Esto es lo “único” que Jesús nos pidió hacer por El; por eso, la Santa Misa es de tan vital importancia, pues además de ser la forma que guardamos nuestro sabático, le damos al Señor, lo que El ha pedido que hagamos nosotros por El.

El apóstol Pablo hace también hincapié en este punto.
(1 Corintios 11: 23) Yo recibí esta “tradición” del Señor que, a mi vez, les he transmitido: Que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomo el pan, y después de dar gracias los partió, diciendo: “Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes; hagan esto en memoria mía.” De la misma manera, tomando la copa después de haber cenado, dijo: “Esta es la Nueva Alianza en mi sangre. Siempre que beban de ella, háganlo en memoria mía.”

Pero no es esto solo un recuerdo simbólico, y no la Presencia Real?

De nuevo, nuestro idioma no expresa el verdadero significado de la palabra usada en Griego que es: “anamnesis”; que quiere decir recordar, pero también significa hacer presente (remembranza). Nosotros no solo recordamos hechos pasados sino también los presentes.
Por ejemplo: Yo recuerdo cuando di mi Primera Comunión (y por favor no me digan que se debe decir; recibí mi Primera Comunión, no, pues es un modismo y esta correcto.); y también recuerdo que hoy tengo que renovar mi licencia de manejar (conducir). El segundo caso, no es un recuerdo del pasado sino un enfoque (concentración) a una realidad presente.

Así mismo, la frase: “hagan esto en memoria mía”, utiliza la palabra “anamnesis”, por lo que la Iglesia explica que el significado de la Presencia Real no es solo un recordatorio simbólico.

Es importante también notar que el sacerdocio Católico, quedo instituido por el Señor, en la ultima Cena; pues a los 12 fue que les encomendó el practicar la “Eucaristía” (que significa en Griego: acción de gracias, pues el Señor dio gracias al partir el pan y ofrecer el vino), y ya que es un sacrificio (inmolación); le corresponde solo a los sacerdotes, ofrecer sacrificios a Dios en nombre del pueblo.

Pero como le explicas la institución del sacerdocio Católico, a los que argumentan que Cristo abolió el sacerdocio, pues su sacrificio fue hecho de una sola vez para siempre?

Lo que abolió el Señor, fue la matanza de animales, como corderos, chivos, palomas y cualquier otro animalito que haya sido usado como victima expiatoria de sacrificio; sin embargo, acabamos de leer en las lecturas anteriores como El Señor, nos pide repetir “la Cena del Señor”, la cual representa su sacrificio, a como es definido por las mismas palabras de Cristo.

Pero en ningún momento dice que ya no hay mas sacerdocio, no, ahora hay un cambio en la forma de celebrar la inmolación redentora en el Templo; además nuestro Señor no es llamado “el único sacerdote”, sino “El Sumo Sacerdote” de la Iglesia, (Hebreos 4:14) Tenemos nosotros un sumo sacerdote que ha entrado en el mismo cielo; este es Jesús, el Hijo de Dios. Mantengámonos, pues, firmes en la fe que profesamos.

Hemos antes dicho también que, aunque la Pasión del Señor sucedió en tiempo pasado; la realidad de la Pasión esta puesta eternamente para que participemos de ella. Y el padre John A Hardon, S.J. nos lo explica así:

Cuando decimos que la Misa conmemora la muerte de Cristo, queremos decir que en una forma misteriosa Cristo realmente se ofrece así mismo como el sacerdote eterno, y que su oblación (sacrificio) no es solo un recuerdo psicológico, sino que una realidad mística.
Cuando decimos que la Misa es un memorial de su Resurrección, tampoco es solo una recolección mental. Después de todo, el Cristo que está ahora en el Cielo y el Principal sacerdote en el altar son ambos la misma persona del Señor Resucitado.
Su Resurrección no es un evento que pasó una vez, sino un evento histórico continuo de salvación.
Llamar la Misa nada más que un recuerdo de la Resurrección, puede dar la mala interpretación de ser solo un recuerdo agradable que cruza por la mente.
Mas bien, la imagen que se nos debe dar es, que en al Misa el Señor Resucitado mismo esta presente entre nosotros, y que nos motiva a nosotros aun mortales a unirnos con El quien es nuestra Resurrección. (El Catecismo Católico.)


Pero porque creer que el pan y vino de la Eucaristía son la carne y sangre de Jesús?

Bueno, ya hemos dado suficientes pruebas que es algo sobrenatural y establecido por Dios y no por la Iglesia; vemos como nuestro Señor hace hincapié en que El es el Pan de Vida no menos de 6 veces en el capitulo sexto del evangelio de San Juan: 6:35; 41, 48, 51, 53,55 y 58.

(Juan 6: 51) “Yo soy el pan vivo bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y la daré para vida del mundo.”
Los judíos discutían entre ellos. Unos decían: “ Como este hombre va a darnos a comer carne?”

Jesús les contesto: “En verdad les digo: si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no viven de verdad. El que come mi carne y bebe mi sangre, vive de vida eterna, y yo lo resucitare en el último día.
Mi carne es comida verdadera, y mi sangre es bebida verdadera. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mi y yo en el.
Como el Padre, que vive, me envió, y yo vivo por El, así quien me come a mi tendrá de mi la vida."


Hay que tomar las palabras de Jesús en forma sencilla y directa. El no da la impresión de que esta hablando en parábola. Por lo menos los que lo escucharon, no tomaron sus palabras en sentido simbólico sino que se escandalizaron de su lenguaje. Esto reafirma lo que ya hemos dicho que, participamos no solo del Espíritu del Señor, sino también de su humanidad.

(Juan 6: 60) Cuando oyeron todo esto, muchos de los que habían seguido a Jesús dijeron: “Este lenguaje es muy duro! Quien puede someterse a esto y aceptarlo?”
Jesús capto en su mente que sus propios discípulos criticaban su discurso, y les dijo: “Les desconcierta lo que les he dicho. Que va a ser entonces, cuando vean al Hijo del Hombre subir al lugar donde estaba antes!

El Espíritu es quien da la vida, la carne no sirve de nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y, por eso, dan vida.
Pero hay algunos de ustedes que no creen.”

Vemos como El Señor no da explicación a sus palabras, no, pues significan lo que El ha dicho.

(Juan 6: 64) En efecto, sabía Jesús desde el principio quienes eran los que no creían y quien era el que lo iba a entregar. Agrego: “No les he dicho que nadie puede venir a mi si mi Padre no le ha concedido esta gracia?”
A partir de este momento muchos de sus discípulos dieron un paso atrás y dejaron de seguirlo. Jesús pregunto a los Doce: “Quieren dejarme también ustedes?”

Pedro contesto: “Señor, a quien iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros sabemos y creemos que tu eres el Santo de Dios.”

Algunos dirían que Jesús lo único que gano fue correr a mucha gente. Sin embargo El no se disculpó. Y aunque otros verán aquí nada mas que una prueba de fe que nuestro Señor hizo para ver quien realmente era un verdadero discípulo de El, no tienen pruebas suficientes para tal explicación; sino, pensemos por ejemplo cuando Dios pidió a Abraham que sacrificara a su único hijo Isaac; Abraham no interpretó las palabras del Señor en forma simbólica, sino tal a como le fue dicho en forma directa, y la prueba es que Abraham procedió a hacer lo que Dios le ordenó.

(Génesis 22:1) Tiempo después, Dios quiso probar a Abraham y lo llamo: “Abraham.” Este respondió: “Aquí estoy.” Y Dios le dijo: “Toma a tu hijo, el único que tienes y a al que amas, Isaac y anda a la región de Moriah. Allí me lo sacrificaras en un cerro que yo te indicare.” Sabemos que Abraham procedió a obedecer al Señor.

(Génesis 22:6) Abraham tomo la leña para el sacrificio y la cargo sobre su hijo Isaac. Tomo en su mano el brasero y el cuchillo y en seguida partieron los dos. Entonces Isaac le dijo a Abraham: “Padre mió.” El respondió: “Que hay hijito?” “Llevamos-dijo Isaac-el fuego y la leña, pero, donde esta el cordero para el sacrificio?”
Abraham respondió: “Dios pondrá el cordero, hijo mió.”

Además el evangelista San Marcos nos dice que Jesús siempre explicaba su forma alegórica (parábolas o figuras) de hablar, a sus apóstoles, cuando no le entendían o estaban confundidos. (Marcos 4:34) “Jesús usaba muchos ejemplos de este tipo para entregar su enseñanza, adaptándose a la capacidad de la gente. Todo se lo decía por medio de ejemplos, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.”

Sin embargo en la lectura anterior del evangelio de San Juan, Jesús solo se volvió a sus discípulos y les pregunto: “Bien, quieren dejarme también ustedes?”. Ni una palabra de explicación. Nada! Nothing!
De hecho este evento es similar a la profecía de su muerte y su resurrección, lo cual les anuncio tres veces (Marcos 8:31-32; 9:9-10). En ambas ocasiones los discípulos estaban desconcertados, y trataban de encontrar otro significado a las palabras del Señor, sin embargo eran, tal a como El las dijo.

En estas dos ocasiones El no clarificó lo dicho-evidentemente porque, en los dos casos, les estaba diciendo exactamente lo que oían. Es mas en la “ultima Cena” les volvió a repetir las mismas palabras. Pero lo más importante es que El les prometió que mas adelante si iban a comprenderlo todo-el Espíritu les daría la luz, y los eventos de los tres próximos días.
(Juan 16:12) “Tengo muchas cosas mas que decirles, pero ustedes no pueden entenderlas ahora. Y cuando venga El, el Espíritu de la Verdad los introducirá a la verdad total.”

Cuando se hizo el día de la Pascua, los apóstoles se dieron cuenta que tan directo, y preciso puede ser Cristo en sus palabras.
Entonces, porque nos sorprendemos si ellos tomaron las palabras del Señor al pie de la letra (literalmente), concerniente el Pan y el Vino? Porque verdaderamente, si Jesús estuviese tratando de ser entendido en una forma simbólica, pues, en este caso no pudo haber escogido palabras mas engañosas, ni ejemplo menos apropiado.

San Pablo y todos los evangelistas hacen mención a este evento del cuerpo y sangre del Señor en forma definitiva.
(1 Corintios 10:16-17) “La copa de bendición que bendecimos, no es una comunión con la sangre de Cristo? Y el pan de bendición que partimos, no es una comunión con el cuerpo de Cristo? Como uno es el pan, todos pasamos a ser un solo cuerpo, participando todos del único pan.”-Vemos como el apóstol Pablo llama a la Eucaristía una “participación” en el Cuerpo y la Sangre del Señor.

Más advertencias del apóstol Pablo:
(1 Corintios 11:23) “Así pues, cada vez que comen de este pan y beben de la copa, están proclamando la muerte del Señor hasta que venga. Por tanto, si alguien como el pan y bebe de la copa del Señor “indignamente”, peca contra el Cuerpo y la Sangre del Señor.
Por eso cada uno examine su conciencia antes de comer del pan y beber de la copa. De otra manera come y bebe su propia “condenación” al no reconocer el Cuerpo.

Esta es la razón por la cual se ven tantos enfermos entre ustedes, y tantos que son débiles, y varios han muerto. Si nosotros tuviéramos mas cuidado, el Señor no tendría que intervenir en contra nuestra.
El Señor interviene para corregirnos, a fin de que no seamos condenados junto con este mundo.


San Pablo nos explica bien claro que el Pan y el Vino son el cuerpo y la sangre del Señor, de otra manera, no nos haría tan severa advertencia al respecto. Por supuesto “muchos” han tratado de tergiversar y sacar fuera de contexto este pasaje, pero no importa cuanto “malabarismo” mental hagan, no pueden desvirtuar el verdadero significado de este versículo, cuyo verdadero significado es el que nos enseña la Iglesia Católica, comenzando con los Apóstoles.

El padre John Corapi S.L.O.T. nos dice:
“Dios no esta restringido por las leyes naturales, El es sobrenatural y trascende todo lo que conocemos; el Dios que creo todo de la nada, puede hacer del Pan y el Vino, su Cuerpo y Sangre.” ( Las Enseñanzas de Cristo. )


Que Dios Padre, Hijo y Espiritu Santo los bendiga con muchas bendiciones!

Por favor dejen sus comentarios y corran la voz. Gracias

Con este articulo completamos la serie sobre la Eucaristia, y de nuevo sepan que solo les transmitimos las ensenanzas que se nos han dado la Iglesia y muchos buenos católicos( misioneros y evangelizadores).

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