¿Qué Tan Aburrida Es La Misa? (Parte 7)
How Boring is the Mass? (Part 7)
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Contigo voy Virgen pura y en tu poder voy confiado, pues yendo de ti amparado, mi alma estará segura.
Dulce Madre no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y
solo nunca me dejes. Ya que me proteges tanto, como verdadera Madre, ruega para que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amen.Lecturas del Domingo03/11/12
Comentario a las lecturas del Domingo 03/11/12 del hermano Jose María Vegas, cmf
Listen to Fr. Barron's commentary for Sunday 03/11/12
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Este blog es dedicado a mi Señor y mi Dios; mi Salvador y Redentor; mi Hermano Mayor y Amigo que nunca falla; mi Maestro y Rey: Yeshua Hammashiach = Jesús el Mesías.
La Liturgia de la Palabra
Continuaremos ahora con el tema de la “Liturgia de la Palabra”, y si ud. no ha leído los capítulos anteriores de esta serie, por favor hágalo ahora para estar en la misma onda con nosotros, y no se le haga extraño lo que estamos discutiendo en este capítulo de la serie.
Les recomiendo de nuevo que lean en sus Biblias los versículos presentados aquí, pues eso les ayudará a sentirse mas confortables en leer las Escrituras, en caso de que ud. no sea ya un buen conocedor de la Palabra de Dios; ¿se ha ud. preguntado alguna vez, porqué tantos Católicos abandonan la Iglesia?
Aunque nuestra Iglesia fue fundada por Cristo mismo, hemos descuidado o desatendido completamente el leer la Biblia, siendo esa la causa principal, por la que muchos Católicos abandonan la Iglesia o asisten a otras iglesias de otras denominaciones, para poder familiarizarse con las Escrituras; eso es para mi inaceptable y debemos de hacer algo urgentemente, para corregir semejante anomalía.
A como ya antes les recomdé, formen su propio club de lectores de la Biblia en su parroquia y pidan la ayuda y orientación de su párroco, recuerden que los padres andan muy ocupados en muchas obras y actividades de su oficio, por lo tanto cooperen con ellos y no esperen que el padre resuelva todo lo que necesita atención; de esta forma uds. participaran siendo las manos del Señor.
(Mateo 6:9) Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; (10) venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. (11) Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; (12) y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; (13) y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.
La palabra de Dios es tan importante, que necesitamos una dosis diaria de ella; les recomiendo que tengan sesiones diarias de lectura Bíblica, de por lo menos 30 mins. al día; Nuestro Señor nos dice que debemos de pedirle al Padre todos los días que
nos de ese pan (la Palabra), que es tan vital a como es el aire que respiramos.
Confien en el Señor
(Eclesiástico 2:1) Hijo, si te llegas a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba. (2) Endereza tu corazón, manténte firme, y no te aceleres en la hora de la adversidad. (3) Adhiérete a él, no te separes, para que seas exaltado en tus postrimerías.
(4) Todo lo que te sobrevenga, acéptalo, y en los reveses de tu humillación sé paciente. (5) Porque en el fuego se purifica el oro, y los aceptos a Dios en el honor de la humillación. (6) Confíate a él, y él, a su vez, te cuidará, endereza tus caminos y espera en él.
ADVERNTENCIA_ Si te embarcas a servir a Cristo en tu vida, prepárate para muchas duras pruebas y tentaciones, que el adversario el Diablo, te pondrá en tu camino; el Diablo se perturba mucho cuando una de las almas que el creía pertenecía ya a él, decide seguir al Señor; Satanás te tentará como nunca antes lo habías experimentado, pero prepárate y armate con la Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, ora mucho y no te desanimes; no sólo estas siendo tentado por el Diablo, sino que también estas puesto a prueba para ver si tienes la materia necesaria para ser un soldado de Cristo.
El Pan de Vida
En esta parte de la Misa estamos recibiendo el Pan de Vida en su totalidad, como la Palabra de Dios y como el Cuerpo y Sangre del Señor; quizás pienses, ¿cómo es esto posible? Pues bien, es un misterio de Dios, permíteme ahora presentarte las evidencias.
(Apocalipsis 19:11) Vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco. El que lo monta se llama «Fiel» y «Veraz». Es el que juzga y lucha con justicia. (12) Sus ojos son llamas de fuego, tiene en la cabeza muchas coronas y lleva escrito un nombre que sólo él entiende.
(13) Viste un manto empapado de sangre y su nombre es: La Palabra de Dios.
(14) Lo siguen los ejércitos del cielo en caballos blancos, vestidos con ropas de lino de radiante blancura. (15) De su boca sale una espada afilada, para herir con ella a las naciones; él las gobernará con vara de hierro; él mismo pisará el lagar del vino de la ardiente cólera de Dios, el Todopoderoso.
(16) En el manto y en el muslo lleva escrito este título: «Rey de reyes y Señor de señores.» (17) Vi luego a un ángel parado sobre el sol, que gritó con voz potente a todas las aves que volaban por el cielo: «Vengan acá, reúnanse para el gran banquete de Dios.
¿Si Jesús es la palabra de Dios, no es entonces imprescindible el ponernos a estudiar las Escrituras, para así conocer mejor al Maestro? Será por eso que San Jerónimo, quien fue el que dio la primer Biblia (Católica) al mundo entero, llamada, “La Vulgata”, habiendo él compilado y traducido los escritos mas antiguos del Hebreo y el Griego al Latín; nos dijo, que “Ignorancia de las Escrituras, es ignorancia de Cristo.?
(Juan 1:1) Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. (2) Al principio estaba junto a Dios. (3) Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
Cristo es la Palabra de Dios, por la cual todo lo que existe fue creado; él es el fiel testigo del Padre, que en la noche que fue entregado nos dijo: (Mateo 26:26) Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: Tomad, comed, éste es mi cuerpo. (27) Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: Bebed de ella todos, (28) porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados.
Tenemos aquí la presencia verdadera de Cristo en la apariencia de Pan y Vino, que son su Cuerpo y Sangre la cual llamamos ahora, Sagrada Eucaristía, vimos antes que
Cristo es tambien la Palabra de Dios, o sea que Cristo el Redentor es verdadero Dios y verdadero hombre, la Palabra de Dios y el Pan de Vida; gloria a Dios.Decime hermana, o decime hermano, ¿no te alegra mucho que como Católicos podemos recibir la sagrada Eucaristía que es el Cuerpo y la Sangre de Cristo nuestro Salvador? ¿Comprendes ahora porque es tan importante prestar atención a las Lecturas y al Evangelio en al Misa? ¿No es Dios asombroso y maravilloso?
El coro ahora toca o canta el Aleluya, nos ponemos de pie y nos disponemos a escuchar la Palabra del Rey; me dicen que en Inglaterra cuando habla la Reina por la radio, las personas se ponen de pie en cualquier lugar que se encuentren, como señal de respeto a la Soberana. Pues bien, aquí estamos en la presencia del "Rey de Reyes y Señor de Señores", postrémosnos ante su majestad el Rey.
El Tono de Voz del Predicador
Si tomas en cuenta las circunstancias y lugares donde tubo que predicar Nuestro Señor, como por ejemplo cuando predicó el Sermón de la Montaña, podemos deducir que no habló en voz baja, mas bien debió de haber hablado en voz alta y clara; piensen en la voz de su Santidad el Papa Juan Pablo II, su voz era fuerte, convincente, agradable al oído y hablaba con autoridad.
La voz del predicador es muy importante, pues si alguien predica hablando en voz baja y en tono monótono, pues pondrá a dormir a la mitad de la congregación, en menos de 5 minutos; es cierto que no todos nacemos con una voz muy agradable, pero aun así debemos de hablar en voz alta y clara, hacer uso apropiado de las inflexiones y hacerlo con entusiasmo; en otras palabras, debe de haber un poco de Juan el Bautista en cada predicador, de manera que lo oigan bien y con claridad, aun los viejos que ya están quedando sordos.
Distracciones durante la Misa
(Job 1:1) Había una vez en el país de Us un hombre llamado Job: hombre cabal, recto, que temía a Dios y se apartaba del mal. (2) Le habían nacido siete hijos y tres hijas. (3) Tenía también 7.000 ovejas, 3.000 camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y una servidumbre muy numerosa. Este hombre era, pues, el más grande de todos los hijos de Oriente.
. ...(6) El día que los Hijos de Dios venían a presentarse ante Yavé, vino también entre ellos el Satán. (7 ) Yavé dijo al Satán: ¿De dónde vienes? El Satán respondió a Yavé: De recorrer la tierra y pasearme por ella. (8) Y Yavé dijo al Satán: ¿No te has fijado en mi siervo Job? ¡No hay nadie como él en la tierra; es un hombre cabal, recto, que teme a Dios y se aparta del mal! (9) Respondió el Satán a Yavé: Es que Job teme a Dios de balde?
¡Qué! ¿Satanás se presenta ante Dios? Pues bien, el libro de Job es considerado uno de los poemas o parábolas mas bellos en la historia de la humanidad; No obstante, sus lecciones son muy profundas y misteriosas, mucha gente ha tratado de descifrar en este libro, el misterio de que por qué existe el mal en el mundo, y porqué suceden cosas malas a la gente de Dios. Sin embargo la razón por la cual yo les presento este versículo, es para explicar el porqué podemos ser asaltados por malos pensamientos aun en la iglesia durante la Misa; el Diablo es simplemente muy osado y atrevido, y te tentará en cualquier lugar y a cualquier hora.
Si te distraes durante la Misa, esa será una oportunidad para ser tentado por Satán, puede ser que tu vista se deslice en la dirección incorrecta; puedes tener malos pensamientos, o te sentirás con sueño; en este momento debes de tomar acción inmediata, primero, trata de concentrarte de nuevo en la Misa y su contenido, utiliza una frase corta o eyaculación como: “Jesús te amo”, “Jesús en vos confió”, “Señor ten piedad de mi un pecador”, “Bendito sea el Señor”; “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”. O cualquier otra frase que te gusta, que sea corta de no mas de 5 o 6 palabras.
En vez de mirar lo que no debes, vuelve la vista hacia el Crucifijo en el centro del altar, o una imagen sagrada que haya en él; si no, cierra los ojos y da gracias a Dios por ser tan bueno con vos; dale gracias en el nombre (menciona el nombre o nombres) de tus hijos, o tus padres; combate la tentación y ordena a Satanás de hacerse a un lado. Y a como ya les dije, lean las Lecturas y el Evangelio del día, antes de llegar a la iglesia o antes de la Misa.
Involucraté en la celebración de la “Liturgia”, canta con el coro los himnos y cantos religiosos, ora con el resto de la congregación, responde las frases con toda la comunidad; no dejen al padre celebrando solo, demuestra tu amor por Dios por medio de actuar y ser un ejemplo para los mas jóvenes, hazles ver que tu estas ahí en cuerpo, mente y corazón presente en la Misa. Que Dios los bendiga por su cooperación y soporte!
Continuará....
Que Dios Padre, el Hijo y el Espíritu santo los bendiga, y que los santos Ángeles los protejan durante el día y cuando duermen, Amen!
Que la Santa Virgen María, los Santos del Cielo y los Ángeles rueguen a Dios por nosotros, Amen!
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"English Section"
Listen to Fr. Barron's commentary for Sunday 03/11/12
This blog is dedicated to my Lord and my God; my Savior and Redeemer; my Big Brother and reliable Friend; my Master and Teacher: Yeshua Hammashiach. =Jesus the Messiah.
The Liturgy of the Word
We'll continue now with the Liturgy of the Word, and if you haven't read the previous chapters of this series, please do so now, that way, you'll have a better understanding of the discussion at hand.
As always, I recommend you to read all the Bible verses presented here, in your own Bible, which will help you to get comfortable and familiar with reading the Scripture, in case, you are not already a good reader of the Word; have you ever wonder why so many Catholics abandon the Church?
Even though we are the Church founded by Christ himself, we have neglected the reading of the Bible, been that, the main reason why so many Catholics abandon the Church or attend other church denominations to get familiar with the Scripture, to me that's unacceptable, and it's something that needs immediate correction. Form your own Bible reading club in your parish, and ask your local priest for help; sometimes the priests are too busy attending many important chores related to their ministry and need the help of their parishioners, please cooperate with your local pastor and become more united with Christ.
(Matt. 6:9) Our Father who art in heaven, hallowed be thy name. (10) Thy kingdom come. Thy will be done on earth as it is in heaven.
(11) Give us this day our daily bread. (12) And forgive us our debts, as we also forgive our debtors. (13) And lead us not into temptation. But deliver us from evil. Amen.
The word of God is so important, that we need a good daily doze of it; I recommend you to have at least Bible reading sessions of 30 minutes daily; Our Lord tells us to ask every day for it (our Bread) to our heavenly Father, because it is as vital, as the air we breathe.
Trust in The Lord
(Sirach 2:) My child, when you come to serve the Lord,
prepare yourself for trials.
(2) Be sincere of heart and steadfast,
and do not be impetuous in time of adversity.
(3) Cling to him, do not leave him,
that you may prosper in your last days.
(4) Accept whatever happens to you;
in periods of humiliation be patient.
(5) For in fire gold is tested,
and the chosen, in the crucible of humiliation.
(6) Trust in God, and he will help you;
make your ways straight and hope in him.
WARNING___If you embark yourself on a journey with Christ, expect a lot of trials and temptations, that the 'adversary' the Devil, will throw at you; the Devil gets very agitated when one of the souls that he thinks belongs to him, decides to follow the Lord, he will tempt you like you've never been tempted before, but, be ready and arm yourself with the sword of the Spirit, which is the word of God; pray constantly and don't get discouraged; your are not only been tempted by the Devil, but also are under scrutiny to see, if you have what it takes to be a soldier of Christ.
The Bread of Life
In this central part of the Mass, we are receiving the Bread of Life in its fullness, as the Word of God and as the Body and Blood of our Redeemer; you might be thinking, how is this possible? Well it's the mystery of God, now let me present the evidence.
(Revelation 19:11) And I saw heaven opened, and behold a white horse; and he that sat upon him was called faithful and true, and with justice he judges and fights. (12) And his eyes were as a flame of fire, and on his head were many diadems, and he had a name written, which no man knows but himself.
(13) And he was clothed with a garment sprinkled with blood; and his name is called, THE WORD OF GOD. (14) And the armies that are in heaven followed him on white horses, clothed in fine linen, white and clean. (15) And out of his mouth proceeds a sharp two edged sword; that with it he may strike the nations. And he shall rule them with a rod of iron; and he treads the winepress of the fierceness of the wrath of God the Almighty.
If Jesus is the Word of God, isn't then indispensable that we study the Scriptures, to know our Lord even better? Is that the reason why St. Jerome, who gave the first Bible (Catholic) to the World, called the “Vulgate; since he compiled and translated the ancient Hebrew and Greek writings into Latin, told us that “Ignorance of the Scriptures, is ignorance of Christ.”?
(John 1:1 ) In the beginning was the Word, and the Word was with God, and the Word was God. (2) The same was in the beginning with God. (3) All things were made by him: and without him was made nothing that was made. (4) In him was life, and the life was the light of men.(5) And the light shines in darkness, and the darkness did not comprehend it.
Christ is the Word of God by which all that exists was created, he is the faithful witness of the Father. On the night he was betrayed he told us: (Matt. 26:26) While they were eating, Jesus took bread, and when he had given thanks, he broke it and gave it to his disciples, saying, “Take and eat; this is my body.”
(27) Then he took a cup, and when he had given thanks, he gave it to them, saying, “Drink from it, all of you. (28) This is my blood of the covenant, which is poured out for many for the forgiveness of sins. Here we have the real presence of Christ in the appearance of Bread and Wine, his Body and Blood which we now called the Holy Eucharist. Christ the Redeemer is true God and true man, the Word of God and the Bread of Life.
Tell me sister, tell me brother, aren't you exited to be able as a Catholic to receive the Holy Eucharist which is the Body and Blood of Christ our Saviour? Do you understand now why it is so important to pay attention to the Readings and the Gospel in the Mass? Isn't God awesome and marvelous?
Before the priest reads the Gospel, the choir sings or plays the Alleluia, and we all stand to hear the Word of the King; I think in England, when the Queen speaks on the radio, the people stand wherever they might be, as a sign of respect to her Majesty. Shouldn't we stand in the presence of the King of kings and Lord of lords?
The Tone of Voice Of the Priest
If we consider the circumstances and places where the Lord had to preach to the people, like when he gave the Sermon on the Mount, we can not think that he spoke in a soft tone of voice, but rather, in a loud and well spoken language; think of the voice of his Holiness The Pope John Paul II, his voice was strong, convincing, assertive, pleasant to the ear and with authority.
If the preacher speaks in a monotonous and weak tone of voice, that my friends, is a recipe for boredom; it is true that not everybody was born with a beautiful voice, but, we should try to speak loud and clear, making the proper inflections and with a show of enthusiasm; there should be a little bit of John the Baptist in every preacher, he should speak in a way that even the old people with hearing problems, could hear him well.
Distractions during the Mass
(Job 1:1) In the land of Uz there lived a man whose name was Job. This man was blameless and upright; he feared God and shunned evil. (2) He had seven sons and three daughters, (3) and he owned seven thousand sheep, three thousand camels, five hundred yoke of oxen and five hundred donkeys, and had a large number of servants. He was the greatest man among all the people of the East.
...(6) One day the angels came to present themselves before the LORD, and Satan also came with them. (7) The LORD said to Satan, “Where have you come from?”
Satan answered the LORD, “From roaming throughout the earth, going back and forth on it.”
(8) Then the LORD said to Satan, “Have you considered my servant Job? There is no one on earth like him; he is blameless and upright, a man who fears God and shuns evil.”
(9) “Does Job fear God for nothing?” Satan replied.
What! Satan comes in the presence of God? Well, the book of Job is considered one of the most beautiful poems or parables in the history of mankind; never the less, its lessons are good and mysterious, many people have try to decipher in it, the mystery of why evil exists in the world, and why bad things happen to the people of God. The reason I present this verse here though, is to explain why we could have bad
thoughts even in the church and during the holy Mass; the Devil is very daring and will tempt you everywhere and at any time.
If you get distracted during the Mass, that will be an opportunity for Satan to tempt you, your eyes might go wandering in the wrong direction; you might have bad thoughts, or you might feel sleepy; at this moment you must take some action, first, try to focus on what's happening in the Mass, have some phrases or ejaculations that you can repeat to help you focus on the Liturgy again, like mentally repeating: "Jesus I love you", "Lord I trust in you", "Lord have mercy on me", "blessed be God"; "Glory be to the Father, the Son and the Holy Spirit." Or any other phrase that you like, of no more than 5 or 6 words.
Instead of looking at what you are not supposed to look, set your eyes on the Crucifix or the image of the Lord on the altar; if not, close your eyes and give thanks to God for being so good to you; give thanks in the name (mention the name or names) of your children or parents; fight the temptation and tell Satan to stand behind you. And as I already told you, read the Readings and the Gospel of the day, before going to the church, or right before the Mass.
Get yourself involved in the celebration of the “Liturgy”, sing the hymns and songs, with the choir, pray the prayers with the rest of the congregation; answer the phrases with the whole community, don't leave the priest alone, show your love of God by acting as an example to the youngsters, show them that you are bodily and mentally present in the Mass. God bless you and thank you for your support.
Will continue....
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Lecturas del Domingo 02/26/12, 1er Domingo de Cuaresma, ciclo "B"
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Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (20,1-17):
En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí. No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y bisnietos, cuando me aborrecen. Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos. No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso.
Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el sábado para santificarlo. Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos.
Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.»
Palabra de Dios
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Salmo
Sal 18,8.9.10.11
R/. Señor, tú tienes palabras de vida eterna
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor
es fiel e instruye al ignorante. R/.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.
La voluntad del Señor
es pura y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.R/.
Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila.R/.
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Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,22-25):
Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para lo judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados –judíos o griegos–, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Palabra de Dios.
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Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (2,13-25):
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?»
Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»
Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
Palabra del Señor
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Comentario del Domingo 03/04/12
Comentario del Hermano Jose María Vegas, cmf
(propiedad de www.Ciudad Redonda.org)
Defender a Dios para defender al hombre
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El Evangelio de hoy comienza con un gesto sorprendente de Jesús. Algunos se pueden escandalizar de que el Mesías del amor y la mansedumbre se deje llevar de repente por un arrebato de ira y de violencia. Otros, en cambio, celebran el gesto y lo interpretan como un claro alegato a favor del uso legítimo de la violencia, incluso en defensa de valores religiosos. Sin embargo, ni el texto ni el contexto permiten interpretar este episodio en términos de ira, menos aún de violencia. No se trata de dirimir aquí el espinoso problema del uso legítimo de la violencia: la doctrina de la Iglesia al respecto, pese a todas las dificultades específicas que hoy entraña la cuestión, es clara y sigue siendo válida (cf Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 2307-2317). Pero no parece admisible que aquí se trate de una explosión de cólera, en la que Jesús no pudo controlarse; ni tampoco puede hablarse de un acto de violencia en sentido estricto. Se trata más bien de un acto de purificación del templo, cargado de simbolismo y de connotaciones para el mismo Jesús y para sus seguidores.
El gesto de Jesús no es tampoco un alegato contra el comercio o las actividades financieras como tales. El que se vendieran animales para la celebración de la Pascua, y el que hubiera cambistas de moneda en un momento de gran afluencia de fieles de todas las partes del mundo no puede considerarse algo anómalo. El problema estaba en que vendedores y cambistas habían invadido poco a poco el espacio del Templo, es decir, habían ocupado el lugar reservado exclusivamente para Dios. Y al quitarle a Dios su lugar propio, hacían esas actividades no sólo estériles (al perder su sentido religioso), sino verdaderas profanaciones sacrílegas, que en eso consiste poner cualquier cosa, incluido a uno mismo, en el lugar de Dios.
Con su gesto purificador, Jesús restablece el sentido verdadero de lo religioso, el templo como lugar de encuentro con Dios, y la pureza de la Ley que ese templo y aquellos ritos, deformados por la idolatría del dinero, representaban. Al defender el lugar sagrado, la posibilidad de encontrarse con Dios en la casa de oración, al defender, en suma, la santidad de Dios, Jesús está purificando al mismo tiempo la causa del hombre, que es la imagen de Dios.
El texto del Éxodo, en que Dios da al pueblo las diez Palabras, que expresan su santidad y su voluntad de salvación para con el hombre, arrojan mucha luz sobre el pasaje evangélico. Dios se presenta como un salvador y liberador incondicional: transmite su ley al pueblo, no como condición de la liberación, sino después de haberlo liberado. Los primeros mandamientos proclaman la unicidad, santidad y celo de Dios. Nada ni nadie puede ponerse en el lugar de Dios, ni usar su nombre para fines cualesquiera, antes bien, el hombre debe reconocer e inclinarse ante este Dios que lo bendice y lo salva. Tras esos primeros tres mandamientos, expresados con detalle y solemnidad, se desgranan con rapidez lacónica las consecuencias de la fe y el verdadero culto: si el hombre reconoce a Dios, habrá de reconocer necesariamente al hombre y, en primer lugar, a los que mejor representan al Dios creador para él: sus propios padres.
Después, como consecuencia necesaria de haber desterrado la idolatría (la divinización de lo mundano, la absolutización de lo relativo) y de haber reconocido al único Dios, quedan desterradas también la violencia homicida, la infidelidad, el robo, la mentira, la codicia y la envidia… En suma, todo lo que envilece al hombre y empaña la obra de Dios. Vemos que defender la causa de Dios es el mejor modo de defender la causa del hombre. Por el contrario, cuando cosas ajenas (el dinero o el poder, la libertad, el bienestar y el placer, el saber, cosas en principio buenas si están donde deben) ocupan el lugar de Dios, se desatan fuerzas diabólicas que desafían a Dios y producen aquello que la santidad de Dios había prohibido y exorcizado: la muerte, la falsedad, la codicia, la soberbia… Y el hombre, así encumbrado, acaba destruyéndose a sí mismo.
Es verdad que el hombre ha cometido y sigue cometiendo esas acciones abominables no sólo como expresión de su debilidad y su propia maldad, sino incluso, con demasiada frecuencia, en el nombre de Dios (o de otros valores que han querido ocupar su lugar). En todos estos casos, se tergiversa la imagen de Dios, se abusa de su santo nombre y, por mucho que se pretenda lo contrario, no se le tributa el culto debido. Pero es precisamente por esto por lo que el gesto de purificación de Jesús, incluso a riesgo de entenderse mal (como un arrebato de ira), es imprescindible. Es preciso rescatar el espacio propio de Dios, gracias al cual el hombre se descubre a sí mismo en su dignidad, descubre en los demás la imagen de Dios y la exigencia del respeto y la benevolencia.
Comprendemos, a la luz de los mandamientos, que hay una profunda lógica en ese acto de purificación que trasciende con mucho el episodio de los cambistas y los vendedores de palomas. La purificación siempre es un proceso doloroso, difícil. En primer lugar, porque parte de una situación de impureza que no siempre estamos dispuestos a reconocer, y exige renuncias para las que no siempre estamos preparados. La necesidad nos purifica del apego a lo superfluo (tal vez aquí podríamos ver una oportunidad positiva de la crisis que padecemos); la enfermedad nos purifica de la autosuficiencia, y así sucesivamente. En segundo lugar, porque los medios purificadores nunca son livianos.
Basta pensar en la lejía o el fuego. La misma agua, que parece más inocente, cuando purifica de verdad no es tampoco inane. De hecho, el agua del Bautismo es una participación en la muerte de Cristo. Y es de esto mismo de lo que habla Jesús cuando, increpado por sus adversarios, justifica su acción: el verdadero templo (del que el de Jerusalén es sólo figura provisional), el lugar de la plena comunicación con Dios, en el que se puede orar en espíritu y verdad, es el mismo Cristo, su cuerpo. Y es ese templo-cuerpo el que ha de ser purificado con la purificación de la muerte.
El Cristo crucificado, escándalo para los espíritus delicados, necedad para los entregados a los ídolos de este mundo, es la fuente de una sabiduría que nos purifica definitivamente de todos los falsos dioses y restituye nuestra dignidad. Porque el templo que ha de ser purificado es también el templo que somos cada uno de nosotros y que, si lo miramos bien y sinceramente, también se ha ido llenando de animales y cambistas, que le roban el espacio a Dios. No seremos unos canallas, vale; incluso podemos decir que somos “buenas personas”. Pero, ¿estamos seguros de no haberle robado a Dios, poco o mucho, el espacio que le pertenece sólo a Él? Porque, repitámoslo, nosotros mismos somos templos de Dios, en los que habita, o quiere habitar el Espíritu Santo, el Espíritu de Jesús.
Si vivimos como olvidados de Dios, los cambistas de un género u otro irán invadiendo el terreno del lugar sagrado. Y al hacerlo, iremos perdiendo sensibilidad no sólo para Dios, sino también para el bien debido a los hombres, también templos e imágenes de Dios; abriremos espacios en los que intereses mezquinos, egoísmos pequeños o grandes, iras y fobias enquistadas, dosis más o menos grandes de odio, etc. (cada cuál que se examine) se irán adueñando de la escena.
Si todo esto es así, no sería malo que nos dejásemos sacudir por el látigo de Jesús, por el agua bautismal de la purificación, por el fuego del Espíritu, por el sacramento de la reconciliación. Puede ser que pasar por ese trago desbarate un poco nuestros enquistados esquemas, pero será un ejercicio saludable de renovación y de profundización que nos ayudará a entrar en la lógica de esa sabiduría de la cruz, de una muerte por amor que nos limpia de todos nuestros pecados, nos enseña que el sentido de la vida y el verdadero culto a Dios está en la entrega generosa de la propia vida, y nos va preparando a la plena participación (litúrgica dentro de unas semanas, existencial a lo largo de nuestra vida cristiana, definitiva tras la purificación de la muerte) en la vida de la Resurrección que Jesús nos ha prometido y ha conquistado ya para todos los que creen en Él y se dejan purificar por Él.
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