Sunday, December 11, 2011

¿Qué Tan Aburrida Es La Misa? (Part 5)


¿Qué Tan Aburrida Es La Misa? (Parte 5)
How Boring is the Mass? (Part 5)



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Este blog es dedicado a mi Señor y mi Dios; mi Salvador y Redentor; mi Hermano Mayor y Amigo que nunca falla; mi Maestro y Rey: Yeshua Hammashiach = Jesús el Mesías.


Todos y cada uno de nosotros estamos llamados a ser evangelizadores; ud. Puede evangelizar por medio de recomendar este blog a otros hermanos. Por favor hágalo así, y será bendecido abundantemente.

Continuaremos ahora con la serie “Que Tan Aburrida es la Misa?” Dedicaremos el primer párrafo al ‘Leccionario’; a como habrán notado, recién comenzamos un nuevo ciclo o ‘Año Litúrgico’ el cual comenzó 4 Domingos antes de Navidad, conocido este tiempo como ‘Época de Adviento’.

El color de la "casulla" del sacerdote en esta temporada de Adviento es de color morado o púrpura, pero será rosada para el tercer Domingo de Adviento, también conocido como ‘Gaudete’ (del Latín: alégrense), y será una 'casulla' blanca/dorada para la Misa del día de Navidad. El color morado significa penitencia, y el color blanco y el rosado significan alegría.

El Año Litúrgico se divide en épocas de Adviento, Navidad, Cuaresma, Triduo, Resurrección y Tiempo Ordinario  (que no es ordinario por ser sin valor, sino que está fuera de las grandes celebraciones de la Iglesia). Recién comenzamos el pasado mes de Noviembre, el ciclo litúrgico “B”, para las misas del Domingo, las cuales basaran las lecturas del Evangelio en el libro de Marcos (la mayoría de las veces).

Las Misas de entre semana siguen solamente dos ciclos designados como: ‘Ciclo I” y “Ciclo II”; el “Ciclo I” es para los años terminados en números impares, y el “Ciclo II” se usa en los años terminados en números pares como, 2000, 2012, etc.

Las siguientes figuras les darán una mejor definición sobre el significado de los colores de la casulla del sacerdote, que se usan durante todo el ‘Año o Ciclo Litúrgico”; el color Negro, se usa a veces para funerales y el color azul para las Misas dedicadas a Nuestra Señora, solamente en América Latina (y creo que en España, dispensenme amigos Andaluces si me equivoqué aquí), este color (azul) no se utiliza del todo en USA.

La Casulla

La Casulla va sobre el alba y es la indumentaria litúrgica propia del sacerdote. Al revestirse con ella, el sacerdote reza: “Oh Señor, que dijiste: ‘mi yugo es suave y mi carga ligera', haced que sea capaz de llevar esta vestimenta dignamente, para alcanzar vuestra gracia”.






Los ciclos Litúrgicos

El calendario litúrgico sigue un ciclo de tres años, cada año es representado por las letras “A” (en el cual se lee el Evangelio de Mateo); letra “B” (Evangelio de Marcos), y letra o ‘Ciclo “C” (Evangelio de Lucas); el Evangelio de San Juan se lee mayormente durante la Cuaresma.

Se dice que en tres años habremos leído una gran parte de la Biblia, pero en realidad no se lee ni la mitad de ella, por eso yo siempre les recomiendo que formen su propio ‘club de lectores de la Biblia’ en su propia parroquia, para que sean mejores Católicos y conocedores de las Escrituras. La gran mayoría de pasajes difíciles de la Biblia no se tocan del todo por la Iglesia, por lo tanto hay que leer la Biblia más a fondo para conocer mejor todos los ‘libros’ que componen el Antiguo y Nuevo Testamento.

La Primera Lectura es usualmente del Antiguo Testamento o del libro de Los Hechos de los Apóstoles. La Segunda Lectura, la mayoría de las veces no se relaciona ni con la Primera Lectura, ni con el Evangelio, y se toma de las Cartas de San Pablo; seguiremos ahora con la secuencia de la Misa que comenzamos en los otros capítulos de la serie.

Quedamos anteriormente en el ‘Acto Penitencial’, pasamos ahora al ‘Gloria’, himno que la mayoría de las veces es cantado por toda la congregación, debo decir que el Gloria se omite durante el Adviento y la Cuaresma, pero se canta de nuevo en Navidad y el Domingo de Pascua o Resurrección.

(Lucas 2:8) Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Angel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
(10) El ángel les dijo: No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: (11) os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; (12) y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. (13) Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: (14) Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.


(Lucas 19:38) Bendito el Rey que viene en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en las alturas.

(Juan 1:14) Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.

(1 Timoteo 1:17) Al Rey de los siglos, al Dios inmortal, invisible y único, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

(Apocalipsis 5:13) Y toda criatura, del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, y todo lo que hay en ellos, oí que respondían: Al que está sentado en el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y potencia por los siglos de los siglos.

(Apocalipsis 19:1) Después oí en el cielo como un gran ruido de muchedumbre inmensa que decía: ¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios.

A como pueden ver, el “Himno de Gloria” se basa en las Escrituras, de manera que de ahora en adelante, sabrás que cuando cántes el “Gloria” en la Misa, estás orando con la Biblia.

El Gloria

Gloria a Dios en el Cielo,
y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria,
Te alabamos,
Te bendecimos,
Te adoramos,
Te glorificamos,
Te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso.
Señor Hijo Único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre,
Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros,
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestras súplicas,
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros,
porque solo Tú eres Santo,
sólo Tú, Señor,
sólo Tú, Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la Gloria de Dios Padre. Amén.


La Oración Colecta

Ahora pasamos a la Oración de Apertura llamada ‘Oración Colecta’, aunque esta es una oración corta de sólo una frase, es tan poderosa como la dinamita, y nos entona con el misterio (la Eucaristía) en el cual participamos hoy. La Oración Colecta se compone de 1) Saludo y admisión de quién es Dios, 2) una cláusula corta que hace referencia a las características del Señor (cómo es él), 3) una petición y 4) conclusión y saludo a la Trinidad.

Las ideas y palabras de la ‘Oración Colecta’ tienen su origen en la Sagrada Escritura y la Tradición, les mostraré ahora un par de ejemplos de ‘Oración Colecta’, para aclarar lo que les he descrito hasta ahora.

(Ejemplo 1)
Dios todopoderoso, haz que tu Iglesia sea siempre una familia
santa, congregada en la unión del Padre, del Hijo y del Espíritu, que
manifieste al mundo el misterio de tu unidad y de tu santidad y lo
conduzca a la perfección de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.


(Ejemplo 2)
Dios todopoderoso y eterno, que reúnes lo que está disperso y
conservas lo que has unido, mira con amor al pueblo de tu Hijo, para
que, cuantos han recibido un mismo bautismo, vivan unidos por la
misma fe y por el mismo amor. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.



Continuará…

Que Dios Padre, el Hijo y el Espíritu santo los bendiga, y que los santos Ángeles los protejan durante el día y cuando duermen, Amen!

Que la Santa Virgen María, los Santos del Cielo y los Ángeles rueguen a Dios por nosotros, Amen!

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"English Section"



This blog is dedicated to my Lord and my God; my Savior and Redeemer; my Big Brother and reliable Friend; my Master and Teacher: Yeshua Hammashiach. =Jesus the Messiah.


All and each one of us, are called to be evangelists; you could evangelize others, by just referring them to this blog. And please do so and you will be blessed.

We’ll continue now with the series ( How boring is the Mass?). The first paragraphs will be dedicated to the “Lectionary”; as you might have noticed, we just began the new cycle or “Liturgical year” which starts 4 Sundays before Christmas, better known as the “Advent Season”. The color of the priest robe for the “Advent season” is purple, but, it’ll be pink for the 3rd Sunday of Advent (also known as “Gaudet Sunday”), and white for the Christmas Mass. The color purple signifies penitence, the white purity and the pink joy.

The Liturgical Year

The Liturgical Year is divided into Advent, Christmas, Lent, Triduum, Eastern, and Ordinary Time (which is not ordinary as common, but it means other than the especial times of celebration). We just started (on November of 2011) the “B” cycle for the Sunday Mass, which will present us with the readings from the gospel according to Mark, (most of the time).

The Mass celebrated during the week days, just follows cycles I and II; cycle I is for the odd number years, (like 2009, 2011); and cycle II is for the even number years like 2000, 2012, etc.

The following pictures will give you a better definition and idea of the different colors of the priest’s chasuble, during the whole “Liturgical Year”.








The liturgical calendar follows a three year cycle, each year been represented by the letters “A” (the gospel will be mostly from Matthew); “B” (most of the time will present the gospel of Mark) and “C”(the gospel of Luke); The gospel of John is read during the Lent season and Eastern. It is said that in three years we cover most of the Bible, but in reality we leave a lot of reading untouched; that’s why I always recommend you, to form or start your own “Bible reading Club” in your church, so you could become a better Catholic and knowledgeable of the Holy Scripture.

The First Reading is usually from the Old Testament or The Acts of the Apostles.
The Second Reading most of the time is not related to the First Reading or the Gospel, and it is usually taken from the letters of St. Paul. Having said that, we’ll move on now to continue with the sequence of the Mass.

The Gloria (Glory)

We left the last chapter with the Penitential Act, now we move on to the “Gloria” (Glory), which most of the time is sung by the whole congregation, the “Gloria” is omitted during Advent and the Lent Season, but is sung again on Christmas and Eastern Sunday.

(Luke 2:8) (8) Now there were shepherds in that region living in the fields and keeping the night watch over their flock. (9) The angel of the Lord appeared to them and the glory of the Lord shone around them, and they were struck with great fear. (10) The angel said to them, “Do not be afraid; for behold, I proclaim to you good news of great joy that will be for all the people. (11) For today in the city of David a savior has been born for you who is Messiah and Lord. (12) And this will be a sign for you: you will find an infant wrapped in swaddling clothes and lying in a manger.” (13) And suddenly there was a multitude of the heavenly host with the angel, praising God and saying:
(14) “Glory to God in the highest and on earth peace to those on whom his favor rests.”


(Luke 19:38) "Blessed is the king who comes in the name of the Lord!" "Peace in heaven and glory in the highest!"

(John 1:14) The Word became flesh and made his dwelling among us. We have seen his glory, the glory of the One and Only, who came from the Father, full of grace and truth.

(1 Timothy 1:17) Now to the King eternal, immortal, invisible, the only God, be honor and glory for ever and ever. Amen.

(Revelation 5:13) Then I heard every creature in heaven and on earth and under the earth and on the sea, and all that is in them, singing: "To him who sits on the throne and to the Lamb be praise and honor and glory and power, for ever and ever!"

(Revelation 19:1) “After this I heard what sounded like the roar of a great multitude in heaven shouting: "Hallelujah! Salvation and glory and power belong to our God.”

The Gloria is based on the previous biblical passages, from now on, when you sing the Gloria, you’ll know that you are praying with the Bible.

Glory

Glory to God in the highest,
and on earth peace to people of good will.
We praise you, we bless you,
we adore you, we glorify you,
we give you thanks for your great glory,
Lord God, heavenly King,
O God, almighty Father.
Lord Jesus Christ, Only Begotten Son,
Lord God, Lamb of God,
Son of the Father,
you take away the sins of the world,
have mercy on us;
you take away the sins of the world, receive our prayer;
you are seated at the right hand of the Father, have mercy on us.
For you alone are the Holy One,
you alone are the Lord,
you alone are the Most High,
Jesus Christ, with the Holy Spirit,
in the glory of God the Father. Amen.


Like we already said, the 'Gloria' is omitted, during the seasons of Advent and
Lent, but sung on Christmas, Eastern and the rest of the ‘Ordinary Time’.
This ends the ‘Introductory Rites and now we'll start with the 'Collect Prayer' which has been also called the 'Opening Prayer'; this prayer even though is short, is as powerful as dynamite, its structure is considered to be a single sentence that attunes the mind and heart of the believer to the mystery at hand.

The Collect Prayer

The Collect prayer is composed of 1) and address, 2) a short relative clause describing God, 3) a petition and 4) the conclusion address to the Trinity. The source of the words of the 'Collect prayer' is in the Scripture and Tradition, let me present you a couple of examples, which you probably recognize and which will make clear what I just described to you.

(First example)
Oh God, who trough the grace of adoption
Chose us to be children of light,
Grant, we pray
That we may not be wrapped in the darkness of error
But always be seen to stand in the bright light of truth
Through our Lord Jesus Christ, your son, who
Live and reigns with you in the
Unity of the Holy Spirit
One God for ever and ever. Amen.


(Second example)
Almighty Father
who gave your only Son to die for our sins and to rise for our justification:
Give us grace so to put away the leaven of malice and wickedness,
that we may serve you in pureness of living and truth;
through Jesus Christ your Son our Lord, who lives and reigns with you and the Holy Spirit, one God, now and forever. Amen.


Will continue...

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Sunday, November 20, 2011

¿Qué Tan Aburrida Es La Misa? (Part 4)


¿Que Tan Aburrida Es La Misa? (Parte 4)
How Boring is the Mass? (Part 4)



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La palabra “liturgia” quiere decir rendir adoración (a Dios) en público, o servicio de culto público; sin embargo, de forma más exacta, se refiere a los ritos de la Misa, o la Misa en sí; esta palabra es de origen Griego como “leitourgia”, la cual es una palabra compuesta de “leitos” (público) y “erxo” (hacer). De ahora en adelante, cuando mencionemos la liturgia, nos estaremos refiriendo a la Misa, o parte de ella.

Continuaremos ahora con la Misa, además del Leccionario (libro de las Escrituras, leídas en la Misa) tenemos en el altar otro libro llamado el Misal Romano, este libro es utilizado exclusivamente por el sacerdote, y contiene el orden apropiado de todas las oraciones de la Misa, y la secuencia apropiada de la liturgia; el Misal Romano presenta tres opciones de oración al sacerdote, de acuerdo a la época del año o ciclo litúrgico. (Hablaré sobre el ciclo litúrgico más adelante.)

Les daré ahora un ejemplo de las opciones de oración presentadas al sacerdote en el Misal Romano.

Opción “A”
(Sacerdote): Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la fraternidad del Espíritu Santo estén con Uds.
(Todos): Y con tu espíritu.

Opción “B”
(Sacerdote): Que la gracia y paz de Dios nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo este con Uds.
(Todos): Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo.
O, (todos) Y con tu espíritu.

Opción “C”
(Sacerdote): Que el Señor este con Uds.
[O (un Obispo): La Paz sea con vosotros (Uds.)]
(Todos): Y con tu espíritu.

De ahora en adelante usaré solamente la “opción A” para ilustrar nuestra discusión, y hacer así mas fácil avanzar el tema.
Estén Uds. Seguros de que la Misa es bíblica desde el comienzo hasta el fin; en otras palabras, está basada en los preceptos de Dios y sigue los principios ceremoniales enseñados a Israel, de cómo rendir homenaje y adoración (culto) a Dios.

Como nota de información, les digo que aunque la palabra “culto” en Español, se parece mucho a la palabra “cult” en Inglés, no se les da el mismo significado; en Español esta palabra tiene un sentido positivo o correcto, sin embargo en Inglés, tiene una connotación negativa, y se aplica a rendir homenaje y devoción a ídolos o practicar una falsa religión por parte de un pequeño grupo de personas; en Español para darle un significado negativo tendríamos que agregar un adjetivo como: "culto indebido”; “culto superfluo” o “culto supersticioso”.

Regresando ahora a nuestro tema, les explicaré una de las “opciones de oración” presentadas arriba, tomemos por ejemplo la “opción A”, esta frase es tomada de la carta del apóstol Pablo a (2 Corintios 13:13), la cual es un saludo muy común del hermano Pablo y que refleja el espíritu Cristiano que impregna la liturgia. La “opción B” es tomada directamente de (Romanos 1:7), que refleja cómo la Iglesia Católica ha seguido el mismo patrón de celebración y tradición a través de los siglos de su existencia, existencia que no es garantizada por la santidad de sus sacerdotes ni feligreses sino, por la promesa de su fundador, Señor y salvador el Señor Jesucristo quien dijo: (Mateo 16:18) “Tu eres Pedro, y sobre esta piedra fundaré mi Iglesia, y las puertas (los poderes) del infierno, no prevalecerán contra ella.”

Y para completar, les digo que la frase de la “opción C”, es tomada directamente del libro de Rut, (Rut 2:4) “Entonces llego Booz de Belén y llegó
a saludar a los trabajadores de la cosecha diciéndoles, “Que el Señor sea con Uds.!” Y ellos contestaron, “que el Señor te bendiga.”


Habrán ocasiones en la cual el sacerdote bendecirá el agua, que se pone en los receptáculos en las entradas de la iglesia, pero la mayoría de las veces esto se hace en las misas de a mediados de semana o cuando sea necesario.

Reconocemos que somos pecadores, por lo tanto nos presentamos al altar de Dios o trono de gracia, a pedir al Señor que nos perdone nuestras transgresiones, cure nuestras almas, cuerpo y mente; basamos nuestra confianza en “la gracia de Dios”, la cual es un regalo de nuestro Padre Celestial a todas sus criaturas, que al igual que el padre de la parábola del Hijo Pródigo, no reprocha al hijo arrepentido, sino que lo abraza con amor y sin pre-condición; no porque seamos dignos de ello sino por los méritos de su Único Hijo, nuestro Señor Jesús.

(Hebreos 4:16) “Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna.”

Somos uno en Cristo por medio de la hermandad del Espíritu Santo, sabemos que la gracia es una comunión personal y de amistad con Dios, que es una participación en la vida de Dios, basados desde la raíz en la fe, la esperanza y el amor. Nunca olvidemos que la naturaleza de Dios es amor y basados en tal entendimiento, acerquémonos a El sin temor, más bien con la confianza de un niño pequeño que se abalanza a abrazar a su amoroso padre.

¿Que significa la “hermandad del Espíritu”? Es la sanación y santificación que el Espíritu realiza en los seguidores de Cristo; somos unidos a la Santa Trinidad por medio de la acción ordenada del Espíritu, quien pone orden y disciplina a nuestras acciones, lo cual a su vez nos proporciona paz y consolación (alivio a las penas, o estoicismo a nuestro espíritu). No tratemos de luchar por nuestra propia fuerza, más bien rindámonos al Espíritu de Dios, para lograr la comunión con Dios.

Aunque es cierto que fuimos creados por Dios quien todo lo que hace es bueno, sin embargo debido a nuestra libre voluntad, hemos caído (no sólo Adán y Eva) muchas veces por el camino malo y pecamos contra Dios. (Lucas 18:10) Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. (11) El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: "¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. (12) Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias."

(13) En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!" (14) Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.


El Acto Penitencial

El sacerdote invita a los fieles al arrepentimiento:
Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.
Tras un breve silencio, todos reconocen sus pecados con la oración:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Llevando la mano al pecho, dicen:
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Luego prosiguen:
Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios nuestro Señor.
El sacerdote concluye con la absolución:
Dios todopoderos tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde:
- Amén.

Nos humillamos (es decir de forma humilde ante Dios) ante el Señor y confesamos públicamente nuestras faltas, para que nuestros pecados veniales sean perdonados por Dios; por favor, no confundan el “Acto Penitencial” con, confesarse directamente con Dios, a como lo enseñan las iglesias Protestantes; por favor tengan siempre en mente, que las parábolas del Señor son sólo una ilustración que El utiliza para darnos una lección, pero que no pueden ser interpretadas al pie de la letra, de lo contrario terminaríamos haciendo lo contrario de lo que El nos ha enseñado, por medio de usar ejemplos de la vida cotidiana.

En la parábola anterior del Fariseo y el Publicano, el Señor son enseña a no juzgar basados en nuestros prejuicios o percepción errada que tengamos de las otras personas; también nos enseña a ser humildes y no pretensiosos de grandeza y justicia, pues siempre caeremos cortos de la santidad de Dios. El Señor es el único que puede juzgar y justificarnos, pues El es el único Dios lleno de misericordia y bondad.

Cuando vamos con el doctor, le decimos nuestros síntomas y como nos sentimos, o si no, ella nos preguntará que es lo que nos aqueja; pues es lo mismo con el Acto Penitencial porque a como nos dice el apóstol Santiago (Santiago 5:16):“Si confesamos nuestro pecados, seremos sanados (o justificados)”. Es prudente aquí recordar que no todos nuestros pecados son de la misma intensidad, a como nos enseña la Iglesia, hay pecados veniales, graves y mortales (hablaré con más profundidad sobre ello, en un artículo futuro).

Les daré ahora algunos ejemplos sobre diferentes grados de faltas o pecados; (por favor mantengan en mente que dije ejemplos o analogías, y no descripción exacta). Si al Ud. Ir manejando se cruza una luz roja, Ud. Ha cometido una falta o violación de la ley de Trafico del estado, y será castigado con una multa.

Aunque Ud. Sea una persona muy buena, si se le olvida pagar sus impuestos se meterá en problema con el gobierno, por eso mejor pague sus impuestos más las multas e intereses que deba al estado, o lo amenazaran con ir a la cárcel.
En los dos ejemplos anteriores Ud. No ha cometido un crimen, sino una violación of falta que puede ser corregida o pagada de forma simple, sin necesidad de ir a la corte a enfrentar al juez y hasta un jurado. Ud. Públicamente ha aceptado su responsabilidad y ha corregido la situación y promete no hacerlo de nuevo.

Supongamos ahora de que hay una persona que mata a alguien (homicidio), o que roba un banco, o que comete una violación sexual contra otra persona. ¿Cree Ud. Que la persona de este último ejemple merece sólo pagar una pequeña multa e irse tranquilamente a casa?
En este último ejemplo, es necesario que la persona que ha cometido cualquiera de los crímenes mencionados, se consiga un abogado, pues esa persona será llevada ante el juez y jurado y probablemente (si no tiene dinero) será mandado a la cárcel por ser un riesgo y peligro a la sociedad. Si la ley imperfecta de los hombres puede distinguir entre diferentes grados de violación o crimen, ¿no cree Ud. Que la ley de Dios es aun infinitamente mejor que eso?

Nuestro abogado ante Dios es Cristo el Señor, quien a la misma vez es el Justo Juez, y quien ha dejado a sus apóstoles (y sus seguidores los sacerdotes) como representantes suyos “in persona Christy”, para que ejerzan su función de perdonar o no nuestros pecados, con el fin de que nosotros nos libremos de morir fuera de la gracia de Dios. Si Ud. confiesa sus pecados directamente a Dios, lo que está diciendo es que Ud. no cree que Cristo tiene el poder de investir su autoridad a la Iglesia, pues Ud. sabe más y mejor que El. ¿Eres tu un Fariseo o Escribano? (Marcos 2:7) ¿Por qué éste (Jesús) habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?

Una vez dicho el Acto Penitencial, pasamos a pronunciar la oración de desagravio, llamada simplemente “el Kyrie”, esta es una palabra Griega que significa “Señor”, y “Kyrie eleison” es “Señor ten piedad”; algunos expertos en la Biblia creen que la raíz de esta palabra o expresión está en (1 Crónicas 16:34) ¡Dad gracias a Yavé, porque es bueno, porque es eterno su amor (misericordia)!. De aquí se hace una relación a la expresión del Publicano de la parábola anterior que dijo: "¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!". Esta expresión de “Kyrie eleison” es usada también en la liturgia de los Anglicanos, Luteranos y Ortodoxos, lo cual confirma su importancia para la iglesia en general.

(Sacerdote) Kyrie, eleison     (Todos): Kyrie, eleison.
(Sacerdote): Christe, eleison     (Todos): Christe, eleison.
(Sacerdote): Kyrie, eleison.    (Todos): Kyrie, eleison.

El Kyrie además de decirse en Griego, también se puede decir en el idioma vernáculo (local) del país, en donde estamos.

(Sacerdote): Señor, ten piedad.    (Todos): Señor, ten piedad.
(Sacerdote): Cristo, ten piedad.    (Todos): Cristo, ten piedad.
(Sacerdote): Señor, ten piedad.    (Todos): Señor, ten piedad.

Concluimos así el Acto Penitencial, y recuerden que muchas veces se excluye la oración del Acto Penitencial y sólo se dice el “Kyrie”.

En Hebreo hay tres palabras para expresar “misericordia” o “piedad”, tenemos “rahoum” la cual es la ternura de la madre por su niño; “hanoum” es la misericordia del rey, (Salmo 41:5) “Yo he dicho: ¡Tenme piedad, Yavé, sana mi alma, pues contra ti he pecado!”. Y por ultimo “hesed” que es la palabra que los teólogos usan como la “gracia”, pues significa ternura amorosa, misericordia testamental. Los Judíos tenían una maravillosa noción de la misericordia de Dios. Debido al testamento (alianza) que Él había hecho con el pueblo Judío, ellos tomaban su fidelidad como ineludible, sin importar que falta ellos cometieran, pues Dios siempre los perdonaría, (Isaías 54:10) "Porque los montes se correrán y las colinas se moverán, mas mi amor de tu lado no se apartará y mi alianza de paz no se moverá dice Yavé, que tiene compasión de ti."

Nuestro estado de pobreza espiritual (desgracia), nos hace merecedores de la misericordia de Dios. Vivimos en un mundo desesperado de misericordia, nuestra Iglesia es un centro donde nos reunimos y nos reconocemos pecadores, a pedir la misericordia divina; como Católicos estamos llamados a llevar esa misericordia a todos nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo, trayéndoles el bálsamo de Cristo, su amor y su paz, como testigos suyos que somos. (Hechos 1:8) “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.” Por favor noten que somos testigos de Cristo.

Continuará…


Que Dios Padre, el Hijo y el Espíritu santo los bendiga, y que los santos Ángeles los protejan durante el día y cuando duermen, Amen!

Que la Santa Virgen María, los Santos del Cielo y los Ángeles rueguen a Dios por nosotros, Amen!

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"English Section"

Listen to Fr. Barron's commentary for Sunday 12/11/11




The word “liturgy” means public worship, or in a more exclusive way, the rites of the Mass, or the Mass; the origin of the word is Greek “leitourgia” which is a word composed of two other words, “leitos” (public) and “erxo” (to do). From here on, when we mention the liturgy, we will be referring to the Mass.

We’ll now continue with the Mass, as you know there’ll be some changes in the English Missal, to improve the real meaning of some phrases from the original Latin Missal, after Vatican II, the translations were hurried when the Mass was said for the first time in English, or the native language of the country where it was being celebrated; the English translation had some of the wordings or real meaning a little bit off from the original Latin text, but now the Church by indications from the Pope Benedict XVI, has decided to amend what was lacking in the first edition of the English Missal.

Besides the Lectionary, there is another book at the altar used exclusively by the priest, which is called the Roman Missal; this book contains the proper order and all the prayers used in the liturgical celebration; it also gives to the priest three different versions of the same prayer, it is up to the priest to choose the prayer that he prefers, or according to the liturgical cycle. (I’ll talk about the Lectionary and the three different liturgical cycles, later on the blog.)

Let me give you an example, of what I just said about the different prayer options presented to the priest in the Roman Missal.
Option "A"
(Priest): The grace of our Lord Jesus Christ and the love of God and the fellowship of the Holy Spirit be with you all.
(All): And with your spirit.

Option "B"
(Priest): The grace and peace of God our Father and the Lord Jesus Christ be with you.
(All): Blessed be God, the Father of our Lord Jesus Christ.
or
(All): And with your spirit.

Option "C"
(Priest): The Lord be with you.
[or (Bishop): Peace be with you.]
(All): And with your spirit.

From here on, I’ll just use option “A” to illustrate the rest of our discussion, and to make it easier to move along.
You must be sure and know, that the Mass is biblical from the beginning to the end; in other words, it is based on the precepts of God and follows the principles taught from the very beginning to Israel on how to worship the Lord.

As an example, let’s look at the prayer we just presented above, Option “A” is from (2 Corintians 13:13), a greeting used by the apostle Paul that reflects the Christian spirit that permeates the liturgy. Then Option “B” is directly from
(Romans 1:7), which shows that the holy Catholic Church has been following the same pattern of celebration and tradition all along the many centuries of its existence, existence that it’s guaranteed not by the holiness of its priests or parishioners, but by the word of our founder, Lord and Savior Jesus Christ, who said: (Matt. 16:18) “And I tell you that you are Peter, and on this rock I will build my church, and the gates (powers)of Hades will not overcome it.”

And finally, where do we get the expression in Option “C”? Right from the book of Ruth,(Ruth 2:4) Just then Boaz arrived from Bethlehem and greeted the harvesters, "The LORD be with you!" "The LORD bless you!" they called back.

Sometimes, the priest will bless the water that will be put in the receptacles around the church entrances, but most of the time this is done in just one of the many that Masses the Church has during the week.

We recognize that we are sinners, and because of that we present ourselves to the altar of God or throne of grace, to ask the Lord for forgiveness of our transgression, and healing for our souls, body and mind; we based our confidence in “the grace of God”, which is a free gift from our heavenly Father to all of us his children, and just as the father in the parable of the “Prodigal son”, our Father accepts us without any precondition, but through the merits of his only begotten Son, our Lord Jesus Christ.

(Hebrews 4:16) Let us then approach the throne of grace with confidence, so that we may receive mercy and find grace to help us in our time of need.

We are one in Christ through the Holy Spirit, and should know that, grace is a personal communion and friendship with God, a personal participation in the life of God, being our life rooted in faith, hope and love. We should never forget that the nature of God is love, and based on this understanding, approach Him without fear, but with the confidence of a little boy or girl who approaches his/her loving father.
“The fellowship of the Holy Spirit” means that, the Holy Spirit heals and sanctifies us followers of Christ; we are united to the Holy Trinity by the orderly action of the Spirit who orders, disciplines and moderates our actions, which in turn gives us peace and consolation. We should never try to live on our own terms, but surrender to the Spirit of God, to be able to achieve that communion with God that we already mentioned before.

Even though we were created by God who does everything good, with time due to our free will, we go astray of the right path, and fall into sin. (Luke 18:11) The Pharisee took up his position and spoke this prayer to himself, ‘O God, I thank you that I am not like the rest of humanity—greedy, dishonest, adulterous—or even like this tax collector.

(12) I fast twice a week, and I pay tithes on my whole income. (13) But the tax collector stood off at a distance and would not even raise his eyes to heaven but beat his breast and prayed, ‘O God, be merciful to me a sinner. (14) I tell you, the latter went home justified, not the former; for everyone who exalts himself will be humbled, and the one who humbles himself will be exalted.”


The Penitential Act

I confess to almighty God
and to you, my brothers and sisters,
that I have greatly sinned,
in my thoughts and in my words,
in what I have done
and in what I have failed to do,
through my fault, through my fault,
through my most grievous fault; therefore I ask blessed Mary ever-Virgin,
all the Angels and Saints,
and you, my brothers and sisters,
to pray for me to the Lord our God.

We humble ourselves before the Lord, and confess our shortcomings publicly, in a way that our venial sins might be forgiven by God; please don’t confuse the “Penitential Act” with confessing your sins directly to God, as some people or some churches teach to their parishioners; one thing to remember is that the parables of the Lord, can not be taken literally, otherwise we might end up doing the opposite of what He is trying to teach us, through everyday life events examples.

In the previous parable (of the Pharisee and the Publican sinner), the Lord was teaching us not to judge, according to our prejudices and wrong perception of others; also taught us a lesson of humility, that regardless of our self perceived righteousness, we should never be presumptuous because we’ll always fall short of the sanctity of God. The Lord is the only judge and the only one who can justify us, only God is full of mercy.

When we go to the doctor, we tell her the symptoms we are feeling or experimenting, and if we don’t tell her, she would ask us about them; it is the same here with the Penitential Act, because “if we confess our sins, we will be heal” (James 5:16). It’s prudent here to remember that not all sins are of the same degree, we as Catholics are taught by the Word of God and the Church, the difference between venial sins, grave sins and mortal sins; (I’m going to talk about that in a future article of the blog).

Let me give you an example of the different kinds of sins; (please remember that an example or analogy is just an illustration and not an equivalence between two apparently similar situations). If you go through a red light while you’re driving your car or riding your motorcycle, you have committed a violation (misdemeanor) against the law of the state, and you’ll be punish with a fine.

Even if you are a saintly person, if you forget to pay your taxes, you’ll get in trouble with the government, you better pay your taxes and all the fines and penalties that comes with it, or you’ll be threaten to go jail.
In the two previous examples, you haven’t committed a crime, but a violation of the law (a misdemeanor); you didn’t have to go to court and face the judge, if, you comply with the preset arrangements given to you as an option to correct the situation. You publicly accept your responsibility and correct the wrong you did and promise not to do it again.

Now let’s suppose there is a person who commits a crime (a serious violation of the law), like killing someone, robbing the bank, assault with a deadly weapon to another person, sexual assault, etc, etc. Do you think this last group of people should just pay a fine and go home?

The situation of the last group requires that they get lawyered up, be detained and be taken to court and let a juror and the judge decide what should their punishment be, and be locked up at least for a while and be written as dangerous to society. If the imperfect law of man can distinguish between degrees of violations and crimes, don’t you think the law of God is even more perfect than that?

Our lawyer is Christ, and at the same time he is the Just judge, who has left his apostles (the priests) to take his place “in persona Christy” to deal with our serious transgressions, here on earth so we don’t die in a state of sin. If you confess your serious transgression directly to God, what you’re saying is, that you don’t think Christ has the power to invest that authority to the Church, and that you know better than him. Are you a Pharisee or a Scribe? (Mark 2:7) "Why does this fellow (Jesus) talk like that? He's blaspheming! Who can forgive sins but God alone?"

Once we confess our sinful situation, we say the Kyrie.

Kyrie

Priest: Kyrie, eleison.    All: Kyrie, eleison.
Priest: Christe, eleison.     All: Christe, eleison.
Priest: Kyrie, eleison.    All: Kyrie, eleison.

The “Kyrie” could be said in Greek, as we have already presented it to you, or in English.

Priest: Lord, have mercy.    All: Lord, have mercy.
Priest: Christ, have mercy.    All: Christ, have mercy.
Priest: Lord, have mercy.    All: Lord, have mercy.

Concluding this way the Penitential Act.

First, let me say that the meaning of the Greek word “Kyrie” is “Lord”, and of “Kyrie eleison” is “Lord have mercy”; some people think that, the roots of this expression go back to (1 Chronicles 16:34) ...give thanks unto the LORD; for he is good; for his mercy endureth for ever...and then is related to the prayer of the sinner in the previous parable of the Publican (Luke 18:9) "God, have mercy on me, a sinner". Never the less this is one of the most used expression not only by the Catholic Church, but by many other denominations like the Orthodox church, the Coptics, Anglicans and Lutherans.

Second , in Hebrew there are different flavors of mercy, “rahoum” is the tenderness of a mother for her child; “hanoun” is the mercy of the king, “O Lord, have mercy on me; heal me, though I have sinned against you” (Psalm 41:5). And “hesed” which is the word the theologians use as grace, it means loving kindness, covenant mercy. The Jews had a wonderful understanding of God’s mercy. Because He had made a covenant with them, they understood his faithfulness. No matter what they did, He will always forgive them: “Though the mountains leave their place and the hills be shaken, my love (hesed) shall never leave you, nor my covenant be shaken, says the Lord, who has mercy on you.” (Is. 54:10)

Our extreme need qualifies us for the mercy of God. Right now we are living in a world desperate for mercy, the Church is a gathering of sinners appealing to God’s mercy; as Catholics we are called to extend mercy to all our brothers and sisters of the world, carrying the healing of Christ, his love and peace, as his witnesses as representatives that we are. (Acts 1:8) "But you will receive power when the Holy Spirit comes on you; and you will be my witnesses in Jerusalem, and in all Judea and Samaria, and to the ends of the earth." Please note, that we are “witnesses of Christ”.

Will continue…

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Thursday, October 20, 2011

¿Qué Tan Aburrida Es La Misa? (Part 3)



¿Qué Tan Aburrida Es La Misa? (Parte 3)
How Boring is the Mass? (Part 3)



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NOTE: To go directly to the English Section click HERE.
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En el capítulo anterior de esta serie, aprendimos que la palabra Hebrea “Sabbath” o “Chabbat” significa “día de descanso”; pero con el tiempo, se convirtió en sinónimo de ‘séptimo’ (o un lapso de siete periodos, como una semana) para los Israelitas, como podemos ver en (Levíticos 25:8) Contarás siete semanas (sabbaths) de años, siete veces siete años (49 años); de modo que el tiempo de las siete semanas (sabbaths) de años vendrá a sumar cuarenta y nueve años. (9) Entonces en el mes séptimo, el diez del mes, harás resonar clamor de trompetas; en el día de la Expiación haréis resonar el cuerno por toda vuestra tierra.

(10 Declararéis santo el año cincuenta, y proclamaréis en la tierra liberación para todos sus habitantes. Será para vosotros un jubileo; cada uno recobrará su propiedad, y cada cual regresará a su familia. (11) Este año cincuenta será para vosotros un jubileo: no sembraréis, ni segaréis los rebrotes, ni vendimiaréis la viña que ha quedado sin podar, (12) porque es el jubileo, que será sagrado para vosotros. Comeréis lo que el campo dé de sí.



Esto es un caso similar a lo que pasó con la palabra “pentecostés” o “pentecostal”, que han llegado ser sinónimo con, ‘espiritual’ o ‘del espíritu’; a como uds. Saben el día de Pentecostés (50 días después de la Resurrección del Señor) el Espíritu Santo descendió del cielo y derramó su gracia sobre la Iglesia; por eso ahora cuando alguien dice que una iglesia es ‘pentecostal’, entendemos que quieren decir que se dedican al movimiento carismático, porque? Porqué el Espíritu ungió a la Iglesia en el día de Pentecostés (el 50avo dia despues de la Resurección). (Hechos 2:1)

La Procesión de Entrada

El Éxodo

(Éxodo 12:31) Llamó Faraón a Moisés y a Aarón, durante la noche, y les dijo: Levantaos y salid de en medio de mi pueblo, vosotros y los israelitas, id a dar culto a Yavé, como habéis dicho. (32) Tomad también vuestros


rebaños y vuestras vacadas, como dijisteis. Marchaos y bendecidme también a mí. Los egipcios por su parte instaban al pueblo para acelerar su salida del país, pues decían. Vamos a morir todos.

(34) Tomó, pues, el pueblo la masa, antes que fermentara y, envolviendo en los mantos las artesas de la harina, se las cargaron a hombros. (35) Los israelitas hicieron lo que les dijo Moisés y pidieron a los egipcios objetos de plata, objetos de oro y vestidos. (36) Yavé hizo que el pueblo se ganara el favor de los egipcios, los cuales se los prestaron. Así despojaron a los egipcios.

(37) Los israelitas partieron de Ramsés hacia Sukkot, unos 600.000 hombres de a pie, sin contar los niños. (38) Salió también con ellos una muchedumbre abigarrada y grandes rebaños de ovejas y vacas. (39) De la masa que habían sacado de Egipto cocieron tortas ázimas, porque no había fermentado todavía; pues al ser echados de Egipto no pudieron tomar víveres ni provisiones para el camino.


La Misa comienza con la “Procesión de Entrada”, esta procesión representa la entrada de Cristo a la iglesia en la persona del sacerdote; a como recuerdan, el Señor nos dijo: “cuando dos o tres o más se reúnan en mi Nombre, ahí estaré yo entre uds. (Mateo 18:20)

Nos ponemos de pie y toda la congregación canta un himno apropiado para la ocasión, esta es tu oportunidad de participar en la Misa y hacer de ella un evento alegre. Por favor canten todos con alegría y en voz alta, no seas un “aguafiestas” y un aburrido. La Procesión de Entrada representa además, nuestro peregrinar por esta vida hacia el cielo, nuestro éxodo del pecado hacia la gracia de Dios, y la marcha de entrada del Señor Jesús en Jerusalén antes de su crucifixión.

Al frente de la Procesión va uno de los ayudantes del altar llevando el crucifijo (en misas solemnes, habrá un incensario delante de todos), después vienen las personas que llevan las candelas, seguidos por el que lleva el Leccionario (libro de los Evangelios) y por último el sacerdote.

Cuando llegan frente al altar, todos los participantes de la procesión se doblan en señal de respeto y saludo frente al Tabernáculo o Sagrario; las candelas se ponen cerca del altar o sobre el altar y el crucifijo también es colocado cerca a la derecha del altar, el Leccionario se deposita sobre un pódium o mesa alta (ambón, púlpito o atril), y el sacerdote se sienta a esperar que termine el canto o himno de entrada.

En El Nombre de Dios

(Saludos) En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. (Amen)

Que significa un nombre?

En tiempos antiguos, el nombre de una persona (o cosa) representaba su personalidad (carácter), su ocupación y quien era (de qué familia procedía). La persona era su nombre, su identidad, en otras palabras, representaba la esencia de la persona, su historial y reputación. Por eso cuando hablamos acerca del buen nombre de alguien, nos referimos a su buena reputación.

¿Era este concepto exclusivo de alguna región del mundo? No. Podemos ver algunos ejemplos, como el nombre de “Caballo Loco”, quien fue un famoso guerrero indio Americano, muy hábil como jinete y domador de caballos, aparentemente de personalidad gritona, pero mortal en el combate.

Managua, el nombre de la capital de Nicaragua, “Mana-ahuac” en el lenguaje indígena de “Nahuatl” , significa ‘rodeado de agua’ o ‘cerca del agua’.

Cuando Moisés le preguntó a Dios por su nombre, no estaba solamente preguntándole, “ como debo llamarlo?”, sino, “¿quien eres?” “¿como eres?”, “¿que es lo que tu haces?” (Exodo 3:11) Dijo Moisés a Dios: ¿Quién soy yo para ir a Faraón y sacar de Egipto a los israelitas? (12) Respondió: Yo estaré contigo y esta será para ti la señal de que yo te envío: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto daréis culto a Dios en este monte .

(13) Contestó Moisés a Dios: Si voy a los israelitas y les digo: "El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros"; cuando me pregunten: "¿Cuál es su nombre?", ¿qué les responderé?
(14) Dijo Dios a Moisés: “Yo soy el que soy”. Y añadió: Así dirás a los israelitas: "Yo soy" me ha enviado a vosotros.

(15 )Siguió Dios diciendo a Moisés: Así dirás a los israelitas: Yavé, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación.


Cuando alguien profana el nombre de Dios, esa persona no está simplemente violentando una palabra, sino dañando la reputación del Señor; esa persona ha cometido un pecado de terrible consecuencia; por otro lado, cuando ‘santificamos’ el nombre de Dios o cuando decimos: “santificado sea tu Nombre”, estamos refiriéndonos a incrementar el respeto hacia la persona de Dios; reconocemos su asombrosa naturaleza, su poder y su gloria.

El Nombre de Jesús

(Mateo1:1) Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: (2) Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos,… y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo.

(Mat.1:23) Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros.

(Lucas 1:30) El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; (31) vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. (32) El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; (33) reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.

Del Hebreo Yehoshu’a (Joshua) o Josué, se traduce al Griego como Jesús, y cuyo significado es “Yahweh es la Salvación”; aquí se define la naturaleza de Jesús, quien es “Dios con nosotros”, cuyo trabajo es la salvación del mundo (el Salvador, el Mesías), y quien se comporta con la mansedumbre de un Cordero, aun cuando tiene el poder para desintegrar a sus enemigos, y que es a la vez el Rey de la creación.

De manera que cuando el sacerdote y la congregación dicen “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Estamos diciendo que hemos venido a la presencia de Dios. A como nos dice el Padre DeGrandis (Sanación En La Misa) “Estamos ligados a la naturaleza de Dios, nos identificamos con Él, y poseemos o ejecutamos su poder. Tenemos la autoridad en su Nombre, de la misma forma que ejerceríamos la autoridad del presidente o del rey, si fuésemos uno de sus representantes oficiales.”

Como Cristianos Católicos estamos bajo la autoridad y el nombre del Rey de Reyes, y hacemos la señal de la cruz como símbolo de nuestra descendencia real. Jesús murió como sustituto nuestro, dándonos de esa manera el derecho a usar la autoridad de su nombre.

(Marcos 16:17) Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, y hablarán en lenguas nuevas.

(Mateo 28:19) Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

(Lucas 24:47) y se predicará en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén.

(Juan 1:12) Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre.

Como cristianos estamos armados con el Nombre de Jesús contra todo poder maligno, jamás debemos de vacilar en hacer el bien, en nombre de nuestro Rey. El nombre de Jesús tiene poder, a como nos lo dice San Pablo (Filipenses 2:9) Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, (10) para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, (11) y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: «Jesucristo es el Señor». Es indudable que el poder que existe en el Nombre de Jesús, es puro amor.

(Mateo 10:1) Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia.

(Lucas 9:2) Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar.

Los sacerdote como sucesores de los apóstoles, tienen el poder y la autoridad para curar enfermedades y dolencias, ya sean físicas o espirituales, si nosotros tenemos fe en el nombre de Jesús, y con humildad respetamos la autoridad de los ministros de Dios, y voluntariamente obedecemos los mandamientos, seremos sanados de muchas dolencias y enfermedades.

La fe no necesariamente emana de nuestro interior, es más bien una respuesta a la presencia de Dios; es algo similar a nuestra respuesta al ofrecimiento de amistad que nos hace un desconocido; tenemos la capacidad de aceptar esa amistad y cultivarla o podemos desecharla completamente.

Espero que de ahora en adelante la Procesión de Entrada y la frase “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Tendrán un nuevo significado para Ud. Y así, poquito a poco iremos profundizándonos mas en el hermoso misterio y la grandeza de la Misa; manténgase en sintonía.

Continuará…

Que Dios Padre, el Hijo y el Espíritu santo los bendiga, y que los santos Ángeles los protejan durante el día y cuando duermen, Amen!

Que la Santa Virgen María, los Santos del Cielo y los Ángeles rueguen a Dios por nosotros, Amen!

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"English Section"

Listen to Fr. Barron's commentary for Sunday 11/20/11

In the previous chapter of this series we have learned, that the Hebrew word ‘Sabbath’ or Chabbat which means ‘day of rest’, with time, it became for the Israelites a synonymous with ‘seventh day’(seven periods of time,or a week), as we can see in (Leviticus 25:8) “‘Count off seven sabbath (week) years—seven times seven years—so that the seven sabbath (week) years amount to a period of forty-nine years. (9) Then have the trumpet sounded everywhere on the tenth day of the seventh month; on the Day of Atonement sound the trumpet throughout your land.

(10) Consecrate the fiftieth year and proclaim liberty throughout the land to all its inhabitants. It shall be a jubilee for you; each of you is to return to your family property and to your own clan. (11) The fiftieth year shall be a jubilee for you; do not sow and do not reap what grows of itself or harvest the untended vines. (12) For it is a jubilee and is to be holy for you; eat only what is taken directly from the fields.


This is something similar to what happend to the words ‘Pentecost’ or ‘Pentecostal’, which have become synonymous with ‘spiritual’ or ‘of the spirit’; as you know, on the day of Pentecost (50 days after the Lords Resurrection) the Holy Spirit came down from heaven and poured out his grace on the Church; but now, when someone says, that a church is ‘Pentecostal’, we understand that they mean charismatic, why? Because the day of Pentecost, represents the descend of the Holy Spirit upon the Church. (Acts 2:1)

The Entrance Procession

The Exodus

(Exodus 12:31) During the night Pharaoh summoned Moses and Aaron and said, “Up! Leave my people, you and the Israelites! Go, worship the LORD as you have requested. (32) Take your flocks and herds, as you have said, and go. And also bless me.”
(33) The Egyptians urged the people to hurry and leave the country. “For otherwise,” they said, “we will all die!”

(34) So the people took their dough before the yeast was added, and carried it on their shoulders in kneading troughs wrapped in clothing. (35) The Israelites did as Moses instructed and asked the Egyptians for articles of silver and gold and for clothing. (37) The LORD had made the Egyptians favorably disposed toward the people, and they gave them what they asked for; so they plundered the Egyptians.

(37) The Israelites journeyed from Rameses to Sukkoth. There were about six hundred thousand men on foot, besides women and children. (38) Many other people went up with them, and also large droves of livestock, both flocks and herds. (39) With the dough the Israelites had brought from Egypt, they baked loaves of unleavened bread. The dough was without yeast because they had been driven out of Egypt and did not have time to prepare food for themselves.


The first thing that happens in the Mass, is the ‘entrance procession’; this procession represents Christ entering the church, in the person of the priest; as you recall, the Lord told us, ‘when two or three are gather together in my Name, I’ll be there among you’.(Matt. 18:20)

We stand up and the whole congregation sings a hymn appropriate for the occasion, this is your opportunity to participate in the Mass and make it a cheerful event. Please sing loud and sing with joy, don’t be a sad sack, that’s boring. The entrance procession also represents our pilgrimage toward heaven, the exodus from sin into grace, and the marching entrance of our Lord and Savior into Jerusalem before his crucifixion.

The procession is presided by an altar helper carrying the crucifix (in some solemn occasions, a censer, may lead the way), then followed by the candles, the person carrying the book of the Gospels (could be a deacon) and finally the priest.

Upon reaching the altar, all the participants in the ‘entrance procession’ bow before the tabernacle, and the crucifix and candles are placed near or on the altar, the Lectionary (Book of the Gospels) is placed on a podium or Ambo; the priest kisses the altar in sign of reverence and proceeds to sit down, until the introductory hymn is completed.

In The Name Of God

(Greeting) In the Name of the Father, and the Son, and the Holy Spirit.(Amen)

What’s in a name?

In ancient times, the name of a person represented the character, the occupation and who (from what family) the person was. The person was his name, his identity, in other words it represented the essence of the person his history and reputation. That’s why when we talk about a person’s “good name”, we are referring to his good reputation.

Was this concept exclusive of any area in the world? No. We could see some examples with the names of “Crazy Horse”, this famous American Indian warrior was a skilful horse rider and horse trainer, apparently of a noisy nature, but, deadly in battle.

Managua, the name of the Nicaraguan capital, means in the indigenous “Nahuatl” language of the region ‘Mana-ahuac”, surrounded by water or adjacent to water.

When Moses asked God for his name, he was not merely asking: ‘what should I call you?’, but, ‘who are you?’; ‘what are you like?’, ‘what have you done?’ (Exodus 3:11) But Moses said to God, “Who am I that I should go to Pharaoh and bring the Israelites out of Egypt?”

(12)And God said, “I will be with you. And this will be the sign to you that it is I who have sent you: When you have brought the people out of Egypt, you will worship God on this mountain.” (13)Moses said to God, “Suppose I go to the Israelites and say to them, ‘The God of your fathers has sent me to you,’ and they ask me, ‘What is his name?’ Then what shall I tell them?”

(14) God said to Moses, “I AM WHO I AM. This is what you are to say to the Israelites: ‘I AM has sent me to you.’” (15) God also said to Moses, “Say to the Israelites, ‘The LORD, the God of your fathers—the God of Abraham, the God of Isaac and the God of Jacob—has sent me to you.’ “This is my name forever, the name you all call me from generation to generation.


When someone profanes the name of God, he is not doing harm to a word, that person is doing harm to a reputation; he/she has committed a sin of incredible proportions; likewise, when we ‘sanctify’ the Name of God, or when we say ‘hollowed be thy name”, we are talking about increasing the respect for the person of God; we acknowledge his awesome nature, his power and his glory.

The Name of Jesus

(Matt 1:1) A record of the genealogy of Jesus Christ the son of David, the son of Abraham: and Jacob the father of Joseph, the husband of Mary, of whom was born Jesus, who is called Christ.

(Matt. 1:23) "The virgin will be with child and will give birth to a son, and they will call him Immanuel"--which means, "God with us."

(Luke 1:31) You will be with child and give birth to a son, and you are to give him the name Jesus. (32) He will be great and will be called the Son of the Most High. The Lord God will give him the throne of his father David, (33) and he will reign over Jacob’s descendants forever; his kingdom will never end.”

From the Hebrew Yehoshu’a (Joshua) we translate it as Jesus in Greek, which means, ‘Yahweh is salvation’; this defines the nature of Jesus, who is “God among us”, whose job is to save the world (the Messiah), and who behaves as a gentle Lamb, even though, He has the power to obliterate his enemies and is the King of the whole creation.

So when the priest and the congregation say: “In the Name of the Father, and the Son, and the Holy Spirit.” We are saying that we have come into the presence of God. As fr. DeGrandis tells us (Healing Trough The Mass): We are linked to His nature, identified with Him, exercising His power. We have the authority of His Name, in much the same way that we might have the authority of the president, or the king.

As Catholic Christians we come under the name and authority of the King of Kings, making the sign of the cross as our royal birthmark. Jesus died as our substitute and gave us the right to use the Name given to Him.

(Mark 16:17) And these signs will accompany those who believe: In my name they will drive out demons; they will speak in new tongues.

(Matt 28:19) Therefore go and make disciples of all nations, baptizing them in the Name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit.

(Luke 24:47) and repentance and forgiveness of sins will be preached in his name to all nations, beginning at Jerusalem.

(John 1:12) Yet to all who received him, to those who believed in his name, he gave the right to become children of God. As Christians, we are armed in the Name of Jesus against the powers of evil, we should never hesitate to perform good deeds in the Name of our King.

There is power in the Name of Jesus as, St. Paul tells us in (Philippians 2:9) Therefore God exalted him to the highest place and gave him the name that is above every name, (10) that at the name of Jesus every knee should bow, in heaven and on earth and under the earth, (11) and every tongue acknowledge that Jesus Christ is Lord, to the glory of God the Father. The power of the Name of Jesus is pure Love.

(Matt. 10:1) He called his twelve disciples to him and gave them authority to drive out evil spirits and to heal every disease and sickness.

(Luke 9:2) and he sent them out to preach the kingdom of God and to heal the sick.

The priests, as successors to the apostles, have the power to heal our infirmities, whether physical or spiritual; if we, have faith in the power of the Name of Jesus, in humility respect the authority of the ministers of God, and willingly obey the Commandments of God.

Faith does not necessarily come from us, it is our response to the Presence of God; it is similar to our response to the friendship been offer to us from someone else, we either accept it and cultivate it, or we just altogether ignore it.

I hope that from now on, the “entrance procession” and the phrase: “In the Name of the Father, and of the Son, and of the Holy Spirit”, will have a new meaning for you; little by little we’ll continue to discover a little bit of the greatness of the Catholic Mass, stay tuned.

May God the Father, the Son and the Holy Spirit bless you, and his holy angels protect you and guard you during the day and while you're asleep, Amen!

May the holy Virgin Mary, all the Saints in heaven and the holy angels, pray for us to the Father, the Son and the Holy Spirit, Amen!

Will continue….

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Lecturas del Domingo 11/20/11 Domingo 34 de Tiempo Ordinario


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Primera lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel (34,11-12.15-17):

Así dice el Señor Dios: «Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear –oráculo del Señor Dios–. Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido. Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrio.»

Palabra de Dios
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Salmo

Sal 22,1-2a.2b-3.5.6

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar. R/.

Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R/.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.

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Segunda lectura

Lectura de la primera carta de san Pablo a los Corintios (15,20-26.28):

Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.

Palabra de Dios.
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Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."

Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistirnos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»

Palabra del Señor

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Comentario del Domingo 11/20/11


Comentario del Hermano Jose María Vegas, cmf
(propiedad de www.Ciudad Redonda.org)

Jesucristo, Rey del Universo
El juicio final
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En fuerte contraste con otras parábolas suyas, que se distinguen por su extrema sencillez, aquí Jesús realiza un alarde de imaginación y nos dibuja un cuadro magnífico y solemne. La misma idea del juicio final evoca sentimientos tremendistas, nos hace imaginar escenarios terribles. Basta pensar en la fuerza y el dramatismo expresados en el célebre juicio final de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. Por eso hay quienes creen que el Juicio final está pensado para asustar al ser humano con ese género de representaciones que contrastan mucho con sus (nuestras) preocupaciones cotidianas, mucho más modestas. Estas preocupaciones habituales e inevitables las resumía muy bien el filósofo Epicuro en lo que él llamaba “el grito de la carne”: “no tener hambre, no tener sed, no pasar frío”, o, si se quiere, en un lenguaje más actual, “un bienestar razonable”.

¿Se corresponde realmente el juicio de Dios con esas ideas tremendas, terribles y alejadas de la cotidianidad pedestre de nuestra vida?

En realidad, el juicio de Dios es “final” no sobre todo porque esté al final cronológico de la historia (sea ésta la historia universal, sea la pequeña historia que es la biografía de cada uno), sino porque trata de las dimensiones últimas, definitivas, pero realmente presentes, si bien no siempre de modo totalmente consciente, en la vida de cada día.

Hay que empezar diciendo que el juicio de Dios es, como todo juicio, un discernimiento y, por tanto, un proceso. En él, en la “fase de instrucción” o recogida de rastros y pruebas, Dios ha salido en busca del hombre, de modo parecido a cómo un pastor va en busca de su rebaño disperso, como de forma tan expresiva y bella describe el profeta Ezequiel en el texto de la primera lectura. Va Dios a la busca del que se ha perdido, de los “perdidos”. Esa pérdida (de sí) era ya toda una sentencia: el hombre se condena a sí mismo a muerte cuando se aleja de la fuente de la vida, de Aquel que se la ha regalado. Y si esa es la sentencia que el hombre dicta contra sí mismo (la que los seres humanos dictan además unos contra otros, de manera directa o indirecta, mediante la violencia y el odio, o mediante la indiferencia y el olvido egoísta), Dios ya ha juzgado de manera definitiva (un verdadero juicio final) sin apelación posible: su sentencia ha sido la misericordia y el perdón.

Pero, como la otra sentencia, la de muerte, ya se ha hecho presente por el juicio (o la falta de él) del ser humano (Adán), Dios ha asumido esa sentencia sobre sí, y la ha padecido en Jesucristo. Y así, venciendo la muerte desde dentro, ha abierto a todos las puertas del perdón y de la vida, de la resurrección. Ese juicio de Dios es lo que con tanta concisión y fuerza nos transmite hoy la primera carta de Pablo a los Corintios.

Pero si todo esto es así, ¿a qué viene –podríamos preguntar– esa parábola grandiosa del juicio final? Más allá de la grandiosidad del escenario (requerido, sin embargo, por la seriedad de lo representado en él), reparemos en su contenido, en lo que Jesús nos quiere decir. Lo primero que nos dice es que ese juicio final también es un proceso que está sucediendo todos los días (también en fase de instrucción): no es algo que está en un lejano y brumoso futuro escatológico, sino precisamente en esa cotidianidad a la que nos referíamos al principio. En segundo lugar, se nos dice que, si el Juicio de Dios es el perdón y la misericordia, y esa sentencia ya ha sido dictada de una vez y para siempre en la muerte y resurrección de Jesucristo, ahora somos nosotros los que nos juzgamos a nosotros mismos: en la medida en que acogemos esa capacidad de compadecer (= padecer con) de Dios con nosotros y la proyectamos sobre los demás, precisamente sobre los que padecen (y, ¿quién no padece de un modo u otro?).

Es decir, ese “grito de la carne” del que hablaba Epicuro, ese es el contenido del juicio que está en curso cada día, y en el que nosotros nos juzgamos a nosotros mismos. Pero si ese grito brota de modo espontáneo de la carne de cada uno referido a sí, aquí se nos habla de acoger el grito de aquellos que pasan hambre y sed, o están desnudos o solos o enfermos… Escuchar y responder. Sabemos lo que es padecer esas necesidades, pues todos estamos hechos de la misma pasta, todos tenemos carne; por tanto, podemos comprender los padecimientos ajenos, y participar en ellos, antes que nada no provocándolos (evitar ser causa del hambre o la sed, o el sufrimiento de nadie) y, en segundo lugar, tratando de remediarlos en la medida de nuestras posibilidades. Nadie puede decir que esos problemas no le conciernen y no tiene que ver con ellos.

Si no tenemos que ver con los sufrimientos de nuestros semejantes, ¿con quién tenemos nosotros que ver? Al decir eso, ¿no estamos dictando sentencia contra ellos, abandonándolos en su situación de necesidad, y contra nosotros mismos, rechazando la compasión y la misericordia que Dios nos ofrece? El juicio es discernimiento, y lo que separa o discierne a los seres humanos unos de otros no es, ante todo, ni el sexo, ni la raza, la nacionalidad, el nivel económico ni el de instrucción, ni siquiera, sobre todo, la confesión religiosa, sino la capacidad de compadecer, que es la que hace presente en la cotidianidad pedestre de nuestra vida y de sus preocupaciones más elementales lo que de definitivo, “final”, no pasajero ni mortal hay en la vida humana.

La sorpresa de los juzgados para la vida o para la condenación (“¿Cuándo, Señor…?”) nos ayuda a comprender que en nuestra vida, aún sin ser del todo conscientes de ello, está continuamente presente el mismo Dios: el rostro de Cristo es el de nuestros semejantes, y de modo especial de los que pasan necesidad. Realmente, el primer y principal sacramento de Dios en la tierra, su forma más universal y directa de presencia real, es el hombre, cada ser humano concreto, especialmente en sus sufrimientos. Ese “no saber” tiene un significado muy concreto, que vale incluso para los que “saben”, para los creyentes que reconocen en los demás, sobre todo en los pobres, el rostro de Cristo.

Y es que al compadecer, ayudar, visitar, consolar… no lo hacemos “para” salvarnos; como si fuera posible “comprar” la salvación a base de buenas obras; como si éstas fueran una técnica religiosa “para ir al cielo”. Cuando respondemos con misericordia (que incluye la justicia y es su forma suprema) a las necesidades ajenas, lo hacemos “porque” la salvación ya está operando en nosotros de un modo u otro; y la prueba de ello es nuestra capacidad de salir del círculo egoísta de nuestras necesidades y abrirnos a las necesidades de los demás.

Esto es, lo hacemos por amor a ellos. Pero, ¿no es el amor la presencia de lo absoluto, definitivo y final en nuestro mundo pasajero y mudable? Sí. Ese es el juicio de Dios y ese ha de ser el contenido del Juicio final, como dijo San Juan de la Cruz: “Al atardecer de la vida nos examinarán de amor”. O, como más lacónicamente aún dice San Pablo: “el amor no pasa nunca” (1 Cor 13, 8).

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Monday, September 19, 2011

¿Qué Tan Aburrida Es La Misa? (Part 2)

¿Qué Tan Aburrida Es La Misa? (Part 2)
How Boring Is The Mass? (Part 2)



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¿ El porqué de la Misa?

(Cantar de Cantares 2:3) Como el manzano
entre los árboles silvestres,
(palabras de la novia)
así mi amado entre los mozos.
A su sombra apetecida estoy sentada,
y su fruto me es dulce al paladar.
(4) Me ha llevado a la bodega,
(la Iglesia es la novia de Cristo)
y el pendón que enarbola sobre mí es Amor.

El porqué de la Misa, es simplemente porque debemos obediencia y amor a nuestro Padre Celestial; mencionamos primero obediencia, porque a como uds. Recuerdan, es uno de los mandamientos de Dios el dedicarle un día a Él, para descansar y honrar su Nombre. Segundo, vamos a Misa voluntariamente (los adultos por supuesto) porque sentimos en el corazón, demostrar nuestro amor y apreciación al Señor nuestro Dios, por todo lo que nos ha dado, especialmente, su Cuerpo y Sangre.

“En la Ultima Cena, la noche que fue traicionado, nuestro Salvador instituyó el Sacrificio Eucarístico de su Cuerpo y Sangre. Hizo esto para perpetuar el sacrificio de la Cruz a través de los tiempos hasta que vuelva de nuevo, y para encargar así a su Amada Esposa, la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección: que es un sacramento de amor, un signo de unidad, un lazo de caridad, un banquete pascual en el cual Cristo es consumido, la mente se llena de gracia, y un juramento de gloria futura, se nos da a todos sus discípulos.” (II Concilio Vaticano)

Aunque es cierto que algunas personas asisten a Misa sólo como un acto social, o para pasar el tiempo en su día libre, también es cierto, que aun estas personas se benefician de los rayos de gracia que emanan del altar o trono del Señor.

Si el mandamiento dice que debemos honrar a Dios el sábado, ¿Por qué vamos a Misa el domingo?

Primero, Dios hizo la Creación en seis días y descansó el séptimo día, no porque estaba cansado, sino, para establecer un orden o manera de beneficiarnos lo más posible en nuestra vida; sé de personas que literalmente se han matado de tanto trabajar, y que nunca tomaban un día de descanso, a como uds saben, nuestro cuerpo necesita el descanso para renovar las energías y recuperar la fuerza; no olvidemos que aun las máquinas más poderosas hechas de acero, necesitan de mantenimiento y reparaciones.

Segundo, la Biblia no dice: Dios dijo el Lunes, “hágase la luz”, después el Martes “hágase esto y aquello”… dijo el Viernes “hagamos al hombre”…y el Sábado descansó, Dios de todo su trabajo; ¡no, nada que ver! Lo que dice es: Dios dijo, “hágase la luz” y fue el día primero (o periodo de tiempo)….En el sexto día (o periodo de tiempo) dijo Dios, “hagamos al hombre (o al ser humano) y al séptimo día (o periodo de tiempo) Dios había concluido su creación y descansó (hellooooo!!!!). Han notado que lo que se nos enseña es un orden de hacer las cosas? Y que aun utilizamos hasta hoy?

La palabra Hebrea Sabbath, realmente no quiere decir Sábado (el nombre del día de la semana), sino, ‘día de descanso’; en otras palabras, podríamos haber llamado al Sábado, ‘DiaDeportivo’ y estaría bien; sin embargo algunas personas se han cerrado en el mero nombre del día de la semana, y olvidan que lo que dice el 3er. Mandamiento es: “Seis días trabajarás y harás todas tus tareas, pero el día séptimo es día de descanso para Yavé tu Dios.” (en ese entonces los días no tenían nombres, y lo importante es el orden de ellos)

(Deuteronomio 5:12) Guardarás el día del sábado para santificarlo, como te lo ha mandado Yavé tu Dios. (13) Seis días trabajarás y harás todas tus tareas, (14) pero el día séptimo es día de descanso para Yavé tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el forastero que vive en tus ciudades. (15) Recuerda que fuiste esclavo en el país de Egipto y que Yavé tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y tenso brazo; por eso Yavé tu Dios te ha mandado guardar el día del sábado.

Por ejemplo, si una persona trabaja de Martes a Domingo (seis días), su día libre o de ‘descanso’ sería el Lunes, si esta persona dedica el Lunes a honrar a Dios, pues estaría cumpliendo con el requerimiento del 3er. Mandamiento y estaría en buenos términos con el Señor. Los Hebreos (Judíos) llamaron al séptimo día, ‘día de descanso’ que en su legua se pronuncia,Sabbath (Shabbat), esto es algo parecido al día de “Acción de Gracias” (Thanksgiving day”) en USA, la mayoría de gente de habla hispana, no lo llama por su propio nombre, sino “Día del pavo”, sólo porque ese día lo celebramos con una gran cena que incluye un pavo. Comprenden?

El 3er.Mandamiento (tanto los Judíos a como los Católicos tomamos los mandamientos del Libro de Deuteronomio capítulo 5, no así los “hermanos”,ellos los toman del Libro del Exodo)contiene dos elementos muy importantes; primero, se nos dice que debemos de ‘guardar’ o cumplir con el ‘día de descanso’, y después se nos ordena ‘recordar’ (a forma de memorial, como la Misa o la Pascua) de que hemos sido liberados por Dios;, por supuesto esto tiene un significado muy especial para los Judíos que fueron liberados de Egipto, pero, nosotros también hemos sido liberados por el Señor, de toda ansiedad y de la ignorancia, por eso el Señor nos dice: “la Verdad, os hará libres”; y él mismo, nos ha salvado de los grillos (ataduras) del pecado.

Si la persona en el ejemplo anterior va a Misa el Domingo antes o después de su trabajo, y dedica su dia de descanso a orar y hacer el bien, pues también ha cumplido con los requerimientos de la Ley, y no hay nada mas que agregar.

Déjenme decirles que muchas veces en la Escritura, la palabra ‘sabbath’ aparece en plural, como ‘sabbaths’, lo cual indica el séptimo periodo de una celebración, o un periodo designado por Dios de algún evento especial, y lo cual no es lo mismo que Sábado; por favor tengan cuidado en lo que creen de los Adventistas del Séptimo día, pues ellos siempre andan tratando de confundir a la gente, investiguen bien, antes de sacar cualquier conclusión.

El Domingo es nuestro Sabbath (Shabbat) o sabático.

(Salmo 118:21) Gracias te doy, porque me has respondido,
y has sido para mí la salvación.
(22) La piedra que los constructores desecharon en piedra angular se ha convertido;
(23) esta ha sido la obra de Yavé, una maravilla a nuestros ojos.
(24) ¡Este es el día que Yavé ha hecho, alegrémonos y gocémonos en él!
(25) ¡Ah, Yavé, da la salvación! ¡Ah, Yavé, da el éxito!


Después de haberles expuesto el verdadero significado del ‘día de descanso’, podemos apreciar que el ‘principio' es el de trabajar por seis días y dedicar el séptimo a honrar a Dios,’ sin importar cuando comenzamos nuestra semana de trabajo, a como saben, no todos los trabajadores tienen el mismo periodo semanal laboral, muchas personas trabajan durante el fin de semana (Sábado y Domingo), otros comienzan a la mitad de la semana oficial, el Miércoles por ejemplo, de manera que sería tonto pensar que el Señor nos pondría una restricción tan dura, que tendríamos que violar su Ley para ganarnos la vida.

En realidad, debemos de honrar a Dios todo el tiempo, no sólo el séptimo día de la semana, pero Dios es un Padre benevolente y por eso nos da suficiente mecate (cuerda) y sólo nos pide un mínimo de nuestro tiempo para honrarle a Él; ¿amas y honras vos a tus padres, hijos, o cónyuge sólo ciertos días de la semana, o lo haces todo el tiempo? Pues bien, es lo mismo con el Señor; debemos de honrar a Dios por medio de la forma de conducirnos y llevar nuestra vida cada minuto de nuestra existencia.

Algunas personas asisten a Misa más de una vez por semana, algunos Judíos también atienden sus sinagoga varias veces a la semana y oran tres veces al día; pero si vos no podes pasar por la Iglesia tantas veces a como te gustaría, por favor ve a Misa por lo menos una vez por semana. La Iglesia ha establecido el Domingo como la Misa más importante de la semana, porque es necesario que haya orden y continuidad en la Casa de Dios (o reino de Dios) y ahora, te daré la razón principal por la que vamos a Misa el Domingo, aunque si vas a Misa el Sábado por la tarde, eso te vale como si hayas ido el Domingo.

(Lucas 24:1) El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. (2) Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro, (3) y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. (4) No sabían que pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. (5) Como ellas temiesen e inclinasen el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?

…(13) Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, (14) y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. (15) Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; (16) pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran.

…(25) El les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! (26) ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria? (27) Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras. (28) Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante.

(29) Pero ellos le forzaron diciéndole: Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado. Y entró a quedarse con ellos. (30) Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. (31) Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado.


Vemos aquí que en ‘el primer día de la semana’ las mujeres iban a preparar (embalsamar) el cuerpo del Señor, pero los ángeles las detienen y les anuncian que el Señor ha resucitado, ¡está vivo! Esta es la razón por la que gritamos y saltamos de júbilo diciendo: ¡Este es el día que Yavé ha hecho, alegrémonos y gocémonos en él!!! Este es “el primer día de la Nueva Creación” El Señor Jesús ha sido glorificado por el Padre y ahora él “descansa en Dios Todopoderoso.”

Continuando con la lectura se nos dice que, en ese mismo día (cual día?) el ‘primer día de la semana’, correcto? El Señor se le acercó a los dos discípulos en su camino a Emmaus y les explicó las Escrituras; después, pretendió seguir adelante, pero los discípulos actuando en espíritu de hospitalidad, o porque querían seguir escuchando la Palabra de Dios, lo invitaron a pasar con ellos la noche.

Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando (no olviden que ya les había explicado la Escritura, equivalente a las Lecturas y el Evangelio de la Misa). Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado. Eh aquí la “primer Misa” celebrada por Cristo resucitado en el ‘primer día’ de la semana. Tenemos entonces que en la Ultima Cena o Primer Misa, Cristo establece la celebración de la Sagrada Eucaristía, y aquí, ya resucitado, celebra la primer Misa en lo que ahora llamamos Domingo o primer día de la semana. Desde entonces la Iglesia ha instituido una sagrada tradición, no cambiando el 3er. Mandamiento, sino, alineando sus principios con la acción de Cristo mismo.

Para los que han venido leyendo este blog por más de 2 años, esta explicación no es nueva, ya que la di en otro de los artículos del blog, sin embargo es siempre bueno repetir el porqué los Católicos tenemos los ritos que tenemos, para mantener la información fresca en nuestra mente, y en realidad, para la gran mayoría de trabajadores del mundo, el Domingo es su séptimo día o día de descanso, y a como ya dije, el ‘principio’ del mandamiento es honrar a Dios y descansar de nuestras obligaciones materiales, y de nuestras preocupaciones y pasar el tiempo orando, leyendo la Escritura, adorando a Dios y dándole gracias por todo lo que nos ha dado.

(Matt.12:6) Pues yo os digo que hay aquí algo mayor que el Templo. (7) Si hubieseis comprendido lo que significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio, no condenaríais a los que no tienen culpa. (8) Porque el Hijo del hombre es señor del sábado.

Hemos discutido cómo el Señor celebró la Sagrada Eucaristía el ‘primer día de la semana’, recordemos, que en la Ultima Cena, (la cual fue la primer Misa de la historia) el Señor nos recomendó repetir ese acto en recuerdo suyo (Lucas 22:19) Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío. (20) De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.

Si el Señor Jesús celebró Misa ‘el primer día de la semana’, que es el día de su Resurrección, nosotros también debemos de seguir su ejemplo, pues recordemos que nos dijo en: (Mateo 5:17) No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. El Señor, no estaba violando la ley cuando celebró Misa en Domingo (primer día de la semana), sino, dándole su forma definitiva.

Si agregamos a todo esto el hecho de que el Señor nos dice en (Mateo 12:8) a cómo pueden ver en el tercer párrafo anterior a este: “el Hijo del hombre es señor del sábado.” Y después si agregamos (Marcos 2:27) “El Sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el Sábado”; deducimos que ya existía gente que tomaba todo de forma fundamentalista, pues acusaban, aun al Señor de violar el Sabbath, o sea que su preocupación eran las apariencias externas y no el respeto a Dios y el hacer el bien; recuerden también que la Iglesia fue autorizada por el Señor a ejercer su autoridad, cuando simbólicamente entregó las Llaves del reino al apóstol Pedro.

Espero que esto les ayude, y por favor consulten siempre con su sacerdote, o con el Catequismo de la Iglesia Católica, por ahora, nos detendremos aquí, y continuaremos la próxima vez.

Que Dios Padre, el Hijo y el Espíritu santo los bendiga, y que los santos Ángeles los protejan durante el día y cuando duermen, Amen!

Que la Santa Virgen María, los Santos del Cielo y los Ángeles rueguen a Dios por nosotros, Amen!

Paisanos Nicaraguenses, necesito fotos (escénicas)formato JPEG, de paisajes y de los pueblos de todos los departamentos de Nicaragua, por favor no envien fotos personales, y pongan su nombre de la forma que quieren sea publicado con la foto; además, indiquen nombre del lugar o departamento, estas fotos serán publicadas poco a poco en este su blog. envien sus fotos a; jccuervo@live.com, gracias y que Dios los bendiga.

Continuará...

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Listen to Fr. Barron's commentary for Sunday10/23/11

English Section

So why the Mass?
(Song of songs 2:3) Like an apple tree
among the trees of the forest
( ---Words of the bride---)
is my beloved among the young men.
I delight to sit in his shade,
and his fruit is sweet to my taste.
(4)Let him lead me to the banquet hall,
(--The Church is the bride of Christ--)
and let his banner over me be love.

Why the Mass? simply put, because it is the way to pay our obedience and our Love to our heavenly Father; we first said obedience, because as you remember it’s one of the commandments of God to honor Him on the Sabbath day; second we go to Mass voluntarily, and with full knowledge, in other words, because we fill it in our hearts, to show our love and appreciation to our Heavenly Father for everything he has given us, most of all, His own body and blood.

“At the Last Super, on the night He was betrayed, our Savior instituted the Eucharistic Sacrifice of His Body and Blood. This He did in order to perpetuate the sacrifice of the Cross throughout the ages until He should come again, and so to entrust to His beloved Spouse, the Church, a memorial of His death and Resurrection: a sacrament of love, a sign of unity, a bond of charity, a paschal banquet in which Christ is consumed, the mind is filled with grace, and a pledge of future glory is given to us.” (II Vatican Council)

Yes we know, that there are some people who go to Mass like going to a social event, or to do something fun on their day off, but, even this individuals are benefited from the rays of grace that come forth from the altar, or throne of God.

So if we were told to honor God on the Sabbath, why do we go to Mass on Sunday?

First of all, God made the whole Creation in six days and rested on the seventh, not because he was tired, but, to established an order or way for us to do things, and benefit the most in our lives; I know of people who have literally killed themselves, by working too hard and who would never take a day off; as we know, our body needs rest to replenish its energy and renew its strength; let’s not forget that, even the toughest machine made of steel, needs maintenance and time off.

Second, the Bible does not say : God said on “Monday”, “let it be light”, then on ‘Tuesday’ “this and that, and on ‘Friday’ “let’s create man”; then on “Saturday” he rested; no, no, no, it says: On the “first day” (or “period of time”) God said, “let it be light”….then on the “sixth day (or period of time”) (helloooo!!!!!). Have you noticed that what was established then, was the order in which things were made, and that we still use today to accomplish anything?

Sabbath, does not really mean Saturday (the name of the day of the week), but, ‘a day of rest’; in other words we could have agreed to call Saturday the seventh day of the week, ‘Sportsday’, and it would have been just fine; some folks are hung on the name of the day of the week, and forget that, the command says: “for six days you would work, but on the seventh you would rest and honor God”

(Deuteronomy 5:12) Observe the sabbath (day of res) day—keep it holy, as the LORD, your God, commanded you. (13) Six days you may labor and do all your work, (14) but the seventh day is a sabbath (day of rest) of the LORD your God. You shall not do any work, either you, your son or your daughter, your male or female slave, your ox or donkey or any work animal, or the resident alien within your gates, so that your male and female slave may rest as you do. (15) Remember that you too were once slaves in the land of Egypt, and the LORD, your God, brought you out from there with a strong hand and outstretched arm. That is why the LORD, your God, has commanded you to observe the sabbath day.

For example, if a person works from Tuesday to Sunday, her seventh day off, would be Monday, and if she dedicates that day (Monday) to honor God, well, she is fulfilling the requirement of the Law and be in good terms with God.

The Hebrews called the “day of rest” , Sabbath (Shabbat) as it is pronounced in their language, (Jews and Catholics use the Ten Commandments, from Deuteronomy Ch.5, the evangelicas, take them from the Book of Exodus) by the way, this “3rd Commandment contains two important elements in it; first we are told to ‘observe’ the day of rest, and then we are told to ‘remember’ (a memorial, like the Mass or the Passover) that we have been liberated by God, of course this means more to the Jews, than to any other people, but, we could say that, we have also been made freed by our Lord, from all anxiety for example, just remember the words of the Lord: “ the truth will set you free”, the Lord, has liberated us from the bondage of sin .

Now, if the above person in the example goes to Mass on Sunday before or after work, and dedicates that hour whole-heartily to the Lord, then she is also fulfilling an obligation (to honor God), and then she rests on Monday and do good things, then, nothing else needs to be said.

Another thing, many times in Scripture, the word ‘sabbath’ appears in plural, as ‘sabbaths’, which also indicates, the seventh period of this or that celebration, or period prescribed by God to do something special, and not, equal to ‘Saturday’; be careful about what you believe from the Seventh Day Adventists, they are always trying to confuse the people, that’s why you should always investigate everything, before drawing your own conclusion.

Sunday is our Sabbath (Shabbat) day

(Psalm 118:21) I thank you for you answered me;
you have been my savior.
(22) The stone the builders rejected
has become the cornerstone.i
(23) By the LORD has this been done;
it is wonderful in our eyes.
(24) This is the day the LORD has made;
let us rejoice in it and be glad.

(25) LORD, grant salvation!
LORD, grant good fortune!


After exposing the meaning of the ‘day of rest’, we could see that the principle of working for six days and resting and honoring God on the seventh day, is still the same, regardless of when we start our work-week, as we know, not all the workers have the same work-week, some people normally work during what we call the week-end (Saturday and Sunday) others start in the middle of an official week, like Wednesday for example and so on; It is foolish to think that the Lord would constrain us so much, that to earn a living would mean, to violate the Commandment of God.

In reality we should honor God all the time, not only on the seventh day, God been a benevolent Father, gives us some leeway and asks us to at least dedicate one seventh of our working week to honor Him; do you love and honor your parents, or children or spouse only on certain days of the week, or do you do it ‘all the time’? Well, it’s the same thing with the Lord; we should honor God by the way we conduct our lives and the way we behave in the community.

Some people go to Mass more than once a week, some Jewish people attend their synagogue several times a week and pray three times a day; but, if you can’t stop by the Church as often as you can, at least please go to Mass, once a week. The Church has established Sunday as the most important Mass of the week, because it is necessary, to have order and continuity, and now, I will give you the main reason why we go to Church on Sunday, even though, you could also attend the Saturday afternoon Mass which is equivalent to going to the Sunday Mass.

(Luke 24:1) But at daybreak on the first day of the week they took the spices they had prepared and went to the tomb. (2) They found the stone rolled away from the tomb; (3) but when they entered, they did not find the body of the Lord Jesus. (4) While they were puzzling over this, behold, two men in dazzling garments appeared to them. (5) They were terrified and bowed their faces to the ground. They said to them, “Why do you seek the living one among the dead? …..

…(13) Now that very day two of them were going to a village seven miles -- from Jerusalem called Emmaus, ( 14) and they were conversing about all the things that had occurred. (15) And it happened that while they were conversing and debating, Jesus himself drew near and walked with them….

…And he said to them, “Oh, how foolish you are! How slow of heart to believe all that the prophets spoke! (26) Was it not necessary that the Messiah should suffer- these things and enter into his glory?” (27) Then beginning with Moses and all the prophets, he interpreted to them what referred to him in all the scriptures.
(This is equivalent to the Readings and Gospel in the Mass.)

(28) As they approached the village to which they were going, he gave the impression that he was going on farther. (29) But they urged him, “Stay with us, for it is nearly evening and the day is almost over.” So he went in to stay with them. (30) And it happened that, while he was with them at table, he took bread, said the blessing, broke it, and gave it to them. (31) With that their eyes were opened and they recognized him, but he vanished from their sight.

Here we have, that on the “first day of the week” the women were going to prepare (embalm) the body of the Lord, but, the angels stopped them and announced that He was alive! This is the reason why we shout and jump of joy saying: “This is the day the LORD has made; let us rejoice in it and be glad.!!!
This is the “first day of the New Creation” Our Lord Jesus Christ has been glorified by the Father and is now “resting in God Almighty.”

Continuing with the reading, we are told that, on the same day (which day was it?) The first day of the week, right? The Lord joined the two disciples on their way to Emmaus and explained to them the Scriptures; then, pretended that he was going to continue his trip, but, the disciples acting in the spirit of hospitality and probably interested in hearing more of the Word of God, asked him to stay with them for the night.

Then, while he was with them at table, he took bread, said the blessing, broke it, and gave it to them(don’t forget that he has already explained the Scripture to them, which is equivalent to the Readings of the day plus, the Gospel that we read in every Mass) . With that their eyes were opened and they recognized him, but he vanished from their sight. Here you have it, the “first Mass” celebrated by the Resurrected Christ, happened on the first day of the week! (On Resurrection Day)
And from there, the Holy Catholic Church has instituted a sacred tradition, not changing the 3rd Commandment, but, aligning its principle with the actions of Christ himself.

For those of you who have been reading this blog for more than two years, this explanation is not new, since I already made it in a previous article of the blog, but, it is always good to repeat, why we Catholics do the things we do, to keep it fresh in our memory; in reality, for the great majority of workers around the world, Sunday is nowadays the seventh day of the week, and as I said, the principle of the Commandment, is to honor God, and to rest of our material obligations and worries, and to spend this time praying and reading the Word of God, adoring the Lord and giving thanks for all he has given us.

(Matt. 12:6) I say to you, something greater than the temple is here. (7) - If you knew what this meant, ‘I desire mercy, not sacrifice,’ you would not have condemned these innocent men. (8) - For the Son of Man is Lord of the sabbath.”

We have read how our Lord celebrated the Eucharist on the ‘first day of the week’, and this should remind us, that on the “Last Super” which was the ‘first Mass’ in history, he commanded us to celebrate the Eucharist in remembrance of Him. (Luke 22:19) And he took bread, gave thanks and broke it, and gave it to them, saying, "This is my body given for you; do this in remembrance of me." If the Lord Jesus celebrated the Eucharist after his Resurrection, right on the ‘first day of the week’, we should follow his example, because he also told us in: (Matt. 5:17) "Do not think that I have come to abolish the Law or the Prophets; I have not come to abolish them but to fulfill them. The fact that the Lord celebrated the Eucharist on the first day of the week, doesn’t mean that he was going against the Law, but, giving it, its true meaning.

If we add to all that, the fact that he says in (Matt.12:8) as we can see in the paragraph before the last one, that “the Son of Man is Lord of the Sabbath” and in (Mark 2:27) Then he said to them, "The Sabbath was made for man, not man for the Sabbath. We can see that even then, there were fundamentalists that condemned, even the Lord, and who were more interested in the external appearances than in honoring God and exercising charity. Keep in mind that the Lord gave the Church the power to exercise his authority, when He gave the apostle Peter the Keys Of The Kingdom.


I hope this will help you, and please always consult with your priest, or read the Cathequism of the Catholic Church, in the mean time, we’ll stop here and continue with this series the next time.

May God the Father, the Son and the Holy Spirit bless you, and his holy angels protect you and guard you during the day and when you sleep, Amen!

May the holy Virgin Mary, all the Saints in heaven and the holy angels, pray for us to the Father, the Son and the Holy Spirit, Amen!

Will continue….


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Lecturas del Domingo 10/23/11 Domingo 30 de Tiempo Ordinario


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Primera lectura

Lectura del libro del Éxodo (22,20-26):

Así dice el Señor: «No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá mi ira y os haré morir a espada, dejando a vuestras mujeres viudas y a vuestros hijos huérfanos. Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo.»

Palabra de Dios
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Salmo

Sal 17,2-3a.3bc-4.47.51ab

R/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza

Yo te amo, Señor;
tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca,
mi alcázar, mi libertador. R/.

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R/.

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido. R/.

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Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,5c-10):

Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. Desde vuestra Iglesia, la palabra del Señor ha resonado no sólo en Macedonia y en Acaya, sino en todas partes. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.

Palabra de Dios.
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Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,34-40):

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?»
Él le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

Palabra del Señor

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Comentario del Domingo 10/23/11


Comentario del Hermano Jose María Vegas, cmf
(propiedad de www.Ciudad Redonda.org)

El mandamiento principal y el que se le asemeja

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Jesús había hecho callar a los saduceos, que le habían tendido una trampa (una trampa saducea): le plantearon la cuestión de la resurrección, pero con sorna, describiendo una situación en verdad ridícula (la de los siete hermanos que estuvieron casados sucesivamente con una misma mujer). Jesús les hizo callar, haciéndoles comprender que lo ridículo es creer que el Dios vivo sea un Dios de muertos.

Los fariseos se alegraron de aquella victoria de Jesús, que confirmaba su propia posición, pero lejos de unirse a Él, decidieron tenderle otra trampa, una trampa farisea, es decir, una intrincada cuestión legal. La maraña de los 613 preceptos de la Ley (248 positivos y 365 negativos) planteaba frecuentes conflictos y problemas de interpretación sobre la prioridad de unos sobre otros, por lo que era un terreno ideal para tratar de pillar al joven Maestro de Nazaret en un renuncio que diera ocasión para acusarlo.

Jesús, como siempre, dice mucho con pocas palabras. Lo primero que le dijo a aquel experto en la ley es que la respuesta ya la tenía él, si es que de verdad estaba abierto a la Palabra de Dios, de la que tanto creía saber. De hecho, saltándose la prolija casuística de escribas y fariseos, Jesús se limita a citar dos textos del Antiguo Testamento: Deuteronomio 6, 5 para el amor a Dios, y Levítico 19, 18 para el amor al prójimo. Es decir, resuelve una cuestión que se antojaba irresoluble con extrema sencillez y apelando a la única fuente de autoridad reconocida por los fariseos.

En segundo lugar, Jesús nos recuerda que “lo principal”, lo más importante, es aquello a lo que debemos entregar nuestro corazón, a lo que debemos amar más que a otras cosas. Pero, al decir esto, no está proclamando románticamente, como se hace a veces, que lo importante es amar, no importa a qué, a quién y cómo. Al contrario, al recoger el guante del especialista en la ley, Jesús concuerda con él en que hay un orden de importancias, hay cosas principales a las que hay que dar prioridad. Pero se desmarca de la actitud legalista, y va al fondo del corazón humano, allí donde habitan sus verdades existenciales, y nos dice que tenemos que jerarquizar adecuadamente nuestros amores.

Esto significa que, aunque todo el mundo ama algo y vive de ese amor, no cualquier amor es bueno, ni todo es igualmente digno de amor. Todos sabemos que no es bueno el amor egoísta a sí mismo, o el amor excluyente a los propios, o el amor apasionado a ciertos placeres o aficiones (qué sé yo, a beber sin medida, o al propio equipo de fútbol). En la respuesta de Jesús está supuesto lo que San Juan, el apóstol del amor, nos recuerda con claridad: “No améis el mundo, ni las cosas de este mundo” (1 Jn 2, 15). Para entender rectamente el mandamiento del amor es preciso no olvidar esta parte, como frecuentemente se hace.

Para que en nosotros exista un recto “ordo amoris” (San Agustín), es decir, un adecuado orden del corazón, es preciso saber dominarse a sí mismo, evitando que las inclinaciones de nuestra naturaleza se apoderen de nosotros y guíen nuestra conducta. San Juan no nos dice que no amemos a la creación, ni menos aún al prójimo; aquí por “mundo” entiende “la concupiscencia de la carne (la sensualidad sin medida), la concupiscencia de los ojos (la avidez, la codicia) y la soberbia de la vida (la vanidad y la ambición)” (cf. 1 Jn 2, 16).

Jesús, en fin, nos dice con claridad qué debemos amar y con qué medida: a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser; y al prójimo como a nosotros mismos. El amor a Dios, fuente de todo ser y de todo bien, tiene que ser un amor de entrega total, de plena unión con su voluntad, de completa actitud filial. Un amor así sólo puede orientarse a Dios, pues si se dirigiera a cualquier otra cosa (ideología, nación, partido, líder, afición, interés…) se convertiría inmediatamente en idolatría que nos reduciría a esclavos dependientes de algún falso dios.

Sólo la perfecta entrega al único Dios garantiza nuestra libertad, porque a Él le debemos el ser y la dignidad, de Él venimos y a Él nos dirigimos. Nos dan ejemplo hoy los tesalonicenses, que, al acoger la Palabra abandonaron los ídolos y se volvieron al Dios vivo y verdadero para servirlo, alcanzando así la libertad auténtica.

El amor al prójimo, por su parte, tiene como justa medida el amor que debemos profesarnos a nosotros mismos. Los demás son iguales a nosotros, por lo que el verdadero amor al prójimo no es de sometimiento servil, sino de respeto y apertura solidaria a sus necesidades, que son básicamente las mismas que las nuestras. Si al tratar de atender a nuestras necesidades nos cerramos a las de los demás caemos en el egoísmo, y de ahí fácilmente derivamos al “uso” y abuso de los otros como meros medios para la satisfacción de nuestros intereses, es decir, caemos en la injusticia, la manipulación y la violencia.

Pero sabiéndonos iguales en dignidad, el amor al prójimo se funda en el sentimiento de justicia, que se expresa en la versión negativa de la regla de oro: “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan” (Tob 4, 15); y en el sentimiento de compasión ante las necesidades ajenas, que se vierte en la fórmula positiva de la misma regla: “haced a los demás lo que queráis que os hagan a vosotros” (Mt 7, 12). Este es el recto orden de prioridades que nos enseña Jesús, para que, desde este mandamiento principal y del segundo, que se le asemeja, podamos amar todas las demás cosas en su justa medida, y abstenernos de amar aquellas cosas que nos apartan de nuestra verdad y nuestra salvación.

Ahora bien, si Jesús, para expresar cuál es mandamiento más importante, se ha remitido a dos textos del Antiguo Testamento, ¿en dónde está su novedad? ¿En qué sentido se puede decir que el mandamiento del amor es un mandamiento “nuevo” (Jn 13, 34)? En realidad se trata de una novedad largamente preparada: todo el Antiguo Testamento está lleno de motivos que la anticipan y anuncian. Basta que releamos la primera lectura de hoy. Pero, por otro lado, la novedad principal está en que esas citas las hace precisamente Jesús, que da a los dos preceptos del amor a Dios y al prójimo una profundidad y sentido nuevos.

Él no ha venido a abolir la Ley ni los Profetas, sino a darles cumplimiento, a perfeccionarlos, a llevarlos hasta el final. Y esto es lo que hace en su respuesta. Y es que al hablar de Dios y del prójimo, Jesús nos está introduciendo en una comprensión completamente nueva de uno y el otro. El Dios del que habla es su Padre, su Abbá, que en Jesús se hace Padre de todos, buenos y malos, justos e injustos (cf. Mt 5, 45). Y de ahí la semejanza del segundo mandamiento con el primero: si Dios es Padre de todos, todos los seres humanos, hechos a semejanza de Dios, son hermanos entre sí.

Jesús reinterpreta el significado del amor al prójimo, que era antes de Él un amor limitado al más próximo, al familiar, al miembro del clan, todo lo más, de la comunidad israelita, y lo extiende a todos los hombres y mujeres sin excepción, todos creados a semejanza de Dios, todos llamados a la filiación en Cristo.

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