How Boring Is The Mass?
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El Silencio del Templo
He escuchado el testimonio de muchos nuevos convertidos al Catolicísmo, y casi todos ellos nos dicen que una de las cosas que más los impresionó cuando llegaron por primera vez a una iglesia Católica, fue el silencio que reina en ellas, sí, la bella atmosfera de silencio reverente que llena casi todas las iglesias; y que nosotros los Católicos de cuna, tomamos por concedido, o hasta hemos perdido el sentido de la presencia majestuosa de Dios en su casa de oración y adoración.
(1 Reyes 19:10) Le fue dirigida la palabra de Yavé, que le dijo: ¿Qué haces aquí Elías?
(10) El dijo: Ardo en celo por Yavé, Dios Sebaot, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a espada a tus profetas; quedo yo solo y buscan mi vida para quitármela.
(11) Le dijo: Sal y ponte en el monte ante Yavé. Y he aquí que Yavé pasaba. Hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebrantaba las rocas ante Yavé; pero no estaba Yavé en el huracán. Después del huracán, un temblor de tierra; pero no estaba Yavé en el temblor.
(12) Después del temblor, fuego, pero no estaba Yavé en el fuego. Después del fuego, el susurro de una brisa suave. (13) Al oírlo Elías, cubrió su rostro con el manto, salió y se puso a la entrada de la cueva. Le fue dirigida una voz que le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Así es, el Señor manifiesta su presencia en el silencio que facilita la comunicación con El, no hay necesidad de truenos, temblores o fuego; el niño Jesús vino al mundo en una “noche de paz y silencio”, el Espíritu Santo trabaja en silencio, y muchas maravillas renovadoras de la naturaleza suceden en silencio; todo lo que tienes que hacer es observar los campos arados que de un día para otro se convierten en abundancia; o cómo las hojas de los árboles se transforman en muchos colores (en el Otoño) en el Norte del Hemisferio, aun cuando todos estos eventos son de maravilla absoluta, suceden en completo silencio.
(Salmo 46:10) Manténganse quietos (o sosegados, o ‘basta de ansiedad’) y sepan que yo soy Dios.
(Habakuk 2:19) ¡Ay de quien dice al madero: Despierta, Levántate, a la piedra muda! ¿Da ello algún oráculo? ¡Está, sí, cubierto de oro y plata, pero ni un soplo en su interior!
(20) Mas Yavé está en su santo Templo: ¡silencio ante él, tierra entera!
No sólo es prohibido adorar ídolos de Madera y piedra, o de carne y hueso, pero, también es un gran pecado cuando pagamos sumas de dinero considerables en el estadio para ver a atletas millonarios, jugar juegos de niños, que nos hacen sentir muy excitados y nos hacen brincar y gritar como maníacos, sin embargo, nos quejamos mucho cuando se nos anuncia que habrá una segunda colecta, para ayudar a tal o cual obra benéfica.
Realmente, no sacamos nada bueno de un partido de pelota, pero, cuando vamos a la Iglesia, la gloria de Dios nos bendice, por el sólo hecho de entrar en el Santo recinto en forma respetable y humilde.
Piense en una joven pareja de enamorados, ellos prefieren retirarse a un lugar solitario para sentarse uno junto al otro y pasar mucho tiempo sin hablar, simplemente se toman de la mano y se sienten satisfechos con sentir la cercanía del cuerpo del amado/a. O piensen en una niña que le encanta reclinarse quietamente sobre el pecho de la mamá, aun cuando esto parezca algo muy simple, es sin embargo muy importante, porque con ello se están desarrollando los lazos de amor, respeto y cariño del bebé, hacia la mamá, que duraran toda la vida.(Deuteronomio 5:12) Guardarás el día del sábado para santificarlo, como te lo ha mandado Yavé tu Dios. (13) Seis días trabajarás y harás todas tus tareas, (14) pero el día séptimo es día de descanso para Yavé tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el forastero que vive en tus ciudades; (15) Recuerda que fuiste esclavo en el país de Egipto y que Yavé tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y tenso brazo; por eso Yavé tu Dios te ha mandado guardar el día del sábado.
Se ha dicho, que aun la gente primitiva sabe como diferenciar entre lugares ordinarios, y lugares reservados para la reverencia y contemplación; para nosotros, la Iglesia debe de ser un lugar muy sagrado, en donde la presencia de la gloria de Dios espera por nosotros sus hijos, para que lleguemos a pasar ratos de calidad con nuestro Señor y Redentor.
Sé, de gente que se han cambiado de religión, porque consideran los ritos Católicos muy aburridos y repetitivos; ahora, por medio de la TV, pueden uds. ver los servicios de muchas de las llamadas ‘mega iglesias’, y observar como ellos incluyes a personas del mundo del espectáculo en sus servicios, aun a cirqueros y atletas profesionales, pero, adorar y servir a Dios, no es lo mismo que ir a un lugar de espectáculos público, el mandamiento que se nos dio, sólo dice que debemos de reservar el séptimo día para adorar y servir a Dios.
Los ejemplos de intimidad que les he presentado, son para hacer una comparación de la intimidad que debemos de tener con nuestro Dios; si ud busca entretenimiento o diversión, por favor, vaya al cine, el teatro, el circo, las Vegas, o un partido de pelota; si le gustan los chistes pues asista a un club de comedia, pero, en la Iglesia el único Súper Estrella que va a encontrar es Jesús el Señor, Dios Todopoderoso y el Espíritu Santo; ni el coro ni el sacerdote están supuestos a ser la razón por la que asistimos a la Iglesia, no; recuerden que los Magos no llegaron a rendir homenaje al Rey Herodes, sino a un pequeño niño que nació en un establo, El Rey de Reyes y Señor de Señores, Jesús El Cristo.
Elías cubrió su rostro con su manto y fue a la presencia del Señor; nosotros también debemos de cubrir nuestra alma con santidad, cuando vamos a Misa, por medio de una buena confesión, para que se nos perdonen nuestros pecados y ser lavados en la Sangre del Cordero de Dios; y no olvidemos que siempre que vamos a Misa vestirnos apropiadamente con modestia y decencia, para demostrar respeto y reverencia a Dios.
¿Por qué es la misa tan aburrida para algunas personas?
Creo que la razón porque muchas personas hasta se duermen en la Misa, es porque no tienen un buen entendimiento de lo que realmente es la Misa; y gracias a eso, permiten que un sermón mal preparado por parte de algunos celebrantes les sirva de soporífero y se ponen a dormir.
(Mateo 11:7) Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? (8) ¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes.
(9) Entonces ¿a qué salisteis? ¿A ver un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta. (10) Este es de quien está escrito: He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino. (11) En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él.
Juan el Bautista era un gran orador, hablaba con pasión e hipnotizaba a sus oyentes y los hacía reaccionar, sin embargo, no todos nuestros curas poseen el don de la profecía, o una buena técnica oratoria; oremos para que esas deficiencias se mejoren y pídanle a su sacerdote un mejor esfuerzo de su parte y que se concentre en las lecturas del día y en darnos un buen ejemplo y aplicación práctica, a los principios contenidos en el Evangelio y las otras lecturas del día.
Otro factor que añade aburrimiento a la Misa, es un mal equipo de sonido, muchas iglesias sólo tienen un par de parlantes del tamaño de un refrigerador, y aunque eso sea bueno para un concierto de Rock al aire libre, no funciona dentro de las limitaciones del edificio de una iglesia; la solución es, tener muchos parlantes pequeños o de tamaño mediano a una altura de más o menos 15’(pies) del suelo, para evitar ‘puntos muertos’ los más posible, y a un volumen moderado; de los contrario aunque tengamos un buen orador (sacerdote) con un mensaje buenísimo, si no lo podemos oír a un buen volumen y claramente, no apreciaremos su homilía y nos distraeremos o aburriremos fácilmente. (Atención todos los obispos, por favor tomen nota.)
(Salmo 122)
¡Oh, qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la Casa de Yavé!
(2) ¡Ya estamos, ya se posan nuestros pies en tus puertas, Jerusalén!
(3) Jerusalén, construida cual ciudad de compacta armonía,
(4) a donde suben las tribus, las tribus de Yavé,
es para Israel el motivo de dar gracias al nombre de Yavé.
(5) Porque allí están los tronos para el juicio, los tronos de la casa de David.
(6) Pedid la paz para Jerusalén: ¡en calma estén tus tiendas,
(7) haya paz en tus muros, en tus palacios calma!
(8) Por amor de mis hermanos y de mis amigos, quiero decir: ¡La paz contigo!
(9) ¡Por amor de la Casa de Yavé nuestro Dios, ruego por tu ventura.
En la Iglesia no somos simplemente Espectadores.
Es una buena idea que siempre lean ‘las lecturas del día’ antes de ir a Misa, o antes de ir a la iglesia, eso les ayudará mucho en aprovechar la homilía (sermón) y las enseñanzas dadas por el padre; recordemos también, que a la Iglesia vamos especialmente a adorar a Dios, a rendirle culto y no porque es una obligación, sino, por amor y un deber de agradecimiento, vamos además para rogar por nuestra familia y el mundo entero, y porque necesitamos de la consejería del Espíritu Santo.
(Salmo 84)
¡Qué amables tus moradas, oh Yavé Sebaot!
(3) Anhela mi alma y languidece tras de los atrios de Yavé,
mi corazón y mi carne gritan de alegría hacia el Dios vivo.
(4) Hasta el pajarillo ha encontrado una casa, y para sí la golondrina un nido donde poner a sus polluelos: ¡Tus altares, oh Yavé Sebaot, rey mío y Dios mío!
(5) Dichosos los que moran en tu casa, te alaban por siempre.
(6) Dichosos los hombres cuya fuerza está en ti, y las subidas en su corazón.
(7) Al pasar por el valle del Bálsamo, lo hacen un hontanar, y la lluvia primera lo cubre de bendiciones.
(8) De altura en altura marchan, y Dios se les muestra en Sión.
(9) ¡Yavé Dios Sebaot, escucha mi plegaria, tiende tu oído, oh Dios de Jacob!
(10) Oh Dios, escudo nuestro, mira, pon tus ojos en el rostro de tu ungido.
(11) Vale más un día en tus atrios que mil en mis mansiones, estar en el umbral de la Casa de mi Dios que habitar en las tiendas de impiedad.
(12) Porque Yavé Dios es almena y escudo, él da gracia y gloria; Yavé no niega la ventura a los que caminan en la perfección.
(13) ¡Oh Yavé Sebaot, dichoso el hombre que confía en ti!
Para el próximo Domingo, prepárate mentalmente antes de ir a Misa y pon tu pensamiento en la gloria de Dios; no permitas ser separado del Señor, ni por los niños llorones, ni por un mal equipo de sonido, ni por el frio o el calor; mantén tu conversación íntima con Jesús y concéntrate mejor en el crucifijo, o cierra los ojos y ora como si estuvieses conversando con tu papá, porque en realidad tendrás una conversación con nuestro Padre Celestial.
Recuerda hermana/o que no somos simple espectadores, venimos a la Iglesia a participar en la celebración de la Vida, Muerte y Resurrección de nuestro Dios y Salvador, Jesús el Cristo; estamos aquí en una reunión familiar y de sanación del Doctor de Corazones; si has tenido una mala semana, ahora es el momento de consultar con el Divino Doctor y Consejero, si tienes fe, con seguridad El te hará un milagro hoy a ti.
Continuará…
Que Dios los bendiga en abundancia el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Cristo es Rey, Cristo es nuestro Salvador, Amén!
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Listen to Fr. Barron's commentary for Sunday 09/18/11
English Section
The Silence in the Temple
I have heard the witnessing of several new converts to Catholicism, and almost all of them say, that the one thing that impressed them the most when they set foot for the first time in a Catholic church, was the silence, yes, that beautiful reverential silent atmosphere that is prevalent in almost all the Catholic churches; and that we Catholics take for granted, or have lost the sense of the majestic presence of God in the house of prayer and adoration to our Lord.
(1 kings 19:10) And the word of the LORD came to him: “What are you doing here, Elijah?”
(10) He replied, “I have been very zealous for the LORD God Almighty. The Israelites have rejected your covenant, torn down your altars, and put your prophets to death with the sword. I am the only one left, and now they are trying to kill me too.”
(11) The LORD said, “Go out and stand on the mountain in the presence of the LORD, for the LORD is about to pass by.”
Then a great and powerful wind tore the mountains apart and shattered the rocks before the LORD, but the LORD was not in the wind. After the wind there was an earthquake, but the LORD was not in the earthquake. (12) After the earthquake came a fire, but the LORD was not in the fire. And after the fire came a gentle whisper. (13) When Elijah heard it, he pulled his cloak over his face and went out and stood at the mouth of the cave.
That’s right, the Lord manifests his presence in the silence that facilitates a good communication with him, there’s no need for thunders and noise; the baby Jesus, came to the world on a “silent night” the Holy Spirit does his work in silence, and the wonders of nature’s renewal, happen in silence; all you have to do, is admire how from one day to another the plowed fields become bountiful, ; or watch the changing of the colors of the leaves in the Northeastern part of USA, and even so all this events are awestrucking and magnificent, you would barely hear a noise.
(Psalm 46:10) Be still, and know that I am God.
(Habbakuk 2:20) Ah! you who say to wood, “Awake!”
to silent stone, “Arise!”
Can any such thing give oracles?
It is only overlaid with gold and silver,
there is no breath in it at all.
(20) But the LORD is in his holy temple;
silence before him, all the earth!
Not only is prohibited to adore idols made of wood or stone, or flesh and blood, but, it is also a sin when we pay considerable amounts of money to go see play millionaire athletes play children’s games, and we get all exited and screem and yell like maniacs; yet, we complain if it is announced that, there will be a second collection to help, such and such charitable organization. We get absolutely nothing out of a ball game, but, when we go to Church, the glory of God will bless us, by just walking in the holy place, and keeping a respectable attitude.
Think of two young lovers who retire to a place by themselves, they sit side by side without talking, they just want to enjoy the presence of each other, they hold each other’s hand and love the closeness of the beloved.
Think of the baby who loves to recline his head on his/her mother’s bosom and be quiet; even though this looks like a simple matter, it’s actually developing the bonds of love and respect of the baby for the mother, that will last forever.
(Exodus 35:2) For six days, work is to be done, but the seventh day shall be your holy day, a day of sabbath rest to the LORD.
It’s been said that even primitive people, know how to differentiate between ordinary places and places reserved for reverence and contemplation; for us, the church should be and is a very sacred place, in which the presence of the glory of God is waiting for all the children to come and spend quality time with our Lord and Savior.
I know of people who have changed to different religion, because they consider the Catholic rites extremely boring and repetitious; if you watch TV, you can watch the services of many so called ‘mega churches’ in which they bring in, professional entertainers to perform during the services; even circus performers and professional athletes, but, to worship God, is not the same as to go to a place of entertainment. The command is, that on the seventh day we must honor God and keep that day holy.
The examples of intimacy that I have presented to you, are to make a contrast of the intimacy that we need to have with our God, if you want to be entertained, please, go to the movies, the theater, the circus, Las Vegas, or to a ball game; if you love to hear good jokes, go to a good comedy show, but, in our Church, the only Super Star, is Christ the Lord, God Almighty and the Holy Spirit; neither the choir or the priest are supposed to be the main reason we go to a particular church, no,no,no; remember that the Magi didn’t go to pay homage to King Herod, but, to a little baby that was born in a manger, The King of Kings and the Lord of Lords, Jesus The Christ.
Elijah covered his face with his cloak, and went to the presence of the Lord; we too should cover our soul with sanctity, when we go to Mass, by having confession beforehand, to have our sins forgiven and be washed with the Blood of the Lamb; we should always dressed appropriately, and with modesty, to go to church, to show respect and reverence to God.
So why is the Mass boring to some people?
I think the real reason, why some people even fall to sleep during the Mass, is because they don’t have a good understanding of what the Mass is; and because of that, they allow the poor preparation of the sermon on the part of some celebrants, to have a soporific effect on them.
(Matt. 11:7) As John’s disciples were leaving, Jesus began to speak to the crowd about John: “What did you go out into the wilderness to see? A reed swayed by the wind? (8) If not, what did you go out to see? A man dressed in fine clothes? No, those who wear fine clothes are in kings’ palaces. (9) Then what did you go out to see? A prophet? Yes, I tell you, and more than a prophet. (10) This is the one about whom it is written:
“‘I will send my messenger ahead of you,
who will prepare your way before you.’
(11) Truly I tell you, among those born of women there has not risen anyone greater than John the Baptist; yet whoever is least in the kingdom of heaven is greater than he.
John the Baptist, was a good speaker, one who could get the crowds mesmerized and involved, but, not all the priest have the gift of prophesy, or even good oratory skills; pray for an improvement in this area and at the same time ask for an extra effort on the part of the priest, to focus his sermon on the readings of the day, and to give us a practical example or application to our daily life.
Another factor that adds a boring element to the Mass, is a bad sound system, many churches have a couple of speakers the size of a refrigerator and even though this could work well for a Rock concert in a open field, it does not function within the confinement of a church building; the solution is, to have many small to medium size speakers around 15’ (feet) high in the air, to avoid as many dead spots as possible and at a moderate sound volume; otherwise even if we have a good speaker (priest) with a wonderful message, if we can’t hear him loud and clear, we won’t appreciate the homily and will get distracted and bore.(Attention bishops, please take note.)
(Psalm 122)
(1) I rejoiced with those who said to me,
“Let us go to the house of the LORD.”
(2) Our feet are standing
in your gates, Jerusalem.
(3) Jerusalem is built like a city
that is closely compacted together.
(4) That is where the tribes go up—
the tribes of the LORD—
to praise the name of the LORD
according to the statute given to Israel.
(5) There stand the thrones for judgment,
the thrones of the house of David.
(6) Pray for the peace of Jerusalem:
“May those who love you be secure.
(7) May there be peace within your walls
and security within your citadels.”
(8) For the sake of my family and friends,
I will say, “Peace be within you.”
(9) For the sake of the house of the LORD our God,
I will seek your prosperity.
In the Church we are not spectators
It is a good idea to always read the ‘readings of the day’ before the Mass, or before we go to church, that will help you a lot, in getting the most of the explanation given by the priest; and remember, that we go to church mostly to praise God, to worship him, and not only because is an obligation, but, because of love and our duty for thanksgiving, we go to pray for our family and, the rest of the world and because we need the guidance of the Holy Spirit.
(Psalm 84)
(1)How lovely your dwelling, O LORD of hosts!
(2)My soul yearns and pines for the courts of the LORD.
My heart and flesh cry out for the living God.
(3) As the sparrow finds a home and the swallow a nest to settle her young.
My home is by your altars, LORD of hosts, my king and my God!
(4) Blessed are those who dwell in your house! They never cease to praise you.
(5) Blessed the man who finds refuge in you, in their hearts are pilgrim roads.
(6) As they pass through the Baca valley, they find spring water to drink.
The early rain covers it with blessings.
(7)They will go from strength to strength and see the God of gods on Zion.
(8) LORD God of hosts, hear my prayer; listen, God of Jacob.
(9) O God, watch over our shield; look upon the face of your anointed.
(10) Better one day in your courts than a thousand elsewhere.
Better the threshold of the house of my God than a home in the tents of the wicked.
(11) For a sun and shield is the LORD God, bestowing all grace and glory.
The LORD withholds no good thing from those who walk without reproach. (12) O LORD of hosts, blessed is the man who trusts in you!
Next Sunday, set your mind before going to Mass to glorify your God; prepare yourself mentally, and don’t allow a poor sound system, crying babies or the heat or the cold to separate you from an intimate conversation with Jesus; keep your eyes on the crucifix or close your eyes and pray like if you’re talking to your father, because in reality you’ll be talking to our heavenly Father.
Just remember, we are not simple spectators, we come to church to participate in the celebration of the Life, Death and Resurrection of our God and Savior Jesus The Christ; we are here to have a family reunion and healing from the Doctor of Souls; if you had a bad week, now is the time to consult with the Divine Doctor and Counselor, and He will perform a miracle for you today.
Will continue…
May God richly bless you, the Father, the Son and the Holy Spirit
Christ is King; Christ is our Savior, amen.
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Lecturas del Domingo 09/11/11 Domingo 24 de Tiempo Ordinario
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Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (55, 6-9):
Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras esté cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón. Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos –oráculo del Señor–. Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes que vuestros planes.
Palabra de Dios
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Salmo
Sal 144
R/. Cerca está el Señor de los que lo invocan
Día tras día, te bendeciré, Dios mío
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor y merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.
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Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (1,20c-24.27a):
Cristo será glorificado en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger. Me encuentro en ese dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo.
Palabra de Dios.
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Evangelio
Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo (20,1-16):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo.
Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña." Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno.
Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno." Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»
Palabra del Señor
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Comentario del Domingo 09/18/11
Comentario del Hermano Jose María Vegas, cmf
(propiedad de www.Ciudad Redonda.org)
Id a trabajar a mi viña
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No es raro encontrarse con reacciones adversas a esta paradójica y provocativa parábola de Jesús. Son reacciones del tipo: «esas cosas podrían pasar en tiempos de Jesús, pero no en los nuestros…» La cuestión y la sal de la parábola está en que «esas cosas» tampoco podían pasar en esos tiempos, y, precisamente por eso, Jesús cuenta la parábola y describe la reacción iracunda de los trabajadores de primera hora: para llamar la atención. Para llamar la atención, ¿sobre qué? Jesús no trata de explicarnos un nuevo (y extraño) sistema de relaciones laborales y salariales, ni tampoco pretende defender o justificar la arbitrariedad patronal. La cuestión que plantea no tiene vigencia en determinados tiempos, pasados o futuros, sino sólo y exclusivamente en un lugar: en la viña del Señor, en el Reino de Dios.
Cualquier judío del tiempo de Jesús entendía al escuchar el término “viña”, que no se trataba aquí de un campo de trabajo cualquiera. La viña era un símbolo del pueblo de Dios y, en concreto, del amor entrañable y del cuidado del Señor sobre él, y también de las expectativas frustradas de que ese amor y ese cuidado dieran buenos frutos (cf. Is 5, 1-7). Así que, al hablarnos del trabajo en la viña, Jesús nos está explicando qué significa estar y trabajar en el campo del Reino de Dios.
Ser enviado a la viña y permanecer y trabajar en ella es, ante todo, una invitación y una gracia, un regalo para el que no valen méritos previos. Por eso, la invitación se cursa a todos los que están dispuestos a ir, independientemente de la hora del día, es decir, de la edad, la nacionalidad, la condición social y moral o las convicciones religiosas. La viña, el Reino de Dios, es el ámbito en el que es posible encontrar a Dios, descubrir su rostro paterno y misericordioso, su voluntad salvífica: “Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras esté cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad, a nuestro Dios, que es rico en perdón”. Ese ámbito, claro está, más que un lugar es la relación con una persona concreta, portadora del Reino de Dios: Jesucristo.
Ahora bien, la imagen misma de la viña nos da la idea de que estar en ella no es un estado de ociosidad, sino de actividad, de trabajo. La viña que era el pueblo de Israel le dio a Dios y a sus colaboradores (Moisés, los profetas, etc.) mucho que hacer, mucho trabajo y muchos padecimientos. Y no menos trabajo le da a Jesús hacer cercano este reinado de Dios: “mi Padre trabaja siempre y yo también trabajo” (Jn 5, 17). La gracia de estar con Jesús y de seguirle conlleva la participación en su trabajo y en su misión, significa hacer propia su causa, querer lo que él quiere, esforzarse porque la semilla caiga en buena tierra y dé buenos frutos, uvas y no agrazones.
Y es justamente en este trabajo en el que se aplica una “lógica salarial” que no es la propia de las normales relaciones laborales de los otros tajos humanos, sino otra que, igual que el cielo es más alto que la tierra, es más alta que nuestros planes y nuestros caminos. El salario es el mismo Cristo. Por eso, aquí no se trata de méritos, ni de derechos laborales, ni es posible un más o un menos, pues Cristo se entrega a todos, entero y sin reservas a aquellos que han aceptado en circunstancias y horas dispares acoger el don y la misión de trabajar en su viña.
A no ser que entremos a trabajar en esa viña como mercenarios, que sólo buscan su provecho individual. Y, entonces, sí, entonces es posible comparar, exhibir méritos, antigüedad, horas de trabajo y productividad. Jesús se dirige aquí a los judíos (escribas y fariseos) que hacían de la ley un instrumento de su provecho personal y de sus privilegios. Ellos “eran” más ante Dios, puesto que cumplían más y mejor, y podían mirar por encima del hombro a los gentiles, excluidos de la elección, y a los otros judíos, ignorantes de la ley.
Usaban a Dios, su ley, su viña al servicio de sus intereses personales. Pero hemos de aplicarnos la advertencia implicada en esta parábola también a nosotros, los cristianos, que podemos caer en peligros semejantes: sea porque somos “cristianos viejos”, de “los de toda la vida”; sea porque nos consideramos la élite, por nuestros conocimientos o la intensidad de nuestro compromiso…
En vez de servir, nos servimos: por los más diversos motivos, podemos tratar de hacer de la viña del Señor el instrumento de nuestros intereses, de nuestro orgullo, de nuestra forma de medrar, de “ser alguien”, de conseguir mayor salario que otros, recién llegados, trabajadores de última hora y que, a nuestro entender, no han hecho tantos méritos como nosotros. Sin caer en la cuenta de que el salario, el denario igual para todos, es el mismo Señor, la participación en su vida, en su misión, en su bondad generosa y rica en perdón para con todos.
Pablo nos da hoy un magnífico ejemplo de lo que significa ser trabajador de esta viña. Él nos enseña que lo importante, lo que llena su corazón, es la viña misma, la causa de Jesús, que Él sea glorificado y conocido, sin importar el precio que tiene que pagar él, obrero del Evangelio, en trabajos, sufrimientos, en vida y en muerte. Hasta el punto de que Pablo no sólo no mira el esfuerzo realizado, “aguantando el peso del día y el bochorno”, y que merece ya el justo premio, sino que, por el bien de la viña, está dispuesto a prolongar indefinidamente la jornada de trabajo, difiriendo la consecución del salario.
Y es que Pablo ha comprendido esos planes que no son nuestros planes, esos caminos que no son nuestros caminos, esa bondad característica del dueño de la viña que está por encima de toda lógica mercantil: mirando la porción de viña en la que le ha tocado trabajar, y a los creyentes que se le han confiado, recién llegados a la fe y trabajadores de última hora, lo que él quiere es que puedan también ellos recibir el salario íntegro al que él mismo aspira: llevar una vida digna del Evangelio de Cristo.
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