Sin Confession and Repentance
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Contigo voy Virgen pura y en tu poder voy confiado, pues yendo de ti amparado, mi alma estará segura.
Dulce Madre no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y
solo nunca me dejes. Ya que me proteges tanto, como verdadera Madre, ruega para que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amen.Lecturas del Domingo 09/16/12
Comentario a las lecturas del Domingo 09/16/12 del hermano José María Vegas, cmf
Comentario del Padre Barron a la lectura del 09/16/12.
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Este blog es dedicado a mi Señor y mi Dios; mi Salvador y Redentor; mi Hermano Mayor y Amigo que nunca falla; mi Maestro y Rey: Yeshua Hammashiach = Jesús el Mesías.
Estimados paisanos y amigos de este blog, necesito fotos panorámicas (no personales) que uds. hayan tomado cuando viajan por su país, para publicarlas aquí; seran publicadas (poco a poco) con el nombre o iniciales (a como uds. gusten) de la persona que envió la foto. Por favor envíenlas a: "ne.nica@hotmail.com." Gracias y que Dios los bendiga.
¿Cual es el pecado original?
(Génesis 1:27) Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó. (28) Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.
Algunas personas piensan que el pecado original, tiene algo que ver con un aspecto sexual, pero, eso es absurdo, dado que el Señor Dios ordenó al hombre y la mujer (Adam y Eva) a que se multiplicaran; siendo esa una de las razones por la cual Dios los creó hembra y macho; es decir los creó como complemento el uno del otro, no los hizo biológicamente idénticos, sino que, hizo a la mujer, tan inteligente como el hombre, es decir los hizo a su imagen y semejanza.
En cierta ocasión oí decir a alguien que el pecado original, es el orgullo, porque
(Génesis 3:17) Al hombre le dijo: Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida.
A como podemos ver, el Señor se enoja con Adam (y Eva), porque él (el hombre) no lo escuchó a El, sino mas bien, escuchó a la mujer y comió del fruto prohibido; lo que es una absoluta “desobediencia” a Dios.
Aquí está, la “desobediencia” es la razón por la que toda la humanidad se encuentra en el estado en que estamos ahora; la “desobediencia” del hombre originó una catástrofe para toda la humanidad. Presten atención y verán cual es la forma en que siempre nos metemos en problemas; los padres les dicen a los niños que hagan sus tareas, y que sucede? Los niños desobedecen a los padres, y se meten en problemas en sus clases o escuela.
La mamá le dice a la adolescente, de que no se junte o asocie con cierta compañía, pero la muchacha desobedece a la mamá, y termina metiéndose en problemas. Cuando nosotros desobedecemos las leyes, nos metemos en líos. Porque desobedecemos la ley de Dios, terminamos en drogas (y toda clase de adicciones), nos volvemos borrachos, robamos y hasta podemos llegar a cometer homicidio.
La “desobediencia” fue lo que metió a Adam y Eva, a ti y a mi en problemas con Dios, y todavía sigue siendo la causa principal de todos los otros pecados que cometemos. De manera que si observamos bien esta historia, notaremos que fueron un hombre y una mujer los que comenzaron este embrollo en que estamos. De la misma manera tenemos ahora a la Santísima Virgen María (una mujer) quien obedece la palabra de Dios, y a su Hijo (un hombre) quien con su obediencia viene a neutralizar los efectos del pecado original.
(Juan 4:34) Les dice Jesús: Mi alimento es hacer la voluntad (obedecer) del que me ha enviado y llevar a cabo su obra. Fíjense en este contraste, Adam desobedeció a Dios, cuando comió de la fruta prohibida; en cambio la comida de Jesús, es hacer la voluntad (obedecer) del Padre.
(Juan 6:38) Porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Si nosotros cumplimos con la voluntad de Dios, podemos ser hermanos y hermanas de Jesús, pero, si desobedecemos al Señor; seremos hijos del 'acusador de los hermanos'; y saben uds. de quien estoy hablando?
Mas sobre, qué nos hace hermanos y hermanas de Jesús
Por favor pongan ahora mucha atención, pues el siguiente párrafo es utilizado por los detractores de la Iglesia Católica, para poner a la Virgen María como una mujer importancia. (Mateo 12:46) Todavía estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con él. (47) Alguien le dijo: ¡Oye! ahí fuera están tu madre y tus hermanos que desean hablarte. (48) Pero él respondió al que se lo decía: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? (49) Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: Estos son mi madre y mis hermanos. (50) Pues todo el que cumpla la voluntad (obedece) de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.
Algunos 'cristianos' alegan que esto es un rechazo de Jesús a María su madre, lo que prueba que María no es tan importante a como creen los Católicos. Si leemos el pasaje fuera de contexto, podría quizás significar lo que sugieren los 'hermanos', pero, cuando lo leemos desde la perspectiva de la obediencia, lo cual era lo que aquí estaba enfatizando el Señor, tendremos el verdadero significado del mensaje.
Supongamos que una persona muy importante como el Papa, el Presidente, o el Primer Ministro de tu país, se encuentra en una sesión muy importante, y su madre decide venir a este lugar a hablar con su hijo (el Papa, Presidente o Primer Ministro). ¿Creen uds. que esa madre (mujer) nada mas enviaría a un mensajero, a abruptamente interrumpir la reunión, sólo para hacerle saber que ella quiere hablar con él? Yo diría que eso es, casi imposible!
Entonce, creerían uds. que la sagrada Virgen María, quien fue declarada “llena de gracia (del Espíritu Santo)” por un ángel de Dios; ¿no tendría del todo más sentido común que cualquier otro humano? ¿Creen uds. que ella no tenia suficiente tiempo y oportunidades para estar junto a Jesús y hablar con él, en cualquier otro momento? ¿Seria necesario que ella interrumpiera a su Hijo, cuando él estaba enseñando la Palabra de Dios? Por favor piensen en eso, pues sencillamente no tiene sentido.
El mensajero que gritó el mensaje al Señor, lo que estaba haciendo es, interrumpir a Jesús, irrespetuosamente y haciéndole ver que El no era 'tan especial' o, el 'Hijo de Dios' a como él estaba tratando de hacer creer a la multitud. Para probar sus punto, él le dice a Jesús, “tu madre” (una simple mujer que vive aquí en el barrio) y tus hermanos y hermanas (parientes o amigos cercanos de la Virgen) te andan buscando a ti, 'don hombre celestial'.
Déjenme decirles que el uso de hipérboles (figura literaria de exageración para enfatizar un punto) son muy comunes en la Biblia y en muchos otros libros; por ejemplo: si alguien me hace una misma pregunta hasta tres veces, yo le respondería y seguiría adelante, pero, si me hace la misma pregunta una 4ta. Vez, me impacientaría con esa persona y quizás le diría, 'ya te he contestado la misma pregunta como cien veces, ¿que es lo que no entiendes?' ¿Pueden ver mi punto?
El Señor hace uso de hipérboles en varias otras ocasiones, como en (Mateo 5:30) Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna. Ahora díganme uds. ¿cuántos 'cristianos' lectores de la Biblia han conocido uds. que tengan una sola mano? Porque si creen en la palabra de Dios y toman la Biblia literalmente, a como alegan hacerlo; deberían de haber ya muchos millones de mancos entre ellos, ¿no creen?
Regresemos momentáneamente al pasaje anterior, donde el Señor responde al irrespetuoso mensajero diciéndole: “ ¿Quien es mi madre, hermanos y hermanas? Sino los que hacen la voluntad (obedecen) de mi Padre Celestial”. Y por supuesto que el mensajero no era parte de ese grupo.
Déjenme presentarles un ejemplo mas, a veces mi Señora, me dice que tengo que hacer 'tal o cual cosa (proyecto),' y yo dándomelas de listo le pregunto: y porqué tengo que hacer eso que me dices? Entonces ella que me conoce bien, contesta mi truculenta pregunta diciéndome ' ¡porque te lo pido yo, que soy tu mujer, tu papá y tu mamá! Que es muy parecido a como contestó Jesús.
Nuestro parentesco o relación con Jesús, es sobre todo por medio del Padre, nuestra comunión con El y nuestra indispensable obediencia a Dios, eso es precisamente, lo que nos hace hermanos y hermanas de Jesús, y no, nuestra etnicidad, nacionalidad, estatus social o educación. Todos y cada uno de nosotros puede pasar a formar parte de la familia de Dios, si así lo deseamos, pues estamos todos invitados a ser parte de la Familia del Señor.
Volvamos nuestra vista hacia María, ella, obedeció la invitación del Señor, y dijo al ángel de la Anunciación “hágase en mi, de acuerdo a tu palabra”. Y cuando Simeon le dijo que una espada de dolor atravesaría su corazón, ella no se echo atrás, ¡nunca! Todo lo contrario, vemos como llegó hasta la cruz, manteniéndose siempre cerca de su Hijo, aun cuando su corazón sangraba tanto como el cuerpo del Redentor.
Cuando leemos la Biblia, nos encontramos que todos los principales personajes y personas que jugaron un papel importante en la historia de la salvación, fallaron sin excepción en mas de una ocasión, todos desobedecieron al Señor a veces repetidamente; pero, con referente a María, no encontramos nada negativo en contra de ella. Bendito sea Dios.
Continuará....
Que Dios Padre, el Hijo y el Espíritu santo los bendiga, y que los santos Ángeles los protejan durante el día y cuando duermen.
Que la Santa Virgen María, los Santos del Cielo y los Ángeles rueguen a Dios por nosotros, Amen!
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"English Section"
Readings for Sunday 09/16/12
Listen to Fr. Barron's commentary for Sunday 09/16/12
What is the original sin?
(Genesis 1:27) God created mankind in his image;in the image of God he created them; male and female he created them. (28) God blessed them and God said to them: Be fertile and multiply; fill the earth and subdue it. Have dominion over the fish of the sea, the birds of the air, and all the living things that crawl on the earth.
Some people think, that the original sin has to do with something sexual, but that is absurd, since God ordered Adam and Eve to multiply; being that, one of the reasons that He made them male and female; he created one the complement of the other, he didn't make them biologically equal, but, made the woman as intelligent as the man, He made them in his own image.
On one occasion I heard someone say that the original sin is pride, because the woman wanted to be like a god and so, she enticed the husband to do the same, or to
(Genesis 3:17) To the man he said: Because you listened to your wife and ate from the tree about which I commanded you, You shall not eat from it. Cursed is the ground because of you! In toil you shall eat its yield all the days of your life. Well, the Lord God, gets angry with Adam (and Eve), because he (the man) didn't listened to Him, and instead, he listened to the woman and ate the forbidden fruit; which is an absolute “disobedience” to the Lord God.
Here you have it, “disobedience” is the reason the whole human race is now in the state in which we presently are; man's “disobedience” originated a catastrophe for us all. Pay attention and see how we get in all kind of troubles; the parents tell the young kids to do their homeworks, and what happens, the kids disobey their parents and then, they get in trouble in school.
The mother tells the young girl not to associate with certain company, but the young teenager disobeys her mom, and end up getting in trouble. When we disobey the law, we get in trouble. Because we disobey the law of God we end up, getting hooked on drugs (and all kind of addictions), we become drunks, we become thieves, and we could even become murderers.
“Disobedience” was what originally got Adam and Eve and you and me in trouble, and it's still causing us to commit other sins. So the story is, that it was a man and a woman that initiated, this mayhem; the same way we now have the holy Virgin Mary (a woman) obeying the word of God, and her Son (a man), obeying and neutralizing the effects of the first sin.
(John 4:34) "My food," said Jesus, "is to do the will (to obey) of him who sent me and to finish his work.” Look at this contrast, Adam ate the forbidden fruit and disobeyed the Lord God; Jesus food is to obey the Father.
(John 6:38) For I have come down from heaven not to do my will but to do the will of him who sent me. If we do the will of the Father, we could become Jesus brothers and sisters; but if we disobey the Lord, we become children of the 'accuser of the brethren'; and do you know who that is?
More, on what makes us into brothers and sisters of Jesus?
Now please pay close attention to the following verse, because it is used by some detractors of the Catholic Church, to put down the holy Virgin Mary. (Matt. 12: 46) While he was still speaking to the crowds, his mother and his brothers appeared outside, wishing to speak with him. (47) [Someone told him, “Your mother and your brothers are standing outside, asking to speak with you.”]
(48) But he said in reply to the one who told him, “Who is my mother? Who are my brothers?” (49) And stretching out his hand toward his disciples, he said, “Here are my mother and my brothers. (50) For whoever does the will of my heavenly Father is my brother, and sister, and mother.”
Some 'christians' claim that this is a 'rejection' of Jesus, toward Mary his mother, and that, it proves that Mary is not as important as we Catholics would like to believe. If we read the passage out of context, it could mean something close to the 'brothers' interpretation, but, when you look at it from the perspective of “obedience”, which is what the Lord is emphasizing here, you get the real meaning of the message.
Let's supposed that a very important man (person) like the Pope, the president or prime minister of your country is in the middle of an important meeting, and his mother decides to come to this place to talk to her son (the very important person). Do you think that any mother (woman) would just send a messenger, to abruptly interrupt the important meeting or event, to just pass a message to her son? I would say that, that is very unlikely!
Now, do you think that the holy Virgin Mary, who was declared to be “full of grace” (the holy Spirit) by an angel of God; would not have any common sense at all? Do you think that she didn't have plenty of time, to be together and talk with her Son, at any other time, that she had to go where he was teaching the Word of God and interrupt him? Please think about it, it just does not make sense at all!
The individual who gave the message to the Lord, was apparently interrupting him, showing disrespect, and emphasizing to the Lord, that he 'was not' as special or the 'Son of God', as he was trying to make the people to believe. To prove his point, he tells the Lord, “your mother” (a simple woman that lives here in the neighborhood) and your sisters (other relatives, or Mary's close circle of friends) are here looking for you, Mr. heavenly Man!
Now, the use of hyperboles (literary exaggerations to make a point) is very common in the Bible and any other book ever written; for example: if someone asks me a question 2 or 3 times, I would give him an answer and move on; but, if that same person asks me the same question a 4th time, I might get a little bit impatient with him and retort to him: “I already answered the same question one hundred times, what is it that you don't get!” Do you see my point?
The Lord himself uses hyperboles in several other occasions, like when He tells us in: (Matt 5:30) And if your right hand causes you to sin, cut it off and throw it away. It is better for you to lose one part of your body than for your whole body to go into hell. Now, how many Bible reading 'christians' have you met with only one hand? Because if they believe the word of God, and take the Bible literary as they claim to do, there should be millions of them by now who have chopped one hand, don't you think?
Let's go back for a moment to the previous passage, the Lord responded to the disrespectful messenger, by saying “who is my Mother and brothers? But, the ones that do the will (obey) of my heavenly Father”, and of course the messenger was not one of them.
Let me give you another example, sometimes my wife could ask me to do certain 'project' (a honey do) around the house, and I trying to give her a hard time, ask her, why do I have to do that? She will intelligently answer me saying, 'because I'm asking you to do it, who am your wife, mother and father. Which sounds almost like what Jesus said to the messenger that interrupted him.
Our relation to Jesus is above all, through the Father, it is our communion with Him and our indispensable “obedience” to God, that makes us his relatives; it is not because of ethnicity or nationality, social status or education. Anybody and everybody, could join the family of God, if they wish; and by the way we are all invited to do so.
Now for just a moment let's focus on Mary, she obeyed the desire of God, and told the visiting angel, ' let it be done to me, according to your word.' And when she was told by Simeon that a dagger was going to pierce her heart, she didn't step back, never! All the opposite, we see how she goes all the way to the cross, always staying close to her Son, even though her heart was bleeding as much as he was.
When we read the Bible, we find that all the main characters and people chosen to play an important role in the history of salvation, have failed at one time or another, they all disobeyed the Lord on more than one occasion; but, of the Virgin Mary, nothing negative is ever said or mentioned. Blessed be God.
Will continue....
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Lecturas del Domingo 09/16/12, Domingo XXIV Tiempo Ordinario, ciclo "B"
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Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (50,5-9a):
El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará?
Palabra de Dios
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Salmo
Sal 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9
R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida. .
Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco. R/.
Me envolvían redes de muerte, me alcanzaron los lazos del abismo, caí en tristeza y angustia. Invoqué el nombre del Señor: «Señor, salva mi vida.» R/.
El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo; el Señor guarda a los sencillos: estando yo sin fuerzas, me salvó. R/.
Arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida. R/.
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Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago (2,14-18):
¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: «Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago», y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta. Alguno dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe.»
Palabra de Dios.
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Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (8,27-35):
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Felipe; por el camino, preguntó a sus díscípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos le contestaron: «Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas.» Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?» Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías.» Él les prohibió terminantemente decirselo a nadie. Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días.» Se lo explicaba con toda claridad.
Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!» Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.»
Palabra del Señor
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Comentario del Domingo 09/16/12
Comentario del Hermano José María Vegas, cmf
(propiedad de www.Ciudad Redonda.org)
Preguntas peligrosas
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No es difícil imaginar las muchas conversaciones que Jesús sostenía con sus discípulos “por el camino”. Muchas tendrían que ver con el sentido de su vida y su misión y, al hilo de los acontecimientos, con la aclaración de su identidad (rabino, maestro, profeta…), y con la relación que los que le seguían tenían o habían de tener con él. En su pedagogía, Jesús iba revelando quién era él realmente en la medida en que los discípulos podían entender. Caminando por las aldeas de Cesárea de Felipe, lejos de las masas de Galilea y de las hostilidades de Judea, Jesús dirige a sus apóstoles, a los más cercanos, una pregunta decisiva y peligrosa. Al principio la plantea en relación con “la gente”, esto es, pregunta por las opiniones que sobre él corrían por ahí.
Hay que reconocer que las opiniones respecto de Jesús eran entonces (y suelen ser hoy también) bastante positivas: se le identifica con los referentes más relevantes de la historia de Israel: un profeta, y no un profeta cualquiera, sino Elías, o Juan el Bautista. Hoy se escuchan otras opiniones, en general también favorables, que lo identifican con un maestro de moral, o un luchador en favor de la igualdad y la justicia, un utópico del amor, un pacifista…, es decir, con referentes que, en opinión de esas gentes, tienen una coloración positiva.
Pero a esa pregunta no es posible responder sólo con una mera opinión. Cuando Jesús se dirige a sus apóstoles (y, en ellos, a cada uno de nosotros) está pidiendo que nos definamos, que tomemos postura, una postura que afecta a nuestra vida entera. La respuesta correcta a esa pregunta no es una opinión, sino, como en el caso de Pedro hoy, una confesión: Tú eres el Mesías. No sólo un profeta, ni siquiera un gran profeta, sino aquel de quien hablaron todos los profetas, al que el Pueblo de Israel esperaba, el que había de cumplir todas las antiguas promesas.
Podemos estar de acuerdo en que la respuesta de Pedro es más que una opinión, que es una confesión y una confesión correcta, una confesión que muchos de nosotros estamos dispuestos a formular en esos mismos términos, pues profesamos la misma fe que Pedro y reconocemos en Jesús del Nazaret al Hijo de Dios, al Dios con nosotros, al salvador del mundo y de los hombres. Pero, ¿por qué decimos que esa pregunta es peligrosa? ¿Qué peligro hay en confesar a Jesús?
Nos enfrentamos aquí con una cuestión decisiva en la recta comprensión del cristianismo (no sé si de toda religión, pero, desde luego, sí del cristianismo).
Hablando de opiniones, hay una muy extendida según la cual la actitud religiosa (y la cristiana) procede del miedo (a la muerte, a la responsabilidad, a la dureza del mundo…), y es una especie de refugio para débiles. Pero si leemos atentamente las lecturas de hoy nos tenemos que convencer justamente de lo contrario. Vayamos al texto de Isaías. Hace falta mucho valor para escuchar la Palabra de Dios. En modo alguno se trata de un refugio o de una huída: hay que tener mucho valor para escuchar y acoger una Palabra que nos desafía, nos exige, nos llama a adoptar posturas arriesgadas, a enfrentarnos con enemistades, persecuciones, injurias. El siervo de Yahvé que habla en este pasaje no es uno que huya, que busque refugios contra la intemperie… Al revés, es uno que vive al raso, en espacio abierto, y que por afrontar el desafío de la Palabra de Dios está dispuesto a todo.
También Santiago, siempre tan conciso y directo, nos da un buen ejemplo al respecto. A veces se ha pretendido enfrentar al Santiago de las obras con el Pablo de la justificación por la sola fe. Pero esa confrontación no tiene sentido. Implica, en primer lugar, desconocer las múltiples exhortaciones paulinas a una vida acorde con la fe: por la fe nos convertimos en nuevas criaturas, y esa novedad no puede no reflejarse en un concreto modo de vida. En esto el acuerdo se da no sólo entre Pablo y Santiago, sino también con Juan (y el mandamiento del amor) y los evangelistas sinópticos, como Mateo en su descripción del Juicio final por las obras de misericordia (cf. Mt 25, 31-46). Santiago nos reta a no separar la fe de la vida, y a que la fe se refleje realmente en la vida. Y eso no se hace con buenas palabras, sino con obras que tocan la carne de los necesitados. Como vemos, la Palabra, no sólo no es un refugio contra la intemperie, sino que nos manda salir a esa intemperie a remediar las necesidades de los que viven y sufren en ella.
Todo lo anterior lo confirma el texto del Evangelio, el diálogo en el camino, allá en Cesárea de Felipe. La fe confesada, hemos dicho, no es una opinión, sino el fruto de una experiencia de seguimiento, es decir, el resultado de un camino recorrido en contacto con Jesús. Decir que la fe es una gracia no niega lo anterior, pues el seguimiento es ya una gracia, fruto de una llamada gratuita. Y el que, como Pedro, confiesa a Jesús al llegar a este punto del camino se encuentra con sorpresas incómodas, con revelaciones peligrosas e inesperadas.
Que Jesús es el Mesías lo podemos entender en el sentido de que es Rey, de que tiene poder, de que junto a él el pan está asegurado, y también, por tanto, el éxito, el favor de Dios. Pero hete aquí que Jesús, una vez que lo hemos confesado, nos dice que su mesianismo no es triunfante, hecho de poder y de éxito, sino, al contrario, que es un mesianismo de cruz, de sufrimiento y de muerte. Y no es fácil aceptar esta revelación, esta palabra dura y desencarnada. Basta que miremos la reacción de Pedro, que se puede interpretar así: sí, creo en ti, pero no acepto la cruz. Y esto no es una mera posición teórica.
A diferencia de Pedro, para nosotros, aceptar la cruz como acontecimiento pasado puede resultar relativamente fácil. Pero el problema es cuando la cruz aparece en concreto en nuestra vida, con rostros inesperados, en situaciones imprevistas, o también en aspectos de la cotidianidad que se nos antojan inasumibles. También ahí, nosotros, como Pedro, nos ponemos a increpar a Jesús, eso sí, con la mejor intención: indulgentes para con Cristo, pero en el fondo, indulgentes para con nosotros mismos. Y entonces las palabras de Jesús se vuelven más duras y desafiantes: nos dicen que nosotros, creyentes sinceros y confesantes, estamos convirtiéndonos en los enemigos de Dios que, como Satanás, luchan contra Él.
Ante la inevitable presencia de la cruz en la vida humana, también en la nuestra, Jesús nos llama una vez más a tener coraje, a no huir, a no pararnos al borde del camino, llorando nuestra mala suerte, nuestras penas y desgracias. Con frecuencia la cruz se convierte para nosotros en la excusa perfecta para no caminar, para no salir al encuentro del necesitado, para no amar. Decimos algo parecido a esto: “yo quisiera ser un buen cristiano, incluso ser santo, pero… soy pobre, estoy enfermo, los que me rodean me molestan en mi empeño, me siento débil, me asaltan muchas tentaciones…” Nos sentamos al borde del camino y lloramos por la cruz que nos ha tocado en suerte (en mala suerte, se entiende). Entonces escuchamos la voz de Jesús que nos dice, “deja de lamentarte, toma la cruz y camina, muévete, no hagas de todas esas cosas (que yo he tomado sobre mí) malas excusas para no amar”.
Porque es verdad que el amor nos lleva, como a Jesús, a asumir incomodidades y sinsabores, a estar dispuestos a dar la vida, a perder, a asumir la cruz. No es cosa de cobardes ni de débiles, sino de fuertes y de valientes. Y si sentimos que, de hecho, nos faltan las fuerzas y el valor, tenemos que tener el coraje de mirar a Cristo, sabiendo que tomamos la cruz para seguirle a Él, en quien creemos, con la confianza de que la aparente derrota de la cruz es la victoria del amor sobre el pecado, la debilidad y la muerte, es el verdadero camino de la salvación. En las palabras de Jesús que cierran el Evangelio de hoy resuenan estas otras del Evangelio de Juan: “En el mundo tendréis tribulación. Pero tened valor, yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33).
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Readings for Sunday 09/16/12
XXIV Sunday in Ordinary Time
Reading 1 (Is 50:5)
The Lord GOD opens my ear that I may hear; and I have not rebelled, have not turned back. I gave my back to those who beat me, my cheeks to those who plucked my beard; my face I did not shield from buffets and spitting.
The Lord GOD is my help, therefore I am not disgraced; I have set my face like flint, knowing that I shall not be put to shame. He is near who upholds my right; if anyone wishes to oppose me, let us appear together. Who disputes my right? Let that man confront me. See, the Lord GOD is my help; who will prove me wrong?
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Responsorial Psalm Ps (114:1/)
R. I will walk before the Lord, in the land of the living.
Alleluia. I love the LORD because he has heard my voice in supplication, Because he has inclined his ear to me the day I called. R.
or:
Alleluia.
The cords of death encompassed me; the snares of the netherworld seized upon me; I fell into distress and sorrow, And I called upon the name of the LORD, "O LORD, save my life!"
R.
or:
Alleluia.
Gracious is the LORD and just; yes, our God is merciful. The LORD keeps the little ones; I was brought low, and he saved me.
R.
or:
Alleluia.
For he has freed my soul from death, my eyes from tears, my feet from stumbling. I shall walk before the Lord in the land of the living.R
orAlleluia.
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Reading 2 (Jas 2:14)
What good is it, my brothers and sisters, if someone says he has faith but does not have works? Can that faith save him? If a brother or sister has nothing to wear and has no food for the day, and one of you says to them, "Go in peace, keep warm, and eat well, " but you do not give them the necessities of the body, what good is it? So also faith of itself, if it does not have works, is dead.
Indeed someone might say, "You have faith and I have works." Demonstrate your faith to me without works, and I will demonstrate my faith to you from my works.
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Gospel (Mk 8:27)
Jesus and his disciples set out for the villages of Caesarea Philippi. Along the way he asked his disciples, "Who do people say that I am?" They said in reply, "John the Baptist, others Elijah, still others one of the prophets." And he asked them, "But who do you say that I am?" Peter said to him in reply, "You are the Christ." Then he warned them not to tell anyone about him.
He began to teach them that the Son of Man must suffer greatly and be rejected by the elders, the chief priests, and the scribes, and be killed, and rise after three days. He spoke this openly. Then Peter took him aside and began to rebuke him. At this he turned around and, looking at his disciples, rebuked Peter and said, "Get behind me, Satan. You are thinking not as God does, but as human beings do."
He summoned the crowd with his disciples and said to them, "Whoever wishes to come after me must deny himself, take up his cross, and follow me. For whoever wishes to save his life will lose it, but whoever loses his life for my sake and that of the gospel will save it."
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