Thursday, January 2, 2014

¿Qué Tan Aburrida Es La Misa? (Part 9)

How Boring Is The Mass? (Part 9)


-----------------------------------------------------------------------------------------------

Contigo voy Virgen pura y en tu poder voy confiado, pues yendo de ti amparado, mi alma estará segura.
Dulce Madre no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes. Ya que me proteges tanto, como verdadera Madre, ruega para que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amen.

Lecturas del Domingo 05/04/14


Comentario a las lecturas del Domingo 05/04/14 del hermano José María Vegas, cmf


Comentario del Padre Barron a la lectura del 05/04/14.


-----------------------------------------------------------------------------------------------
NOTE: To go directly to the English Section click HERE.
---------------------------------------------------------------------------------------------


Este blog es dedicado a mi Señor y mi Dios; mi Salvador y Redentor; mi Hermano Mayor y Amigo que nunca falla; mi Maestro y Rey: Yeshua Hammashiach = Jesús el Mesías.
================================================================

Introducción.___

Es la estructura de la Misa un invento de la Iglesia?

El corazón de la adoración Católica es la Misa, muchos creyentes se sorprenden cuando descubren que la organizasión de la Misa viene desde tiempos antiguos, sí, el sacrificio, la cena y los sacerdotes vienen desde el comienzo, cuando Dios escogió a Israel, como su nación sacerdotal, para que llevara su mensaje a todo el mundo.

Después que Yavéh liberó a los Hebreos de la esclavitud en Egipto, el definió la misión de Israel en (Éxodo 19:4) “Ustedes han visto cómo he tratado a los egipcios y que a ustedes los he llevado sobre las alas del águila para traerlos hacia mí. Ahora, pues, si ustedes me escuchan atentamente y respetan mi alianza, los tendré por mi propio pueblo entre todos los pueblos. Pues el mundo es todo mío, pero los tendré a ustedes como un reino de sacerdotes, y una nación que me es consagrada.»

(7) Entonces Moisés bajó del cerro y llamó a los jefes del pueblo, y les expuso todas estas instrucciones que Yavé le había dado. Todo el pueblo a una voz contestó: «Haremos todo lo que Yavéh ha mandado.» Luego Moisés llevó a Yavéh la respuesta del pueblo.


A través de la Escritura, especialmente en las Alianzas establecidas por Dios, encontramos que el Señor hace mucho por la humanidad sin ninguna condición, pero, a veces, estamos obligados a cumplir con ciertas condiciones, o responder en determinada manera, a como es el caso que acabo de describir en los versículos anteriores, en los cuales se nos dice, que si queremos ser parte del “pueblo de Dios”, debemos de cumplir con los mandamientos; a como saben estos mandamientos no han sido anulados y siguen vigentes hasta hoy, sólo tenemos que leer una vez mas, (Mateo 5:17) “No crean que he venido a suprimir la Ley o los Profetas. He venido, no para deshacerlos, sino para llevarlos a la forma perfecta.” Y darnos cuenta de lo que nos dice el Señor.

El significado de la cena.

Para la gente de la antigüedad, la forma de celebrar y cerrar una alianza era por medio de celebrar un banquete, el compartir entre los concurrentes expresaba un ligamiento o un parentesco de familia, de ahí, que cuando Yaveh decide ratificar la Alianza con los Israelitas, los invita a tener un banquete.

(Éxodo 24:1) A Moisés, entonces, Dios le dijo: «Sube donde Yavé, tú, Aarón, Nadab y Abihú, con setenta de los ancianos de Israel. Ellos adorarán desde lejos, y Moisés se acercará solo a Yavé; ellos no se acercarán, y tampoco el pueblo subirá con ellos.» Moisés bajó del monte y contó al pueblo todas estas palabras de Yavé y todas sus leyes. Contestaron de una sola voz: «Nosotros cumpliremos con todo lo que Yavé ha dicho.» (4)Y Moisés escribió todas las palabras de Yavé. Al despuntar el día, Moisés levantó un altar al pie del monte y, al lado del altar, doce piedras por las doce tribus de Israel. Luego mandó algunos jóvenes para que ofrecieran víctimas consumidas por el fuego y sacrificaran novillos como sacrificios de comunión.

(6)Moisés tomó la mitad de la sangre y la echó en vasijas; con la otra mitad roció el altar. Después tomó el libro de la Alianza y lo leyó en presencia del pueblo. Respondieron: «Obedeceremos a Yavé y haremos todo lo que él pide.» (8)Entonces Moisés tomó la sangre con la que roció el pueblo, diciendo: «Esta es la sangre de la Alianza que Yavé ha hecho con ustedes, conforme a todos estos compromisos.» Moisés subió con Aarón, Nadab y Abihú, y setenta de los ancianos de Israel.

Contemplaron al Dios de Israel. Debajo de sus pies había algo parecido a un pavimento de zafiro transparente y tan esplendoroso como el mismo cielo. Dios no dejó que su poder aplastara a los que había elegido, sino que vieron a Dios; luego comieron y bebieron. (12)Yavé dijo a Moisés: «Sube a lo más alto del cerro y detente allí. Yo te daré unas tablas de piedra con la enseñanza y los mandamientos que tengo escritos en ellas, a fin de que los enseñes al pueblo.»


A como pueden ver, solamente Moisés y algunos individuos escogidos se pueden acercar a la Presencia Divina (la gente se mantiene alejada del altar), después Moisés quema ciertas ofrendas (ahora prendemos candelas o quemamos incienso); Moisés les lee el libro de la Alianza (nosotros leemos las lecturas y el evangelio por el sacerdote) y después pringa a la gente con la sangre del sacrificio (nosotros compartimos el Vino y las bendiciones dadas por el celebrante). ¿Se les hace ésto familiar?

Pasemos ahora una vez mas a escuchar la sabiduría del ya desaparecido Obispo Fulton Sheen.

Estoy seguro que existe mucha gente que resiste el asistir a la Misa, muchos de ellos se quejan diciendo, “no quiero ir a Misa, pues nunca saco nada de ella.” Pero, la razón por la que no sacan nada de ella, es porque no aportan nada de su parte.

Estoy seguro que muchos jóvenes aquí, tienen mamás que no tienen el menor interés en el deporte del 'fútbol' (balón-pie o soccer), ello les dirán a sus mamás, “mira mamá, mira que maravilloso es este juego!”, pero, ellas no ven nada que les llame la atención o que les parezca interesante, ¿porqué? Porque seguramente ellas, no saben nada sobre ese deporte ni tiene la menor idea de él o interés; piensen en cuanta gente que no va a una función de opera, porque no saben nada de música, mas bien consideran la opera, algo muy aburrido.

Supongamos que de repente una persona inculta se encuentra en Grecia en la colina del Areópagos, ¿comprendería él lo que eso significa? Diría quizás, “oh! Aquí es donde Socrates se defendió de sus enemigos, y donde el apóstol Pablo dio ese famoso discurso a los senadores de Atenas”, para poder apreciar esa experiencia, el individuo debe saber mucha historia y tener conocimiento de cultura de lo contrario, el lugar ese no tendrá nada en especial para ese amigo.

Sucede lo mismo con la Misa, la razón por la que no disfrutás de esa experiencia, es porque no has hecho un esfuerzo en conocer y entender la razón de la Misa; de forma sencilla, les digo que la Misa es transportarse al Calvario, y aferrarse a la cruz de Cristo, con Jesús puesto en ella, y traer esa cruz aquí y plantarla aquí hoy mismo! Donde quiera que se celebra la Misa, hemos plantado la cruz de Cristo ahí mismo, los hacemos en Managua, la plantamos en Tokyo, la plantamos en New York, la plantamos en esta ciudad en donde vos estás ahora; eso es lo que la Misa es, la continuación del Calvario, y para poder participar de ella, vos tenes que traer tus cruces contigo, nuestro Señor nos dijo, “carguen sus cruces diario y siganme”. Todo el mundo tiene una cruz o varias crucesitas; por ejemplo, los estudiantes tienen la cruz de la Gramática, las Matemáticas y la obediencia, como cuando la mamá les dice, “láva los trastos!”

Esas son pequeñas cruces, la gente adulta por supuesto tienen toda clase de cruces, y cuando vamos a Misa, las llevamos con nosotros y las plantamos alrededor de la gran cruz de Cristo, y las amontonamos todas bajo su sombra; eso es la Misa! La Misa tiene tres actos, es como un gran drama, supongamos que siglos antes de Cristo, existió un gran drama, porque a decir verdad, esa fue la época de los grandes dramas de teatro, y hubo una presentación que conmovió los corazones, y convulsionó el alma de los espectadores, por lo que los Griegos dicen es el propósito del drama, pero, esa grandiosa obra en particular, fue presentada sólo una vez! Y si vos estuviste ahí, dirías, que lástima! Todo el mundo debe ver esta obra!

¿Cómo sería eso posible? Pues bien, será posible si establecemos compañías de teatro ambulantes, presentaremos esta misma obra, pero con diferentes artistas en muchos diferentes escenarios del mundo; apliquen ahora esa idea a la pasión del Señor, ese drama sucedió una sola vez, pero, en la noche que fue entregado nuestro Señor dijo en la “Ultima Cena”, prepararé este drama, para que sea presentado por todo el mundo, para que así se purifiquen los corazones y las almas sean sanadas por todo el orbe, de manera que estableció, compañías de teatro rodantes, y dijo a sus discípulos y sacerdotes, “hagan ésto, en memoria mía, repítanlo!”

Los mismos diálogos, el mismo propósito, solamente los escenarios son diferentes; analizaremos ahora los tres actos del drama...en el primer acto, te auto-entregas (te ofreces) a Cristo (acto 1)...acto 2, tu mueres, mueres con él. Acto 3, ya que has muerto en él, tienes ahora vida nueva. Acto 1, que es cuando te ofreciste al Señor, se le llama en la Misa, “el ofertorio”. Acto 2, tu muerte en Cristo, constituye, la “consagración”. Y por último en el Acto 3, renaces a una vida nueva, o sea la “Sagrada Comunión”.

Los guiaré ahora por los tres Actos...Acto 1, te auto-ofreces a Cristo y dices, quiero ser, uno contigo en tu gran acto de redención; al comienzo de la Misa, el Señor ve hacia abajo desde el cielo y dice, “no puedo morir de nuevo, en esta humanidad que me dio mi madre María, este es un cuerpo glorificado, pero, Pedro, Pablo, María y tu hijo mio, ¿me darías tu naturaleza humana? Ofrecete a mí y así, yo moriré en ti! Te permetiré experimentar las mismas facetas de vida por las que yo he vivido.”

¿Y cómo te puedes auto-ofrecer al Señor? No solamente con estar presente en la Misa, no, no solamente así! Pero, por medio de utilizar los símbolos de pan y vino, de manera que cuando el pan y el vino son llevados al altar, ¡tu! Eres llevado al altar. ¿Porqué pidió el Señor pan y vino? Primero porque no otras dos substancias, representan la unidad a como lo hacen el pan y el vino! Así como el pan es hecho de muchos granos de trigo, y el vino del muchas uvas, así también nosotros que somos muchos, somos sin embargo un solo corazón y alma en Cristo; ademas de eso, traemos las substancias que tradicionalmente han alimentado a mas gente en el mundo, ---pan, y vino---cuando presentamos la materia que sustenta la vida, nos presentamos a nosotros mismos.

Ademas, traemos al altar parte de la naturaleza, traemos esos elementos de la creación de Dios que son, el vino y el pan, y le decimos a Yavéh, estos presentes serán consagrados sólo a ti Señor, y algún día habrá un cielo nuevo y una nueva tierra.

Entonces, todo estará sometido a tí, pero, por ahora estas son las primicias de esa cosecha, que representan el ofrecimiento total de la creación a Cristo. De manera que en el “ofertorio”, tu te haces presente en el altar, tu estás en la patena y estás en el cáliz, bajo la forma de pan y vino, ese es tu símbolo, y precisamente por eso es que la colección se hace durante el “ofertorio”, pues es como un símbolo de tu sacrificio, de tu labor, de tu trabajo, y con eso se compran el pan y el vino, eso ayuda a que se realice este sacrificio de la Misa...ahora sólo quiero indicar una vez mas, que vos estás ahora en el altar, y ese es el primer acto del drama.

Pasamos ahora al acto 2, ahora tu mueres, has sido crucificado, no podemos vivir en Cristo, a menos que muramos a nuestra baja naturaleza, de manera que el Señor está ahora “re-presentando” su muerte...en la consagración, y vos estás en él, así que mueres con él. Te diré ahora como se logra eso,...primero, ¿cómo “re-presentamos” su muerte en la consagración de la Misa? Piensa por un momento en lo siguiente, ¿cómo murió el Señor en la cruz? Sino, por la separación de su sangre de su cuerpo, hubo grandes fuentes, fuentes en sus manos, derecha e izquierda, fuentes en sus pies, fuente en su cabeza, y la última gota de sangre de su cuerpo, brotó cuando su corazón fue traspasado por una lanza, de manera que nuestro Señor fue prácticamente drenado de su sangre en la cruz, y murió por la brutal separación de su cuerpo y su sangre, porque a como se nos dice en el Antiguo Testamento, la vida está en la sangre.

Ahora, 'recreamos' la muerte del Señor, por medio de la consagración separada del pan y del vino; el sacerdote celebrante en el altar no dice, “este es mi cuerpo y mi sangre”, eso seria equivalente a que el cuerpo está todavía vivo; en cambio el celebrante dice primero, “¡este es mi cuerpo”! Y después toma el vino y dice, “¡esta es mi sangre!”, esa forma separada de consagrar el pan y el vino, es equivalente al destrozamiento sufrido por el Redentor de su cuerpo y el drenaje de su sangre, pues esa es la forma que murió Cristo en la cruz. De manera que se ha 're-creado' (no repetido, a como dicen los protestantes) la muerte de Cristo por medio de la consagración, pero, vos estás ahí con él! De modo que tienes que morir con él...muere a todo lo que es diabólico, a la soberbia, el orgullo, la lujuria, la envidia, la glotonería, la pereza, la avaricia; de ahí que en el momento de consagración, vos tenés que decir las palabras de la oración de consagración, en un sentido secundario.

El significado primario (principal) sabemos que es... “ésto es el cuerpo de Cristo, ésto es la sangre de Cristo”...pero, existe un significado secundario, de manera que durante la consagración tu deberías de decir las palabras a como, también lo hace el sacerdote---yo muchas veces digo mentalmente, a como vos debes de hacerlo siempre--- “este es mi cuerpo, esta es mi sangre”. No importa que los elementos básicos de mi vida no se desvanezcan, a como son, mi vocación (profesión, trabajo) mis obligaciones, mis responsabilidades en la vida, esto es como si fuesen las especies mías, ¡ahí que estén! Pero, yo substancialmente soy un cuerpo, alma e intelecto! Yo estoy muriendo oh Señor! Esta es la totalidad de mi persona, yo muero contigo!----Esa es la consagración, de manera que has muerto con Cristo, pero, nadie muere en Cristo, sin recibir una vida nueva.

Ahora hemos llegado a la “Comunión”. Acto-3, ésto es un lindo misterio, para que lo entiendas, te haré ver como ejemplo, la naturaleza, en la primavera (cuando las flores brotan), si el rayo del sol, y el fosfato y el carbono en el aire pudiesen hablar, les dirían a las plantas, "a menos que comas de mi, no tendrás vida en ti;" si las plantas pudiesen hablar, lo mismo que la grama del campo, le dirían a los animales, 'a menos que comas de mi, no tendrás vida en ti'....y si los animales y plantas, frutas, y vegetales hablaran, nos dirían, 'a menos que comas de mí, to tendrás vida en ti'; Cristo nos dice en la Comunión, “a menos que comas de mí, no tendrás vida en tí.”

Y la ley de transformación sigue su curso, así, los elementos químicos son transformados en plantas, plantas en animales, los animales pasan sus nutrientes al hombre, y el hombre se transforma en Cristo. Tenemos ahora por lo tanto su vida en nosotros, esto es el gran momento del amor, morimos a lo bajo, y tendremos ahora una vida superior, y esta vida superior, a como sucede en el matrimonio, se transforma en amado, amante y amor; el marido se entrega a la esposa, la esposa se entrega al marido...del rendimiento del amante al amor por la amada, resulta el éxtasis del amor...así como la unión matrimonial es para el marido y la mujer, así mismo es la Comunión para el espíritu del creyente, de la unión de nuestra alma con Cristo, es decir amante y amado, se produce el éxtasis del amor.

Tenemos entonces así el tercer Acto, por cierto que tiene otro aspecto que explicaré de manera lacónica, ese es un aspecto poco mencionado, pero que sí lo encontramos a menudo en la Escritura, lo cual es, que cuando recibimos la Comunión, tenemos que llevar la muerte de Cristo en nuestra vida, negándonos a nosotros mismos, para que así pueda surgir en nosotros la vida de Cristo.

Les explicaré eso ahora, utilizando de nuevo la naturaleza, si las flores y la grama pudieran hablar le dirían al rayo de sol y a los elementos químicos, “te gustaría vivir en mi? Yo soy una planta, ustedes son nada mas que cristales, no pueden vivir en mí en su forma actual, tienen que ser cambiados, deben morir a su estado natural, entonces podrán vivir en mi.” Los animales le dirían a la grama, “tu no puedes ver, no puedes saborear, no te puedes mover de lugar a lugar, cambiar de posición desde el amanecer al anochecer, pero, ¡yo sí puedo! Yo tengo un reino mas alto que tu, te gustaría entonces vivir en mi reino? ¡Pero no a como eres ahora! Debes someterte al proceso pasando por las mordidas de la muerte, y sólo así podrás vivir en mi reino.

Nosotros le diríamos a los animales, “no puedes pensar, no pueden observar el cielo, en cambio yo tengo vida mas alta que uds. ¿les gustaría vivir en mí? Sométanse entonces al cuchillo, derramen su sangre, de lo contrario, no pueden vivir en mi reino”. Así mismo el Señor no dice a nosotros, “a menos que tomen su cruz todos los días, uds. no pueden----no es que podrán---sino, no pueden ser mis discípulos.” De manera que la Comunión no es sólo tomar la vida de Cristo en nosotros---a como les he explicado, e incidentalmente para los estudiantes de biología, les digo que el primer proceso descrito es lo que se llama proceso anabólico, y el sacrificio que explico aquí, es el proceso catabólico de la naturaleza---.

San Pablo nos presenta el segundo elemento de la comunión, cuando dice, (1 Cor. 11:26) “Fíjense bien: cada vez que comen de este pan y beben de esta copa están proclamando la muerte... ¡la muerte! del Señor hasta que venga.” ----esto para esos que se quejan (se averguenza) del crucifijo, el sacrificio de Cristo es eterno, no una experiencia momentánea, a como cualquier humano---De manera que la comunión, es una incorporación a la vida superior de Cristo, pero, tanto como tenemos que vivir en el mundo, llevaremos siempre con nosotros esa muerte a lo diabólico y lo bajo, llevar nuestras cruces y seguirlo, eso es la Misa.

Creo que cuando estemos frente al trono del Gran Juez, una de nuestros arrepentimientos será, el de no haber puesto mas atención a la Misa. ¡Que linda es nuestra religión Católica! espero haber explicado ésto bien y piensen siempre en la Misa como tres actos, y que tu estás unido a la cruz del Señor Jesús. Que Dios los bendiga

================================================================ ================================================================

Homilía del Domingo 05/04/14

Comentario del Hermano José María Vegas, cmf
(propiedad de www.Ciudad Redonda.org)

El camino a Emaús es de ida y vuelta

Si el primer lugar de encuentro con el Resucitado es la comunidad de discípulos, ésta se constituye como tal, no por iniciativa propia, sino convocada por el mismo Señor Resucitado, por medio de su Palabra y de la fracción del pan. La Eucaristía es la “fuente y la cima” de la vida y de la comunidad cristianas. Las experiencias que constituyeron el contexto de los encuentros con Cristo pascual fueron experiencias sobre todo eucarísticas. Es en ese contexto preciso en el que los discípulos vieron al que había muerto en la Cruz, pero ya no estaba en el sepulcro.

¿Qué significa aquí “ver”? ¿Por qué escribimos este verbo así, entre comillas?

El evangelio de los discípulos de Emaús lo explica de manera especialmente elocuente. Ahí se entiende bien qué vieron ellos, y qué significa para nosotros hoy ver a Cristo Resucitado.

Esos dos discípulos eran, tal vez, un matrimonio; otras versiones dicen que, puesto que se da el nombre de uno de ellos, Cleofás, el otro podía haber sido el evangelista Lucas, que, sin embargo, dejó la cuestión abierta. Ello nos da la oportunidad de poner el propio nombre junto al de Cleofás en este texto modélico para todo cristiano. En estos dos discípulos se refleja dramáticamente el trauma y la desilusión producida por la muerte de Jesús. Vuelven a la vida de siempre después de haber despertado de un sueño: “nosotros esperábamos que él fuera el liberador de Israel”; un sueño que acabó convertido en una pesadilla: “los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran”.

El camino que están haciendo muestra que el grupo de los discípulos están en proceso de disgregación. Para un judío la cosa es clara: si Jesús acabó así, es que Dios no estaba con él, no era el Mesías; nos habíamos equivocado, nuestras esperanzas eran vanas. El terrible final de Jesús supone el final de la comunidad que se había congregado en torno a Él. Tras la muerte ha pasado tiempo (tres días) y las cosas siguen igual. Bueno, no del todo igual: es cierto que algunas mujeres les han sobresaltado, pues no han encontrado el cuerpo, y hablan de cosas raras, como apariciones de ángeles, pero los apóstoles han ido al sepulcro y han comprobado que el cuerpo no está, pero a él no lo han visto. Las mujeres representan aquí el amor que intuye algo a partir del signo negativo de la mera ausencia. Los que han ido a comprobar (la autoridad y la razón) no se conforman con eso: es verdad que el lugar de la muerte está vacío, pero eso no es suficiente para creer: “a él no lo han visto”.

Este “no ver” de los principales parece haber sido suficiente para este par de discípulos. En resumen, toda una descripción del fracaso que obliga a volver a lo de siempre, a Emaús.

Mientras iban caminando, ¿de qué hablarían? ¿De qué otra cosa más que de todo lo que había pasado esos días? Lo hacían con tristeza, ofuscados y desconcertados. Recordarían las palabras llenas de autoridad y novedad que habían escuchado de labios de Jesús, y los signos poderosos que le habían visto realizar, y que hablaban de que él, probablemente, era el Mesías. Y, sin duda, estos judíos piadosos recordarían todo esto a la luz de aquellas otras palabras, la Ley y los Profetas, escuchadas y meditadas tantas veces en la sinagoga. Al comentar todo esto, algunos de los textos recordados empezaron a brillar de un modo nuevo. Les hablaban de que lo sucedido a Jesús no era en realidad tan extraño: muchos textos proféticos lo habían anunciado, como los poemas del Siervo de Yahvé del profeta Isaías (cf. Is 42,1-7; 49,1-9; 50, 4-9; 52, 13-53,12): un Mesías sufriente y derrotado. Al ir recordando estos textos, poco a poco se les fueron abriendo las mentes, empezaron a entender que “era necesario que el Mesías padeciera”, se dijeron a sí mismos ¡qué torpes hemos sido para entender!, sintieron que les ardía el corazón…

El camino se les pasó volando. Al llegar no querían perder esa extraña sensación que les había acompañado por el camino, querían retenerla. En realidad, el mismo Señor, ese mismo que había desaparecido de la tumba, los había acompañado y les había explicado las Escrituras, pero ellos, ofuscados, no habían sido capaces de reconocerlo. El caso es que, embargados por esta extraña sensación, por esta misteriosa presencia, decidieron repetir el gesto que Jesús les había mandado hacer “en su memoria”, pues realmente lo que habían vivido en el camino era una memoria viva ¡y no muerta!, no era el recuerdo impotente de un difunto: bendijeron el pan y lo partieron: “entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero Jesús desapareció de su lado”.

¿Está claro? Mientras lo veían, no lo reconocieron, cuando lo reconocieron, dejaron de verlo. No se trata de ver con los ojos del cuerpo (como si los ciegos no pudieran tener la experiencia del resucitado), sino de “verlo” con los ojos de la fe, al escuchar y comprender las Escrituras, al partir el pan. A veces percibimos ciertos signos externos: suenan palabras, se realizan ciertos ritos, como bendecir el pan y el vino, pero estamos como ciegos para la presencia real del Maestro que nos habla y explica, del Señor que parte para nosotros el pan. En cambio, cuando descubrimos en todo eso la presencia de Cristo vivo (nos arden el corazón, se nos abren los ojos de la fe), lo que vemos físicamente no se distingue en nada de la realidad cotidiana, pero, eso sí, hemos descubierto en ella una dimensión nueva, superior, real: creer para ver.

Y ¿después? “En aquel mismo instante se pusieron de camino y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once y a todos los demás”. Esa experiencia extraordinaria mientras iban de camino y al partir el pan les hizo realizar inmediatamente el camino de vuelta. De la disgregación, producto del fracaso, a la convocación, de la dimisión a la misión. La misión tiene primero un sentido interno. La experiencia del Resucitado lleva a dar testimonio de la propia experiencia en primer lugar a los demás discípulos. Así se recompone el grupo, se constituye la Iglesia. Igual que la presencia no reconocida de Jesús es la que ha explicado las Escrituras y partido el pan, así es él mismo el que convoca y reúne a las ovejas que se habían dispersado, cuando fue herido el pastor (cf. Mc 14, 27).

La experiencia eucarística se presenta aquí de manera dinámica, en camino, también en situación de crisis, de abandono. Jesús nos sale al encuentro y, si le damos conversación, nos explica las Escrituras; si le invitamos, nos invita él y parte para nosotros el pan. Tras la fracción del pan, el “ite missa est” nos envía, en primer lugar a nuestros hermanos como constructores de comunidad, como piedras vivas de la Iglesia; y, después, a todo el mundo, como testigos del Señor Resucitado. A veces nos embarga el miedo, pero tenemos que aprender a confiar en que ese testimonio no es sólo ni sobre todo cosa nuestra. Las en apariencia extrañas palabras que cierran la primera lectura (“esto es lo que estáis viendo y oyendo”) indican que, en el testimonio de la propia fe, los receptores del mismo pueden ver y entender, pues, como en el camino a Emaús, Jesús mismo actúa y habla.

La eucaristía es un enorme potencial que dejamos pasar por indolencia, indiferencia, superficialidad: escuchamos sin atención, mirando el reloj a ver cuándo acaba esto, los encargados de comentar la Palabra lo hacemos con frecuencia sin alma, de manera rutinaria y doctrinaria, no favorecemos que “arda el corazón”, sino que literalmente dormimos a las ovejas; en consecuencia, unos y otros asistimos a la fracción del pan sin el corazón caldeado, sin tomarnos en serio nuestro proceder, sin caer en la cuenta de que ahí se actualiza el precio de la sangre de Cristo con la que fuimos rescatados.

Los discípulos de Emaús nos ofrecen hoy una preciosa catequesis de lo que significa realmente la Eucaristía, sacramento para el camino de nuestra vida, que si a veces es un camino de huida y de disgregación, a la luz de la Palabra y de la fracción del pan se convierte en un camino de vuelta, de congregación, de testimonio y de misión.



Regresar al comienzo del Artículo


Pase a dar su comentario (opinión)


******************************************************************************** ******************************************************************************** ********************************************************************************


Este comentario pertenece al Padre Robert Barron (www.wordonfire.org) .

Homilía del 05/04/14

La paz sean con uds. amigos mio esta semana la lectura del Domingo se trata de la magnifica historia de los discípulos que decidieron regresar a Emmaus, pues bien la historia comienza así, “Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús.” Podemos ver aquí que se trata del “primer día de la semana,” (nuestro Domingo) el primer día de la “nueva creación”, parece que ninguno de los eruditos sabe dónde exactamente estaba situada la ciudad o aldea de Emmaus, aunque varias posibilidades han sido sugeridas, pero parece que Emmaus era una guarnición Romana a un par de leguas de Jerusalen.

Hacia dónde van estos individuos? Parece que van por el camino y dirección equivocados... en el evangelio de Lucas todo gravita alrededor de la ciudad de Jerusalén, porque es la ciudad de la cruz; toda la vida y misión de Jesús ha sido acerca de la cruz, ese es el camino del amor doloroso... es fascinante que los caminantes del relato se están alejando de Jerusalén, y si Emmaus es una guarnición Romana, pues diríamos que ellos se dirigían a un centro de poder rival al de Jerusalen, quizá sea eso el centro del mensaje del evangelio, o sea, que el verdadero poder, es el poder del amor divino, y no el poder del mundo (o lo que el mundo considera como el poder), lanzas y flechas, guarniciones y pelotones de soldados, en esa era, y ahora como poder nuclear, bombarderos jets, rifles y tanques... no es esa clase de poder de lo que habla el evangelio.

Sino, el poder del amor de Dios que se de en abandono, pues bien los caminantes iban hacia el lugar incorrecto, y por cierto que ellos nos representan a todos nosotros, pues tendemos a tomar el camino equivocado, tendemos a buscar seguridad en Emmaus y no en Jerusalen, me entienden? Ya sea que buscamos seguridad en el éxito mundano o en cosas materiales, tendemos a tomar el camino que nos aleja de Jerusalen y nos lleva a Emmaus... sucede pues que mientras caminaban y debatían los hechos ocurridos cuando coincidentemente Jesús se encuentra con ellos y se les acerca... es realmente grandioso, el hecho que tenemos un Dios que no espera que vallamos a él en signo de postración, sino, que él sale a encontrarnos; creo que tal vez la revelación central de la Biblia es, no nuestra búsqueda de Dios, sino la búsqueda de Dios por nosotros.

Aun cuando caminamos por el camino equivocado, Jesús se acerca a caminar con nosotros, aun cuando estamos confundidos, viene y se nos une, cosa que es muy importante... sus ojos no les permitían reconocer al Maestro. Todas las versiones de las apariciones de Jesús, hacen notar su apariencia rara (no es reconocible fácilmente), lo que creo es comprensibles, pero creo que aquí se nos está diciendo algo más profundo, por qué no lo pueden reconocer? Porque van por el camino equivocado.... la forma que hablamos y nuestra forma de conocer (saber), tienen mucho que ver con nuestra forma de caminar (qué camino tomamos), y con eso quiero decir, nuestra forma de vivir, esa es una gran metáfora de la vida ética, la vida moral, pues si tomás el camino errado, no entenderás nada... de manera inocente Jesús se les acerca y les pregunta, “de qué van hablando por el camino?” ellos entonces se detienen... lo cual es un detalle importante, pues van por el camino errado, es por lo tanto importante que se detengan, algo en Jesús los obliga a detenerse lo cual está muy bien.

Uno de ellos llamado Cleofás le pregunta, “eres tu el único extranjero que no sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalen?” ...lo cual es irónico, pues Jesús es el único que sabe muy bien y comprende lo que sucedió... esta historia es acerca de comprender de lo que se trata Jesús, su misión y su persona... contesta Jesús, “qué ha sucedido?” A lo que ellos contestan enumerando todo lo relacionado a Jesús, “era un profeta poderoso de hecho y palabra, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron.”

A como pueden ver, los caminantes enumeraron todos los detalles, tenían el suceso y los hechos bien claros, aun los detalles concerniente a Jesús, pero, lo que no podían ver claramente era el patrón modelo o esquema que ponía todos esos detalles en relación correcta y que revelaba su coherencia, ésto es un fenómeno viejo y que nos sucede a todos, podemos tener en frente de nosotros mucho datos y detalles, pero no podemos relacionarlos para descubrir el mensaje o solución que poseen. A veces nos pueden contar un chiste, pero el bombillo no se nos enciende y no comprendemos o entendemos la broma, no reímos porque no entendimos nada... algunas personas pueden ser muy atentas a muchos detalles, pero no tienen intuición, no pueden ver el conjunto total; a los niños les enseñamos a que aprendan a ver la figura total, o el resultado final del diagrama, que aprendan a unir los puntos para ver la figura que resulta de todos esos trazos.

En la vida espiritual esa clase de intuición es muy importante... estos discípulos tenían toda la información sobre Jesús, pero no podían comprender su significado, por eso es que les dice, «¡Qué necios y torpes son uds. para creer lo que anunciaron los profetas!” A como pueden ver, él les dice que ellos no comprendieron el esquema total de los hechos, y continua “¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?» De qué se trata todo ésto? Cuál es su significado? Y ahí lo tienen, “ que Cristo debía sufrir todas estas pruebas para entrar en su gloria.” Cuál es el sendero de Dios? es un sendero de amor doloroso (que sufre muchas penas), realmente amigos míos, el amor es siempre un sendero de sufrimiento, pues es un sendero de negarnos siempre a nosotros mismos... cuando nos acostumbramos a nuestras normas egotistas, el camino del amor será siempre doloroso.

El teólogo Matthew Levering dice que un mundo donde se ha perdido todo sentido de moral y decencia, no hay comunión sin sacrificio, no hay amor sin sacrificio... leí recientemente un artículo de Malcom Muggeridge quien es un caballero Inglés y periodista, quien ya tarde (viejo) en su vida, se volvió un devoto convertido Católico... le dijo pues a William Buckley en una entrevista, que él descubrió que lo único que nos enseña algo en la vida, es el sufrimiento, lo cual me parece correcto... esa es la norma, la norma del amor.... Jesús dijo entonces, “Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.” Lo cual es algo fantástico, y que hace ahora Jesús? Está viendo hacia atrás, en la Escritura, que para un Judío de esa época era la Biblia... lo que está haciendo aquí Jesús es entregar a los caminantes la llave hermenéutica, del Antiguo Testamento, la llave para interpretar la Escritura, y les asigna una norma o pauta, que es la pauta de su propia vida, lo cual revela ahora el significado profundo del Antiguo Testamento.... ¿de qué realmente se trata el libro del Génesis? No lo sabemos, hasta que lo leemos por medio del lente de Cristo.

De qué se trata el Éxodo, no lo sabemos hasta que lo leemos por medio del lente de Cristo, de qué se trata Isaías y todos los profetas? Lo sabemos y comprendemos sólo por medio de Cristo; igual que la historia de David tiene sentido hasta que la leemos con el lente de Cristo, eso es lo que se nos presenta aquí.... cuando llegaron a la villa a donde iban, él pareció seguir adelante, pero los discípulos le suplicaron que se quedara con ellos, pues estaba terminando el día... ¿y por qué lo animaron a quedarse esa tarde ahí? Porque sus corazones ardían, porque cuando él les revela el significado de la Escritura que por cierto seguramente ellos conocían muy bien, pero, ahora tenían la norma, el patrón modelo, tenían la llave de interpretación, por eso les ardía el corazón, lo cual es lo mismo que nos sucede a nosotros, esos viejos textos toman vida, se encienden una vez que aprendemos a leerlos por medio del lente de Jesús.

De manera que se quedó con ellos, sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Qué fue lo que hizo? el gran acto eucarístico, se sentó con sus amigos, tomó el pan lo bendijo, lo partió y se los dio... esa es la “eucaristía” esa es la Misa, y ¿qué es ésto? Es la presentación sacramental de la norma o patrón modelo a seguir, primero habló sobre ésto a los caminantes... pero ahora se los hace realmente presente, pues la eucaristía es el amor doloroso del Hijo de Dios, eso es lo que es, el cuerpo y la sangre de Jesús, ofrecido como sacrificio... de manera que con la norma o patrón visiblemente presente ante ellos, se les abrieron los ojos y lo reconocieron, y es así cómo sucedió... habían comenzado a reconocerlo cuando les reveló las Escrituras, pero, lo vieron en su totalidad o completamente, en la fracción del pan... y amigos míos, ¿no es ésta la misa?

Muchos han dicho a través de los siglos correctamente que esta historia, es la historia de la Misa, comenzó todo con la liturgia de la palabra, ¿es eso simplemente lectura de los textos antiguos?, no,no! Jesús está realmente presente entre nosotros, leyendo y explicando esos textos a nosotros... después de la liturgia de la palabra, pasamos a la liturgia de la eucaristía, la fracción del pan, pero en ambas partes de la Misa, Cristo se nos revela como la norma máxima o patrón, en ambas partes de la Misa, aprendemos de nuevo cómo ver y cómo reconocerle, y una vez que tenemos eso bien, sabremos entonces cómo vivir, por eso cuando Jesús desaparece de su lado dicen, “¿no nos ardía el corazón cuando estaba con nosotros?” se levantaron entonces y a pesar de lo tarde que era, a pesar de los peligros del camino y del peligro que existía en Jerusalén, regresan al lugar donde deben estar (con el resto de los discípulos, con la Iglesia), dieron una vuelta en "u", se convirtieron.

Esa es la Misa, una vez que experimentamos a Cristo, esa es la norma ese es el patrón, somos revestido de poder para seguir adelante, “vayan, la Misa ha terminado, vayan en paz a servir a Dios, regresen a Jerusalen, resuman el camino del amor que sabe sufrir,” amigo, injértate en esta historia que es nuestra historia, se trata de reconocer a Jesús y saber el camino correcto, la senda del amor divino y la forma de andar. Que Dios los bendiga.



Que la Santa Virgen María, los Santos del Cielo y los Ángeles rueguen a Dios por nosotros, Amen!

      

============================================================== ==============================================================



Lecturas del Domingo 05/04/2014, 3er. Domingo de Pascuas de Resurrección Ciclo "A"

______________________________________________________

Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (2,14.22-33):

El día de Pentecostés,
Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra:
«Judíos y vecinos todos de Jerusalén,
escuchad mis palabras y enteraos bien de lo que pasa. Escuchadme,
israelitas: Os hablo de Jesús Nazareno,
el hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros,
signos y prodigios que conocéis.
Conforme al designio previsto y sancionado por Dios,
os lo entregaron, y vosotros, por mano de paganos,
lo matasteis en una cruz. Pero Dios lo resucitó,
rompiendo las ataduras de la muerte;
no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio,
pues David dice, refiriéndose a él:
"Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.

Por eso se me alegra el corazón,
exulta mi lengua, y mi carne descansa esperanzada.
Porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.
" Hermanos, permitidme hablaros con franqueza:
El patriarca David murió y lo enterraron,
y conservamos su sepulcro hasta el día de hoy.
Pero era profeta y sabía que Dios le había prometido con juramento
sentar en su trono a un descendiente suyo;
cuando dijo que "no lo entregaría a la muerte
y que su carne no conocería la corrupción,
" hablaba previendo la resurrección del Mesías.
Pues bien, Dios resucitó a este Jesús, y todos nosotros somos testigos.
Ahora, exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre
el Espíritu Santo que estaba prometido, y lo ha derramado.
Esto es lo que estáis viendo y oyendo.»

Palabra de Dios.


Todos    

Te alabamos, Senor




-----------------------------------------------------------------------

Salmo

*Sal 15,1-2.5.7-8.9-10.11*

R. Señor, me enseñarás el sendero de la vida.


Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
R.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
R/.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
R./

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.

R./

------------------------------------------------------------------

Segunda lectura

 
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (1,17-21):

Si llamáis Padre al que juzga a cada uno,
según sus obras, sin parcialidad,
tomad en serio vuestro proceder en esta vida.
Ya sabéis con qué os rescataron de
ese proceder inútil recibido de vuestros padres:
no con bienes efímeros, con oro o plata,
sino a precio de la sangre de Cristo,
el Cordero sin defecto ni mancha,
previsto antes de la creación del mundo
y manifestado al final de los tiempos por nuestro bien.
Por Cristo vosotros creéis en Dios,
que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria,
y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza.

Palabra de Dios.


Todos    

Te alabamos, Senor




----------------------------------------------------------------------

Evangelio


Lectura del santo evangelio según san Juan (24,13-35):


Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día,
el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús,
distante unas dos leguas de Jerusalén;
iban comentando todo lo que había sucedido.
Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó
y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo: «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?»
Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás,
le replicó: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén,
que no sabes lo que ha pasado allí estos días?»
Él les preguntó: «¿Qué?»
Ellos le contestaron: «Lo de Jesús, el Nazareno,
que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo;
cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes
para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron.
Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel.

Y ya ves: hace dos días que sucedió esto.
Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado:
pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo,
e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles,
que les habían dicho que estaba vivo.
Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro
y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron.»
Entonces Jesús les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer
lo que anunciaron los profetas!
¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?»
Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas,
les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.
Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante;
pero ellos le apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros,
porque atardece y el día va de caída.»

Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos,
tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio.
A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció.
Ellos comentaron: «¿No ardía nuestro corazón
mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?»
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén,
donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:
«Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.»
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino
y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Palabra del Senor.



Todos  

Gloria a tí, Señor Jesús.



    


=============================================================== ===============================================================


"English Section"

Readings for Sunday 05/04/14

Listen to Fr. Barron's commentary for Sunday 05/04/14


----------------------------------------------------------------------------------------- -----------------------------------------------------------------------------------------

INTRODUCTION:____
Is the structure of the mass a modern invention of the Church?

The heart of worship for the Catholic faithfuls is the mass, many believers would be surprise to know that its structure is of old, yes, the sacrifice, the meal and the priests come from the very beginning when God chose the people of Israel as a nation of priests, to carry its message through out all the world.

After God had liberated the Hebrews from slavery in Egypt, he defines their new mission: (Exodus 19:4) "You have seen how I treated the Egyptians and how I bore you up on eagles’ wings and brought you to myself now, if you obey me completely and keep my covenant, you will be my treasured possession among all peoples, though all the earth is mine.


(6) You will be to me a kingdom of priests, a holy nation. That is what you must tell the Israelites." So Moses went and summoned the elders of the people. When he set before them all that the LORD had ordered him to tell them, (8) all the people answered together, “Everything the LORD has said, we will do.” Then Moses brought back to the LORD the response of the people.


Through out the Scripture we find, mainly in the covenants above mentioned, that God does a lot of things for us without any condition, but, there are others times in which we are obligated to comply with some conditions or respond in a determined manner, case in point, the above verses show how if we want to be part of the “treasured possession” of the Lord, we must obey his commandments; you must remember that this commandments, have not been declared null, not even today, just go back to (Matt. 5:17) “"Do not think that I have come to abolish the Law or the Prophets; I have not come to abolish them but to fulfill them.” and read once again the words of the Lord.

The meaning of a meal

For ancient people, the way to close and celebrate a covenant, was by sharing a meal, the sharing among the participants expressed a bond or family unity, therefore, when God decided to ratify the covenant with the Israelites, he invited them to share a meal.

(Exodus 24:1) Moses himself was told: Come up to the LORD, you and Aaron, with Nadab, Abihu, and seventy of the elders of Israel. You shall bow down at a distance. Moses alone is to come close to the LORD; the others shall not come close, and the people shall not come up with them.... (4) Moses then wrote down all the words of the LORD and, rising early in the morning, he built at the foot of the mountain an altar and twelve sacred stones for the twelve tribes of Israel.

(5) Then, having sent young men of the Israelites to offer burnt offerings and sacrifice young bulls as communion offerings to the LORD, Moses took half of the blood and put it in large bowls; the other half he splashed on the altar.

(7) Taking the book of the covenant, he read it aloud to the people, who answered, “All that the LORD has said, we will hear and do.” Then he took the blood and splashed it on the people, saying, “This is the blood of the covenant which the LORD has made with you according to all these words.”

(9) Moses then went up with Aaron, Nadab, Abihu, and seventy elders of Israel, and they beheld the God of Israel. Under his feet there appeared to be sapphire tilework, as clear as the sky itself. Yet he did not lay a hand on these chosen Israelites. They saw God, and they ate and drank
(we have the Holy Communion). The LORD said to Moses: Come up to me on the mountain and, while you are there, I will give you the stone tablets on which I have written the commandments intended for their instruction.

As you can see, only Moses and some appointed individuals could get close to the holy Presence (the people stayed away from the altar) , then Moses offers some burnt offerings (which we do now either by burning incense or lighting candles); Moses reads the book of the covenant (we have readings and the Gospel) and then he splashed the blood on the people ( we receive the Wine and blessings from the celebrant). Does this sound familiar to you?

Let's now hear once again, the wisdom of the late Bishop Fulton Sheen

I'm sure that there are a lot of people that resist going to Mass, many of them complain saying, “I don't want to go to Mass, I don't get anything out of it.” But the reason they think they don't get anything out of mass, is because they don't bring anything to it.

I'm sure that many of the young boys here, have mothers that are the least interested in football, you might say to your mother, “come on mom, look at this game, it's wonderful”, but, she doesn't get anything out of it, why? Because she doesn't bring any knowledge of football to the game; think of how many people won't go to an opera, they will find it boring, that's because, they don't bring any knowledge of music to it. Let's suppose that you are suddenly put in Athens on the hill of the Areopagus, would you understand it? Would you say? Oh, this is where Socrates defended himself, and where St. Paul gave that famous discourse, to the senators of Athens, we'll have to bring something to Greece in order to understand it.

So it is that you don't get anything out of it, because you made no sacrifice, no effort to understand or to know what the mass is; very simply what the mass is, is reaching to Calvary, and laying hold with your hands of the cross of Christ, with Christ on it, and you plant it down here, today! Wherever the mass is celebrated, we take the cross and we plant it down in Nairobi, we plant it in Tokyo, we plant it in New York, we plant it in this city; that's what the mass is, the continuation of Calvary, and in order to take part of it, you have to bring little crosses, our Blessed Lord said, “take your cross, daily and follow me”; everyone has a cross, for example, you young students you got the cross of spelling, mathematics and of obedience, when your mother says, “do the dishes”.

That's a little cross, and older people have all kind of crosses, and we bring all of our crosses here and plant them down along side that big cross of Christ, and we mass them all together under him; that is the Mass. It has three acts, it is like a great drama, let's supposed, that four or five centuries before Christ there was a great drama, because that's was the great age of drama, a drama presented that move hearts, turn souls, which's why the old Greeks said was the purpose of drama, but, it was play only once! And if you were at that theater and your soul was better because you witnessed the drama, you would say, what a pity! Everyone in the world should see this!

How could that be done? Well, it could be done by establishing road companies, new actors, same lines, same drama, but appearing on different stages of the world; apply this now to the death of our Lord, this drama was played once, but on the night of the “Last Supper” our Lord said, “I'm going to prepare this drama, so it could be enacted all over the world and hearts could be purified and souls purged--- so he established road companies, and he said to his apostles and his priests---, do this, repeat it!”

Same lines, same purpose, only the stages are different; we'll now follow the three acts of the drama, in the first act, you offer yourself to Christ (act 1)...act 2, you die, you die with him. Act 3, because you died with him, now you get new life. Act 1, where you offered yourself, is the “offertory”. Act 2, your death with Christ, the “consecration”. And thirdly, rising to a new life, is “Holy Communion”.

Now follow me through these three acts...Act 1, you offer yourself to Christ and say, “I want to be one with you, in your great act of redemption; when the Mass begins, the Lord looks down from heaven and says, “I can not die again, in this nature that I took from Mary, this nature is glorified, but, Peter, Paul, Mary and you, would you give me your human nature? Offer yourself to me and I will die again in you! And let you pass through the same stages of life that I passed through.”

Now, how do you offer yourself to the Lord? Not just, by being present, no, not just that! But, by using symbols of bread and wine, so when the bread and wine are brought to the altar, you! Are brought to the altar. Why did our Lord say, bring bread and wine? First of all, because no two substances, better signify unity, than bread and wine! As bread is made of a multiplicity of grains of wheat, and wine from a multiplicity of grapes, so we who are many, are one in mind and heart in Christ; and further more, when we bring bread and wine, the substances which have most traditionally nourished mankind, when we bring that which gives us life, we are bringing ourselves, and then we are also bringing part of creation, we are taking some elements out of creation, namely bread and wine, and we are saying to God, these are going to be wholly yours, and some day there will be a new heaven and a new earth.

Everything in creation will be completely subject to you, but this is the first fruits, of total giving of creation to Christ. So in the “offertory” there for, you become present on the altar, you are on the paten and you're in the chalice, under the form of bread and wine, that is your symbol, as a matter of fact, one of the reasons the collection is taken on the “offertory”, is to be a symbol of your self sacrifice, it buys the bread an wine, helps the sacrifice, see, if I were repeating for a collection, that's the idea that I would develop, but I am not, I really want to indicate to you now, that you are on the altar, that's the end of act one.

Now we come to act 2, you die, you were crucified, we can not live to Christ, unless we die to our lower nature, so the Lord is now, “representing” his death...at the consecration, and you are with him, so you die with him, I will tell you now, how that is done; first of all, how do we represent his death at the consecration of the mass? Now, think about this, how did our Lord die on the cross? But the separation of blood from his body, there were great fountains, fountain in hand, right and left, fountains in the feet, the fountain of the heart, and the very last drop of his blood, came from his body with the piercing of the pericardium, the heart, so our Lord was practically drained there on the cross from his blood, and he died by this tearing apart of blood from body, for as the Old Testament puts it, the life is in the blood.

Now, we re-enact this death, by the separate consecration of bread and wine; the priest does not say on the altar, “this is my body and my blood”, that would be life, but first, “this is my body”! And then over the wine, “this is my blood!” That separate consecration of bread and wine, is like a tearing apart, rending asunder, a blood from body, and that is the way Christ died on the cross. So sacramentaly, re-enact, the death of Christ on the consecration, but you are with him! So you have to die with him...die to that which is evil, to pride and lust and envy, and gluttony, sloth, and avarice; at the moment of consecration, therefore, you have to say, the words of consecration in the secondary sense.

The primary meaning of the words of consecration we know... “this's becomes the body of Christ, this's becomes the blood of Christ.”... but, there is a secondary meaning, and at the consecration you should be saying, as every priest says---when I consecrate the bread and wine, I always, not always, have the intention of making present the body and blood of Christ, but I say to myself, as you must say to yourself---, 'this is my body, this is my blood'. I care not the accidents of my life remain,my duties, my vocation, my obligation, my responsibility in life, these are spices let them stay as they are,... but what I am substantially, body, soul, intellect, will! I'm dieing oh Lord! This is the totality of myself, I die with you! That's the consecration, so you're dead with Christ, but, no one ever die to Christ without receiving new life.

Now we come to the 'communion'. Act -3, and this is one of the beautiful mysteries of communion, to understand it I'm gonna let you view nature, in the spring time, if the sun light, the phosphate, and the carbon in the air could speak, they would say to the plants, unless you eat me, you should have no life in you; if the plants could speak, and the grass of the fields, they would say to the animals, 'unless you eat me, you should not have life in you...and if the animals and plants could speak, they would say to us, 'unless you eat me, you should not have life in you'; and Christ says to us in communion, 'unless you eat me, you should not have life in you'.

And the law of transformation holds sway, chemicals are transform into plants, plants into animals, animals into man, and man into Christ. We now therefore have his life in us, this becomes the great moment of love, we die to that which is lower, now we're going to have higher life, and this higher life, involves as in marriage, lover, beloved and love; the husband gives self to wife, wife gives self to husband...out of the lover being defeated by the love of the beloved, there comes the ecstasy of love...and what the union of husband and wife is in marriage, that, communion is to the spirit, the union of our souls in Christ, lover and beloved, produces the ecstasy of love.

This then, is the third act, it has another aspect, that I'll pass over quickly, for a matter of time only, that is a forgotten aspect, when we say theology, it is hardly mentioned, in Scripture is mentioned, constantly, and that is, that when we receive communion, we have to bear this death of Christ in our life, we constantly have to deny ourselves, in order, that the Christ life may emerge.

Let's see how nature represents that, if the grass and the lilies and the roses could speak, they would say to the air and to the sun light, and to the chemicals, 'would you like to live in me? I'm a plant, you are only crystals, you can not live in me the way you are, you have to be changed, die to yourself, then you'll live in me'. The animal might say to the grass, 'you can not see, you can not taste, you can not move from place to place, you can not change from sunlight to shadow, I can! I have a higher kingdom that yours, would you like to live in my kingdom? Not the way you are! You'll have to taken up from the round beneath the jaws of death, and then and only then you could live in my kingdom.

To the animals we might say, 'you can not think, you can not scan the heavens, I have a higher life, would you like to live in me? Then submit yourself to the knife, shade your blood, otherwise, you can not live in my kingdom' So the Lord says to us, “unless you take up your cross daily an follow me, you can not---not you, you will not---you can not, be my disciple.” Communion therefore, is not only the taking in the life of Christ, as I explained, and incidentally for the students of biology, let me tell you that the first process I described, is the anabolic, and the sacrifice which I am now describing is the catabolic process of nature.

Now in St. Paul, we have the second element of communion, St. Paul says, (1 Cor. 11:26) “know that as often that you eat of this bread, or drink of this chalice, you announce the death... the death, of our Lord, until he comes” So communion therefore, is an incorporation of the higher life of Christ, but in as much as we must have to go back into the world, we're going to take with him our death, this is the Mass. Do you know, that I believe that before we go before the judgment seat of God, our greatest regret is not that we were not more faithful to the holy sacrifice of the Mass, what a blessing is our faith. Now I have no reason to assume, absolutely none, to assume that you good people, are not at mass every morning, every morning that I've been here, look at the crowds! I hope that I explained to you well what is the Mass, always think of it as three acts, and how you are united with the cross of our Lord.

============================================================== ==============================================================



Readings for Sunday 05/04/14

3rd Easter Sunday Cycle "A"


(Acts 2:14)

Then Peter stood up with the Eleven,
raised his voice, and proclaimed:
“You who are Jews, indeed all of you staying in Jerusalem.
Let this be known to you, and listen to my words.
You who are Israelites, hear these words.
Jesus the Nazarene was a man commended to you by God
with mighty deeds, wonders, and signs,
which God worked through him in your midst, as you yourselves know.
This man, delivered up by the set plan and foreknowledge of God,
you killed, using lawless men to crucify him.
But God raised him up, releasing him from the throes of death,
because it was impossible for him to be held by it.
For David says of him:
I saw the Lord ever before me,
with him at my right hand I shall not be disturbed.
Therefore my heart has been glad and my tongue has exulted;
my flesh, too, will dwell in hope,
because you will not abandon my soul to the netherworld,
nor will you suffer your holy one to see corruption.
You have made known to me the paths of life;
you will fill me with joy in your presence.

“My brothers, one can confidently say to you
about the patriarch David that he died and was buried,
and his tomb is in our midst to this day.
But since he was a prophet and knew that God had sworn an oath to him
that he would set one of his descendants upon his throne,
he foresaw and spoke of the resurrection of the Christ,
that neither was he abandoned to the netherworld
nor did his flesh see corruption.
God raised this Jesus;
of this we are all witnesses.
Exalted at the right hand of God,
he received the promise of the Holy Spirit from the Father
and poured him forth, as you see and hear.”

The Word of the Lord.


All    

Thanks be to God.





------------------------------------------------------------------------

Responsorial Psalm (16:1)


R. Lord, you will show us the path of life.

Keep me, O God, for in you I take refuge;
I say to the LORD, “My Lord are you.”
O LORD, my allotted portion and my cup,
you it is who hold fast my lot.

R.

I bless the LORD who counsels me;
even in the night my heart exhorts me.
I set the LORD ever before me;
with him at my right hand I shall not be disturbed.
R.

Therefore my heart is glad and my soul rejoices,
my body, too, abides in confidence;
because you will not abandon my soul to the netherworld,
nor will you suffer your faithful one to undergo corruption.
R/

You will show me the path to life,
abounding joy in your presence,
the delights at your right hand forever. R/

----------------------------------------------------------------

Reading 2 (1Pet.1:17)

Beloved:
If you invoke as Father him who judges impartially
according to each one’s works,
conduct yourselves with reverence during the time of your sojourning,
realizing that you were ransomed from your futile conduct,
handed on by your ancestors,
not with perishable things like silver or gold
but with the precious blood of Christ
as of a spotless unblemished lamb.

He was known before the foundation of the world
but revealed in the final time for you,
who through him believe in God
who raised him from the dead and gave him glory,
so that your faith and hope are in God.

The Word of the Lord


All    

Thanks be to God.



---------------------------------------------------------------

Gospel (Lk. 24:13)


That very day, the first day of the week,
two of Jesus’ disciples were going
to a village seven miles from Jerusalem called Emmaus,
and they were conversing about all the things that had occurred.
And it happened that while they were conversing and debating,
Jesus himself drew near and walked with them,
but their eyes were prevented from recognizing him.
He asked them,
“What are you discussing as you walk along?”
They stopped, looking downcast.
One of them, named Cleopas, said to him in reply,
“Are you the only visitor to Jerusalem
who does not know of the things
that have taken place there in these days?”
And he replied to them, “What sort of things?”
They said to him,
“The things that happened to Jesus the Nazarene,
who was a prophet mighty in deed and word
before God and all the people,
how our chief priests and rulers both handed him over
to a sentence of death and crucified him.
But we were hoping that he would be the one to redeem Israel;
and besides all this,
it is now the third day since this took place.
Some women from our group, however, have astounded us:
they were at the tomb early in the morning
and did not find his body;
they came back and reported
that they had indeed seen a vision of angels
who announced that he was alive.
Then some of those with us went to the tomb
and found things just as the women had described,
but him they did not see.”
And he said to them, “Oh, how foolish you are!
How slow of heart to believe all that the prophets spoke!
Was it not necessary that the Christ should suffer these things
and enter into his glory?”
Then beginning with Moses and all the prophets,
he interpreted to them what referred to him
in all the Scriptures.
As they approached the village to which they were going,
he gave the impression that he was going on farther.
But they urged him, “Stay with us,
for it is nearly evening and the day is almost over.”
So he went in to stay with them.
And it happened that, while he was with them at table,
he took bread, said the blessing,
broke it, and gave it to them.
With that their eyes were opened and they recognized him,
but he vanished from their sight.
Then they said to each other,
“Were not our hearts burning within us
while he spoke to us on the way and opened the Scriptures to us?”
So they set out at once and returned to Jerusalem
where they found gathered together
the eleven and those with them who were saying,
“The Lord has truly been raised and has appeared to Simon!”
Then the two recounted
what had taken place on the way
and how he was made known to them in the breaking of bread.

The Gospel of the Lord.

All    

Praise to you Lord Jesus Christ.





   


======================================================== ========================================================

Ven Espiritu Santo

Ven, Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu.
Que renueve la faz de la Tierra.

Oración:
Oh Dios,
que llenaste los corazones de tus
fieles con la luz del Espíritu
Santo; concédenos que,
guiados por el mismo Espíritu,
sintamos con rectitud y
gocemos siempre de tu consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

================================================================= =================================================================


=======================================================
=======================================================


 


Para dejar su comentario, haga click sobre la palabra "comments" abajo y aparecerá el espacio de escribir.

To leave your comment, just click on the word "comments" below, and a dialog box will pop up. Gracias.