El Espíritu Santo (parte 6)

El Espíritu Santo (parte 6)
The Holy Spirit Part 6.
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Quién dices tu que soy yo?

(Mateo 16:13) Al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?".
Ellos le respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas".
"Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?".

Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo."

Pedro lleno del Espíritu Santo contestó correctamente la pregunta del Señor; para poder reconocer a Jesús, necesitamos la inspiración del Espíritu Santo en nuestro corazón, así como cuando caminamos en la oscuridad necesitamos de una lámpara, para no tropezar; de igual manera nuestra alma necesita de la luz del Espíritu para comprender las verdades espirituales. Es obvio que la respuesta de Pedro no dependió de su inteligencia ni de su descendencia judía, todo fue gracias a la acción del Espíritu en él.

Jesús hoy te hace a ti la misma pregunta: Quien dices tu, que soy yo?
Puedes responder correctamente, o estás confundido? Es Cristo para ti sólo un hombre que hace milagros, es una medalla, una figura histórica, un buen predicador, un idealista, un moralista, una figura solitaria, o el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo?

Cuando oremos, pidamosle al Padre que nos de el Espíritu Santo, que derrame su luz y bendición sobre la Iglesia; que todos y cada uno de nosotros recibamos los dones y la bendición del Espíritu.
Nuestro Señor antes de ascender al cielo, enfatizó la importancia de poseer al Espíritu, y nos dijo: (Juan 14:18) "No os dejare huérfanos...Le pediré al Padre y El os dará otro Paráclito---que estará con ustedes siempre: El Espíritu de la Verdad."

(Juan 16:7,13) "Yo os digo la verdad:Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré: y cuando él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio... Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa.


Así como hay leyes de la Física, Química, Matemáticas y Termodinámica, hay también leyes espirituales, las cuales podemos entender sólo con la asistencia y ayuda del Paráclito; a como bien saben, nuestra naturaleza no es solamente física, sino que también espiritual, por eso nuestro Señor nos dijo: (Mateo 4:4) “Esta escrito: 'No solo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.'”
Muchos de nosotros cuidamos muy bien de nuestro cuerpo físico, sin embargo desatendemos nuestra salud espiritual, poniéndonos así en peligro de ser seducidos por el pecado, o engañados con filosofías diabólicas y el error.

Es importante que leamos la Biblia por lo menos 30 minutos al día, o que leamos el Catecismo de la Iglesia Católica para ejercitar y fortalecer nuestro músculo espiritual, para incrementar nuestro conocimiento y comprensión de Cristo y su doctrina; de la misma forma que nuestro cuerpo necesita de vitaminas, proteínas, agua, carbohidratos y ejercicio; necesitamos también orar, leer la Biblia, meditar la palabra de Dios, confesarnos e ir a Misa, para estar espiritualmente vigorosos.

Recibimos el Espíritu Santo en nuestro Bautismo y la Confirmación



Quizás te preguntes cuándo recibimos el Espíritu Santo, y porqué tenemos que llenarnos del Espíritu?
Recibimos al Espíritu de forma total y completa durante nuestro bautismo, y llegamos a obtener una mejor comprensión de El, en nuestra confirmación (si somos confirmados como adolescentes o, adultos); de manera que cuando se nos dice que debemos de llenarnos del Espíritu, significa que debemos de estar mas atentos a su presencia y mas abiertos y obedientes a sus mandatos, voluntariosos a su gracia, y mas dóciles a sus inspiraciones.

Así como todos los graduados universitarios de una misma clase, habrán recibido la misma educación, pero no todos ellos utilizarán su conocimiento con la misma destreza y habilidad; de igual manera, todos los bautizados recibimos el mismo Espíritu, pero no todos recibimos los mismos dones, o producimos los mismos frutos en calidad o cantidad. Así como algunos de los graduados antes mencionados nunca utilizarán su conocimiento, algunos Cristianos nunca honrarán al Espíritu que mora en ellos; deberíamos sin embargo tratar de vivir nuestra vida, guiados por el Espíritu, quien es la marca de los hijos de Dios: (Romanos 8:9, 14) “Si alguno entre nosotros no tiene en él, el Espíritu de Cristo, no pertenece a Cristo...todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.”

San Cirilo de Jerusalen nos dice: “ Como un árbol seco que produce retoños al ser regado, el alma produce frutos de santidad, por el arrepentimiento que la hace digna de recibir al Espíritu Santo. Aunque el Espíritu nunca cambia, los efectos de su acción, por la voluntad de Dios y en el nombre de Cristo, son muchos y maravillosos.

El Espíritu hace a un hombre maestro de la verdad divina, inspira a otro a profetizar, le da a uno el poder de expulsar demonios, hace de otro un interprete de las sagradas Escrituras. El Espíritu fortalece el auto-dominio de unos, a otros los hace trabajadores de la caridad, le ensena a otros a ayunar y llevar una vida ascética, otros son hechos indiferentes a las necesidades del cuerpo, y aun otros son entrenados para el martirio. Su acción es diferente en diferentes individuos, pero el Espíritu en si, es siempre el mismo Espíritu.” La Escritura dice: (1 Corintios 12:7) “ A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común.”

La necesidad de orar a Dios por el Espíritu (el Regalo de Dios)

(Mateo 7:11) Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el cielo dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!

(Lucas 11:13) Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!"

San Mateo llama al Espíritu “cosas buenas”, por su capacidad de proveernos con muchos dones, mientras que San Lucas simplemente le llama el “Espíritu Santo”, sin embargo en ambos casos el Señor hace hincapié en que debemos de orar al Padre para que nos dé el Espíritu Santo, para llegar a tener verdadera sabiduría y entendimiento. Una cosa es segura, el Señor siempre está dispuesto a darnos el Regalo del Espíritu, y a dárnoslo en abundancia.

(Juan 3:34) “Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida.”

(Juan 4:14) “Pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna."

Así es, ríos de agua viva brotarán de la comunidad de creyentes , si todos oramos porque el Espíritu Santo bendiga nuestra Iglesia, nuestros hogares, las escuelas, el gobierno, a los jóvenes, las cosechas del campo, y las obras de nuestras manos.

Luchamos contra los pricipados y potestades del mal

(Lucas 11:23) "El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.
"Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice: "Me volveré a mi casa, de donde salí."
Y al llegar la encuentra barrida y en orden.
Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio."

Debemos de comprender la importancia de llenarnos del Espíritu, ademas de confesarnos, debemos de leer mucho las Escrituras, meditarlas y practicar lo que se nos ensena; existe una ley en la naturaleza que dicta que todo espacio vacío debe ser llenado con algo, puede ser aire, agua, buenas cosas o, malas; se requiere un gran esfuerzo para mantener un espacio, completamente sin nada.
Si limpiamos un terreno y no lo atendemos, se llenará muy pronto de maleza, si abrimos un hoyo, se comenzará a llenar de basura, tierra y cualquier cosa, y así por el estilo.

Nuestro cerebro sigue casi exactamente la misma ley, si no tenemos buenos pensamientos, tendremos malos pensamientos, si no llenamos nuestro cerebro con buen conocimiento e información, lo haremos con mala información y conocimiento perverso. Es lo que ha pasado con muchos jóvenes que han rechazado la palabra de Dios, muchos de ellos han terminado embutiendo sus cerebros con ideologías malignas, como el socialismo, comunismo, Nueva Era y toda clase de pensamientos corruptos.No hay vuelta de hoja, si no tenemos al Espíritu Santo en nuestro corazón, tendremos ‘otros’ espíritus que nos guiarán por el error y el engaño.

(Salmo 104:27) Todos esperan de ti que les des la comida a su tiempo: se la das, y ellos la recogen;
abres tu mano, y quedan saciados. Si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo.
Si envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la superficie de la tierra.

Diferentes pensadores han prometido o diseñado varios sistemas de justicia social, sin embargo, son todos planes basados sobre arena movediza; la justicia social puede existir solamente si tenemos el Espíritu de Cristo en nuestro corazón, y si cumplimos cabalmente con los dos primeros mandamientos de la ley de Dios.

La Nueva Era es un movimiento compuesto de una mezcla maligna, es una pseudo-religión que combina el hinduismo, gnosticismo, filosofías orientales, espiritismo y satanismo; para confundir y atraer a mentes débiles e ignorantes, a creer de que existe otra forma de llegar al cielo ademas del Cristianismo, sus preceptos están todos basados en la mentira.

(Efesios 6:10) Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder.
Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo.
Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas.

Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido todo, manteneros firmes. ¡En pie!, pues; ceñida vuestra cintura con la Verdad y revestidos de la Justicia como coraza, calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la paz, embrazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno.

Tomad, también, el yelmo (casco) de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos, y también por mí, para que me sea dada la Palabra al abrir mi boca y pueda dar a conocer con valentía el Misterio del Evangelio, del cual soy embajador entre cadenas, y pueda hablar de él valientemente como conviene...

Paz a los hermanos, y caridad con fe de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo. La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo en la vida incorruptible.

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Pase a dar su commentario (opinión)

Que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo los bendiga y los llene de fortaleza en la fe.

Gloria a Dios, Aleluya!
Dios sana, Hosanna!
Es cierto, Amen!

English Section


Who do you say I am?

(Matt 16:13) When Jesus came to the region of Caesarea Philippi, he asked his disciples, "Who do people say the Son of Man is?" They replied, "Some say John the Baptist; others say Elijah; and still others, Jeremiah or one of the prophets." "But what about you?" he asked. "Who do you say I am?"

Simon Peter answered, "You are the Christ, the Son of the living God."
Jesus replied, "Blessed are you, Simon son of Jonah, for this was not revealed to you by man, but by my Father in heaven. And I tell you that you are Peter, and on this rock I will build my church, and the gates of Hades will not overcome it."

Peter filled with the Spirit answered correctly the question of the Lord ; in order to recognized Jesus, we need the Holy Spirit inspiration in our heart, if we have to walk through a dark place, we need the help of the light of a lamp or, we would stumble; it is the same thing with our soul, it needs the light of the Holy Spirit to be able to understand the spiritual truths. Peter's answer didn't depend on his intelligence or his ancestry, it was all the action of the Spirit.

Today, Christ is asking you the same question: Who do you say I am?
Could you give a good answer, or are you confused? Is Christ for you, only a miracle worker, a medal, a historical figure, a good preacher, an idealist, a moralist, a lonely figure, a good speaker or The Lamb of God who takes away the sin of the world?

When we pray, we should ask the Father to give us the Holy Spirit, to shower the church with his light and his blessings; we should pray that every body receive the blessings and gifts of the Spirit.
Our Lord before ascending into heaven stressed out the importance of the Spirit when he told us: (John 14:18) I will not leave you orphaned...I will ask the Father and He will give you another Paraclete—to be with you always: the Spirit of truth.

(John 16:7,13) I tell you the sober truth: it is much better for you that I go. If I fail to go, the Paraclete will never come to you, whereas if I go, I will send Him to you. When He comes, however, being the Spirit of Truth He will guide you to all truth.

The same way that there are laws of Physics, Chemistry, Math and Thermodynamics there are spiritual laws, which we could understand only if we are helped and assisted by the Paraclete; our nature is not only physical but spiritual as well, that's the reason our Lord told us: (Matthews 4:4) "It is written: 'Man does not live on bread alone, but on every word that comes from the mouth of God.'" .
We take good care of our bodies, but when it comes to our spiritual fitness, we lack good care, and thus run the risk of been swayed by the attractions of sin, or fooled by evil philosophies and error.

It is important to read the Bible at least 30 mins. A day; or to read the Catechism of the Catholic church to strengthen our spiritual muscle, increase our knowledge and understanding of Christ and his doctrine, the same way our body needs vitamins, mineral, proteins, water, carbohydrates and exercise; we need to pray, read the Bible, meditate on the word of God, confess our sins and go to Mass to be strong in the Spirit.

We receive the Holy Spirit at our Baptism and Confirmation

You might be asking yourself, when do we receive the Holy Spirit,and why do we need to be filled with Him?
We received the fullness of the Spirit at our Baptism and, a better understanding of Him at our Confirmation (if you were confirmed as a teenager or adult); so when we are told that we should be filled with the Spirit, it means that we should be more aware of his presence and more open (obedient) to his commands, willing to use his grace, and more docile to follow out his inspirations.

In a class at any college or university, all the students that graduate in it, would have received the same education, but not all the graduates will be able to use their knowledge with the same level of skill and proficiency; likewise, the Holy Spirit is given to every baptized person, but not all of us will produce the same kind or quality of fruit. The same way some of the graduates won't ever use their knowledge, some of us Christians, will never honor the Holy Spirit in us; we should however, try to live our lives guided by the Spirit, which is the mark of the children of God: (Romans 8:9,14) If anyone does not have the Spirit of Christ, he does not belong to Christ...all who are led by the Spirit of God are sons of God.

St Cyril tells us: “Like a dry tree which puts forth shoots when watered, the soul bears the fruit of holiness when repentance has made it worthy of receiving the Holy Spirit. Although the Spirit never changes, the effects of His action, by the will of God and in the name of Christ, are both many and marvelous.

The Spirit makes one man a teacher of divine truth, inspires another to prophesy, gives another the power of casting out devils, enables another to interpret holy Scripture. The Spirit strengthens one man self-control, shows another how to help the poor, teaches another to fast and lead a life of asceticism, makes another oblivious to the needs of the body, trains another for martyrdom. His action is different in different people, but the Spirit Himself is always the same.”
“In each person,” Scripture says, “the Spirit reveals His presence in a particular way for the common good.” (1 Corinthians 12:7).

The need to pray for the Spirit (The Gift of God)

(Matt. 7:11) If you, with all your sins know how to give your children what is good, how much more will your heavenly Father give good things to anyone who asks Him!

(Luke 11:13) If you, with all your sins, know how to give your children good things, how much more will the heavenly Father give the Holy Spirit to those who ask Him.

Matthews calls the Spirit “good things,” because of his capacity to give us many different gifts, and Luke just calls Him “the Holy Spirit” however, Jesus in both of these accounts points to the fact that we should pray for the Spirit to the Father, to be able to achieve true wisdom and understanding. One thing is for sure, the Lord is always ready to give the Gift of the Holy Spirit to us, and He is willing to give it in abundance.

(John 3:34) For the One Whom God has sent speaks the words of God; He does not ration His Gift of the Spirit.

(John 4:14) “The water that I shall give him will become in him a fountain of living water, welling up into eternal life.”

That's right, rivers of living water will flow from the community of believers, if we all pray for the Holy Spirit to bless our church, our homes, schools, our government, the youngsters, the crops of our land and the work of our hands.

Our struggle is against spiritual forces of evil

(Luke 11:23) "He who is not with me is against me, and he who does not gather with me, scatters.
"When an evil spirit comes out of a man, it goes through arid places seeking rest and does not find it. Then it says, 'I will return to the house I left.' When it arrives, it finds the house swept clean and put in order. Then it goes and takes seven other spirits more wicked than itself, and they go in and live there. And the final condition of that man is worse than the first."

We must understand the importance of filling our soul with the Holy Spirit, besides confessing our sins, we must spend a good portion of our time, reading the word of God, meditating on it, and practicing what it says; there is a law in nature that dictates that any empty space (void) should be filled with something, it could be air, water, good things or even bad things; a great effort is required to keep an empty space completely vacuumed, empty of anything.

Your brains follow almost the same law of inertia, if you don't have good thoughts, you'll have evil thoughts, if you don't stuff your brains with good wholesome knowledge, you'll stuff it with unclean or perverted knowledge; that's exactly what happens to a lot of young people that reject the word of God, many of them end up filling up their brains with evil ideologies, like socialism, communism, new age and all kind of corrupted thoughts. If we want to increase our faith, we must stay close to the word of God, and our whole life will improve in every way.There is no alternative, if we don't have the Holy Spirit in our heart, we would have 'other' spirits that will lead us astray and away from the truth.

(Psalm 104:27) These all look to you to give them their food at the proper time. When you give it to them, they gather it up; when you open your hand,they are satisfied with good things.

When you hide your face, they are terrified; when you take away their breath,
they die and return to the dust. When you send your Spirit, they are created, and you renew the face of the earth.

Through history, many individuals have designed or, proposed different ways of social justice, but, all based on quick sand or man's feebleness; never the less social justice could exists only if we have the Spirit of God in our heart, and if we fully comply with the first two commandments of the law of God.

The New age movement is a diabolical mixture, a pseudo-religion that combines Hinduism, gnosticism, all kind of oriental philosophies, spiritism and satanism; to confuse the weak and feeble minds and to make them believe there is another way, besides Christ to be happy and get to heaven.

(Ephesians 6:10) Finally, be strong in the Lord and in his mighty power. Put on the full armor of God so that you can take your stand against the devil's schemes. For our struggle is not against flesh and blood, but against the rulers, against the authorities, against the powers of this dark world and against the spiritual forces of evil in the heavenly realms.

Therefore put on the full armor of God, so that when the day of evil comes, you may be able to stand your ground, and after you have done everything, to stand. Stand firm then, with the belt of truth buckled around your waist, with the breastplate of righteousness in place, and with your feet fitted with the readiness that comes from the gospel of peace.

In addition to all this, take up the shield of faith, with which you can extinguish all the flaming arrows of the evil one. Take the helmet of salvation and the sword of the Spirit, which is the word of God. And pray in the Spirit on all occasions with all kinds of prayers and requests. With this in mind, be alert and always keep on praying for all the saints.

Pray also for me, that whenever I open my mouth, words may be given me so that I will fearlessly make known the mystery of the gospel, for which I am an ambassador in chains. Pray that I may declare it fearlessly, as I should.

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